En las dos últimas décadas China superó a Estados Unidos como el principal socio comercial de 128 países en todo el mundo.
Iman Ghosh / VisualCapitalist.com
En el 2018, el comercio representó el 59% del PIB mundial, lo que supone un aumento de casi 1.5 veces desde 1980. Y este período, el comercio internacional se ha transformado de manera significativa, no sólo en términos de volumen y composición, sino también en lo que respecta a los países en los que el resto del mundo se apoya para sus relaciones comerciales más importantes.
Y ahora —ad portas de la tercera década del Siglo XXI— se está produciendo un cambio crítico en el panorama, y puede que le sorprenda saber que China ha usurpado a Estados Unidos como el socio comercial más dominante del mundo.
Un cambio en el comercio global
Una animación presentada por el Instituto Lowy, elaborada con cifras de la base de datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre los flujos comerciales bilaterales, muestra cómo, desde 1980 hasta 2018, Estados Unidos ha sido desplazado por China como el socio comercial más grande para cada país. La animación puede verla aquí https://www.lowyinstitute.org/the-interpreter/chart-week-global-trade-through-us-china-lens.
Los resultados son contundentes: antes del año 2000, Estados Unidos estaba al frente del comercio mundial, ya que más del 80% de los países comerciaban con Estados Unidos más que con China. Para el 2018, esa cifra había bajado drásticamente a sólo el 30%, ya que China se colocó rápidamente en la primera posición en 128 de 190 países.
China un crecimiento espectacular
Los investigadores señalan la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio, en el 2001, como un importante punto de inflexión en las relaciones comerciales internacionales de China. El dramático cambio que siguió se demuestra claramente en la visualización del Instituto Lowy —entre el 2005 y 2010, decenas de países se inclinaron hacia la influencia china, especialmente en África y Asia, y parcialmente en Latinoamérica.
Con el tiempo, el dominio de China ha crecido de forma espectacular. No es de extrañar, entonces, que China y Estados Unidos tengan una relación comercial polémica, ya que ambas naciones luchan por el primer lugar —con el agregado que China tiene una balanza comercial favorable sobre EE.UU.
Un cuento de dos economías
Estados Unidos y China son competidores en muchos sentidos, pero para tener éxito deben depender el uno del otro para un comercio mutuamente beneficioso. Sin embargo, es también el tema principal en el que están luchando por alcanzar un terreno común.
Estados Unidos ha sido muy claro en cuanto a la negociación de acuerdos comerciales más equilibrados con China. De hecho, una encuesta realizada a mediados del 2018 muestra que el 62% de los estadounidenses consideran que su relación comercial con China es injusta (aunque esta opinión está basada por lo que se informan de los medios, pero no de la realidad de los hechos: la causa está en que las corporaciones de EE.UU. elaboran sus productos en China para venderlos en el mercado estadounidense, al cual ingresa como “importaciones” y de allí el desbalance).
Desde el 2018, ambas partes se han enfrentado a una relación tensa, imponiendo importantes aranceles a los bienes de consumo e industriales —y las represalias están alcanzando cada vez mayores alturas.
Si bien, en este momento, se ha alcanzado una delicada tregua, la guerra comercial ha causado un importante freno al crecimiento mundial, y el Banco Mundial estima que seguirá teniendo efecto hasta el 2021.
Pero al mismo tiempo, la esfera de influencia de China sigue creciendo en todo el mundo.
La Franja y la Ruta, ¿una dirección comercial?
Pero China no solo tiene un dedo en cada pastel del comercio mundial. La nación asiática está financiando una serie de megaproyectos, a través de una iniciativa más amplia que está por encima de las demás.
Esta es la “Iniciativa de la Franja y la Ruta” (conocida como el BRI, por sus siglas en inglés, así como por Las Nuevas Rutas de Seda), planeada para completarse en el 2049, que está avanzando a un ritmo vertiginoso. Sólo en el 2019, las empresas chinas firmaron contratos por un valor de hasta 128,000 millones de dólares, para iniciar proyectos de infraestructura a gran escala en varios países.
La ruta para crear nuevos mercados
Mientras que la construcción de nuevas carreteras y puertos en el extranjero es beneficiosa para los financieros chinos, el BRI también trata de crear nuevos mercados y rutas comerciales para los productos chinos en Asia. Investigaciones recientes han descubierto que la expansión de la infraestructura del BRI y las mejoras en el rendimiento de la logística, han tenido efectos positivos en las exportaciones de China.
No obstante, es evidente que la nueva red de infraestructura ya está transformando el comercio mundial, posiblemente consolidando la posición de China como el principal socio comercial del mundo en los años venideros.
Texto original: https://www.visualcapitalist.com/china-u-s-worlds-trading-partner/
Traducción: A. Mondragón
¿Ve usted las obvias semejanzas con la Isla-Mundo de Mackinder versión Siglo XXI?
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