Es usual que las reuniones donde estén presentes los presidentes de las potencias sea el lugar donde de hablen de las cosas más importantes. Sin embargo, no siempre es así. Más allá de las recientes reuniones entre el Secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo y el Presidente Putin y el Ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, hubo otra un día antes, en Moscú, que fue más importante para el diseño del Nuevo Sistema Mundo Euroasiático.
Por Pepe Escobar
Incluso veladas por las gruesas capas de niebla diplomática, las reuniones superpuestas en Sochi, entre el Secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo y el Presidente Putin y el Ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, aún ofrecen tentadoras pepitas geopolíticas.
El asistente presidencial ruso, Yury Ushakov, hizo todo lo posible para suavizar la situación, y admitió que “no hubo avances” durante las conversaciones, pero al menos los EE.UU. demostró un enfoque constructivo”.
Putin le dijo a Pompeo que después de su llamada telefónica de 90 minutos con Trump, iniciada por la Casa Blanca y descrita por Ushakov como “muy buena”, el presidente ruso “tuvo la impresión de que el presidente [estadounidense] estaba dispuesto a restablecer las relaciones y contactos ruso-estadounidenses, para resolver juntos los problemas que nos interesan mutuamente”.
Eso implicaría un cierre del Russiagate. Putin le dijo a Pompeo, en términos inequívocos, que Moscú nunca interfirió en las elecciones estadounidenses, y que el informe de Mueller demostró que no había conexión entre el Kremlin y la campaña de Trump.
Esto se suma al hecho de que el Russiagate ha sido constantemente desacreditado por los mejores investigadores estadounidenses independientes, como el grupo VIPS.
Una charla “interesante” sobre Irán
Revisemos brevemente lo que se hizo público en las discusiones sobre múltiples frentes de conflictos (fríos y calientes) –Venezuela, Corea del Norte, Afganistán, Irán.
Venezuela –Ushakov reiteró la posición del Kremlin: “Cualquier paso que pueda provocar una guerra civil en el país es inadmisible”. El futuro del presidente Maduro aparentemente no fue parte de la discusión.
Eso nos recuerda la reciente cumbre del Consejo Ártico. Tanto Lavrov como Pompeo estaban allí. Y hubo un intercambio de palabras muy significativo:
Lavrov: Creo que usted no representa a la región sudamericana, ¿verdad?
Pompeo: Representamos a todo el Hemisferio.
Lavrov: Oh, el Hemisferio. Entonces, ¿qué está haciendo Estados Unidos en el hemisferio oriental, en Ucrania, por ejemplo?
No hubo respuesta de Pompeo.
Dijeron muy poco de los “peones”
Corea del Norte –Incluso reconociendo que el gobierno de Trump está “generalmente listo para continuar trabajando [con Pyongyang] a pesar del estancamiento en la última reunión, Ushakov reiteró nuevamente la posición del Kremlin: Pyongyang no cederá a “ningún tipo de presión”, y Corea del Norte quiere “un enfoque respetuoso” y garantías de seguridad internacional.
Afganistán –Ushakov señaló que Moscú es muy consciente de que los talibanes se están fortaleciendo. Entonces, la única salida es encontrar un “equilibrio del poder”. Hubo una reunión trilateral crucial en Moscú el 25 de abril, con Rusia, China y EE.UU., donde todos pidieron a los talibanes que comiencen a hablar con Kabul lo antes posible.
Irán –Ushakov dijo que el JCPOA, o el acuerdo nuclear de Irán, fue “brevemente discutido”. Solo dijo que la discusión fue “interesante”.
China y Rusia detrás de Irán
Moscú está extremadamente incómodo ante la posibilidad de una desestabilización de Irán, que permita el libre tránsito de los yihadistas desde el Caspio hasta el Cáucaso.
Esto nos lleva a la pieza central de la reunión. Fuentes diplomáticas –de Rusia e Irán– confirman, sin lugar a dudas, que hubo conversaciones secretas entre los tres pilares de la integración euroasiática –Rusia, China e Irán– sobre las garantías chinas y rusas, en caso de que el gobierno de Trump intente estrangular a Teherán hasta la muerte y eso tome un giro ominoso.
Esto se está discutiendo en los niveles más altos en Moscú y Beijing. La conclusión es que Rusia-China no permitirá que Irán sea destruido.
Pero es bastante comprensible que Ushakov no dejara pasar esa información a través de una simple sesión informativa de prensa.
La otra reunión más importante
En múltiples frentes, lo que no fue revelado por Ushakov es mucho más fascinante que lo que está ahora en el registro público. No hay absolutamente ninguna manera de que no se haya discutido sobre las armas hipersónicas rusas, así como los misiles de alcance intermedio de China, capaces de alcanzar cualquier base militar de EE.UU. que rodea o contiene a China.
De hecho, la reunión más importante no fue Putin-Pompeo o Pompeo-Lavrov en Sochi. En realidad, fue Lavrov-Wang Yi (el Ministro de Relaciones Exteriores de China), el día anterior en Moscú.
Un banquero de inversiones de EE.UU. que estaba haciendo negocios en Rusia me dijo: “Observe cómo Pompeo corrió como loco por Sochi. Estamos asustados y tensos”.
Los diplomáticos comentaron más tarde: “Pompeo lució solemne después. Lavrov sonaba muy diplomático y calmado”. En los principales círculos diplomáticos de Moscú, no es ningún secreto de que el Politburó chino rechazó el esfuerzo del presidente Xi Jinping por encontrar un acuerdo a la ofensiva arancelaria de Trump. La tensión era visible en el comportamiento de Pompeo.
La cooperación Ruso-China
En términos de sustancia, es notable cómo Lavrov y Wang Yi hablaron, literalmente, de todo: Siria, Irán, Venezuela, el Caspio, el Cáucaso, las Nuevas Rutas de Seda (BRI), la Unión Económica de Eurasia (EAEU), la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO). ), misiles, proliferación nuclear.
O, como lo expresó diplomáticamente Lavrov: “En general, la cooperación entre Rusia y China es uno de los factores clave para mantener la seguridad y la estabilidad internacionales, estableciendo un orden mundial multipolar… Nuestros estados cooperan estrechamente en varias organizaciones multilaterales, entre ellas la ONU, G20, SCO, BRICS y RIC [Rusia, India, el foro trilateral de China], estamos trabajando para alinear la potencial integración de la EAEU y la Iniciativa Belt and Road, con el potencial de establecer una asociación Euroasiática más grande”.
Un mensaje más que contundente
La asociación estratégica está sincronizada con Venezuela, Siria, Irán, Afganistán, quieren una solución mediada por la SCO. Y sobre Corea del Norte, el mensaje no podría haber sido más contundente.
Después de hablar con Wang Yi, Lavrov destacó que los contactos entre Washington y Corea del Norte “procedieron de conformidad con la hoja de ruta que habíamos elaborado junto con China, desde las medidas de restauración de la confianza hasta los contactos directos”.
Esta es una admisión franca de que Pyongyang recibe los mejores consejos de la asociación estratégica Rusia-China. Y hay más: “Esperamos que en algún momento se logre un acuerdo general sobre la desnuclearización de la península coreana y sobre la creación de un sistema de paz y seguridad en general en el noreste de Asia, incluidas garantías firmes concretas de la seguridad de Corea del Norte”.
Traducción: Rusia y China no darán marcha atrás para garantizar la seguridad de Corea del Norte. Lavrov dijo: “Tales garantías no serán fáciles de proporcionar, pero esto es una parte absolutamente obligatoria de un acuerdo futuro. Rusia y China están preparadas para trabajar en tales garantías”.
Re-actualizarlas, ¿tal vez?
EE.UU. sin monedas geopolíticas
La indomable Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, puede haber resumido todo. Un reinicio entre Estados Unidos y Rusia puede incluso ocurrir. Ciertamente, no será del tipo de Hillary Clinton, especialmente cuando la actual directora de la CIA, Gina Haspel, está transfiriendo la mayoría de los recursos de la agencia hacia Irán y Rusia.
El principal analista militar ruso, Andrei Martyanov, fue mucho más mordaz. Rusia no romperá con China, porque EE.UU. “no tiene más una moneda geopolítica para ‘comprar’ a Rusia –está fuera del rango de precios de EE.UU.”.
Eso dejó a Ushakov con su cara valiente, confirmando que podría haber una reunión de Trump-Putin al margen de la cumbre del G20 en Osaka el próximo mes.
“Podemos organizar una reunión” sobre la marcha “con el presidente Trump. Alternativamente, podemos sentarnos para una discusión más completa”.
Bajo la actual incandescencia geopolítica, eso es lo mejor que una mente racional puede esperar.
* Pepe Escobar es un analista geopolítico independiente, escritor y periodista. Escribe para The Roving Eye, Asia Times Online, y trabaja como analista para RT, Sputnik News y Press TV. Anteriormente trabajó para Al Jazeera.
Texto original: https://www.asiatimes.com/2019/05/article/what-putin-and-pompeo-did-not-talk-about/
Traducción: A. Mondragón
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