
En lo que podría ser un espejo de los propios estadounidenses —que a la hora de pagarle impuestos al Tío Sam, siempre buscan la manera de pagar menos y obtener más en el cheque de reembolso— el presidente Donald Trump parece ser su propio reflejo.
Por Lux Fer
El diario The New York Times (NYT) acaba de revelar que Trump no pagó impuestos federales sobre ingresos en 10 de los últimos 15 años, porque su emporio empresarial declaró más pérdidas que ganancias. Y en el 2016 solo le pagó $750 al IRS (Internal Revenue Service), y la misma cantidad durante su primer año como presidente. Esa suma es lo que podría pagar cualquier pobre de la clase media en EE.UU.
En respuesta al artículo, publicado el domingo 27 de septiembre, Trump dijo que es “una noticia totalmente falsa”. Y agregó: “He pagado mucho, y también he pagado muchos impuestos sobre la renta a nivel del Estado, el Estado de Nueva York cobra muchos impuestos”. De hecho, el pasado noviembre salió a la luz que Trump, un neoyorquino natal, había trasladado su residencia fiscal desde la Trump Tower en la Quinta Avenida de Manhattan, al club Mar-a-Lago en Palm Beach.
¿Qué dice el reportaje?
El NYT reportó haber las declaraciones de impuestos vinculadas a los negocios de la empresa Trump Organization (Organización Trump) desde la década de 1990, así como sus declaraciones personales de 2016 y 2017. Y el diario afirma que Trump pagó solo $750 en impuestos sobre la renta tanto en 2016 como en 2017.
En una declaración en 2018, Trump dijo que había obtenido al menos $434,9 millones en ingresos. Pero el diario cuestiona esto, pues señala que sus declaraciones de impuestos muestran que el presidente había entrado en números rojos, con $47,4 millones en pérdidas.
Un imperio que se tambalea
Pero más allá de los míseros impuestos que pagó, la revelación de las cuentas de Trump muestra un imperio que no atraviesa por su mejor momento. El NYT afirma que “la mayoría” de los negocios más importantes del presidente Trump, como sus campos de golf y hoteles, “reportan que pierden millones de dólares, si no decenas de millones, año tras año”.
“Esa ecuación es un elemento clave de la fórmula de finanzas de Trump: utilizar las ganancias de su fama para comprar y financiar negocios riesgosos, y luego aprovechar sus pérdidas para evadir impuestos”, escriben los periodistas Russ Buettner, Susanne Craig y Mike McIntire.
Negocios y pérdidas
El NYT reportó que utilizó los documentos fiscales para averiguar cuántos ingresos obtiene el presidente de sus empresas en el extranjero. Ganó $73 millones de negocios en el exterior en sus primeros dos años en la Casa Blanca. Algunos de los ingresos provinieron de sus campos de golf en Irlanda y Escocia, pero el diario dice que la Organización Trump también recibió dinero de acuerdos de regalías “en países con líderes de tendencia autoritaria” —como$3 millones de Filipinas, $2,3 millones de India y $1 millón de Turquía.
El NYT también afirma que, en el 2018, Trump ganó $427.4 millones en ingresos de la serie “El aprendiz” (The Apprentice US), así como acuerdos de mercadeo en los que las organizaciones pagaron por usar su nombre. También ganó $176,5 millones al invertir en dos edificios de oficinas ese año, según la revisión de documentos. Sin embargo, el diario señala que el presidente casi no pagó impuestos sobre estos ingresos porque informó que sus negocios tuvieron pérdidas significativas.
Debe más de $300 millones
Y aunque parezca escandaloso que Trump haya pagado menos que cualquier ciudadano promedio —y una ridiculez si se compara con los más de $3.7 millones que Joe Biden pagó junto con su esposa en el 2017— el inquilino de La Casa Blanca, según el NYT, atraviesa una situación financiera complicada y afronta el vencimiento de millones de dólares en deuda.
El NYT afirma que el presidente es personalmente responsable de más de $300 millones en préstamos, los cuales vencerán en los próximos cuatro años.
Conflicto de intereses y “cabilderos
El NYT también apunta que algunas de las empresas de Trump han recibido dinero de “cabilderos, funcionarios extranjeros y otros que buscan tiempo, acceso o favores” del presidente.
Por ejemplo los ingresos de su club de golf de Mar-a-Lago, en Florida, uno de los negocios más rentables de Trump, ha visto desde 2015 un aluvión de nuevos socios que le han permitido embolsarse cinco millones al año adicionales, según el NYT. Los nuevos cortesanos multiplicaron casi por 10 lo que el club ingresa por las cuotas de entrada de los socios, según el diario, de $664.000 en el 2014 a $6 millones en 2016. Y en el 2017, en su primer año como presidente, Trump dobló la cantidad que los nuevos.
Lo mismo sucede en otras propiedades de Trump, como su club de golf en Doral (Miami), que ingresó al menos siete millones de Bank of America entre 2015 y 2016, o 406.599 dólares de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en 2018.
¿Tema para el debate con Biden?
La revelación del NYT —uno de los grandes medios corporativos que respaldan abiertamente al candidato presidencial demócrata Joe Biden— parece ser un material explosivo a poco más de un mes de las elecciones presidenciales y tan solo dos días antes del primer debate cara a cara con su rival demócrata. Pero eso está por verse sí, en los debates, Biden no patina en las cosas que dice públicamente —algo que suele ser frecuente.
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