Por Lux Fer
Recuerdo muy claramente que en el año 2000, cuando estaba diseñando una portada para La Tribuna Hispana, en conmemoración del Día de la Independencia del 4 de Julio, quería destacar un pequeño pero muy significativo detalle: Que muchas de las banderitas con las cuales los estadounidenses celebraban su día festivo eran “Made in China” —en aquel entonces estaban de moda las tiendas 99c en los barrios populares, llenas de productos baratos importados de China —que por entonces era la fábrica de las corporaciones estadounidenses para vender productos baratos a los consumidores estadounidenses.
Bueno, han pasado dos décadas y la historia continúa.
Y aunque se espera que este año Estados Unidos experimente un 4 de julio mucho más tranquilo, aun así importaron 40,700 toneladas de fuegos artificiales por un valor de 100 millones de dólares hasta abril de este año, y como señala Niall McCarthy de Statista, la mayoría de los cohetes de botella, velas romanas y otros fuegos artificiales que llegan al país tienen su origen en China.
El año pasado, China representó el 94% del total de las importaciones de fuegos artificiales de EE.UU., que ascendieron a aproximadamente 336 millones de dólares, según el sitio web World City.
Infografía: China representa el 94% de las importaciones de fuegos artificiales de EE.UU. | Statista
Curiosamente, uno de los hombres que lleva el comercio de fuegos artificiales a través del Pacífico es Ding Yan Zhong, un hombre de negocios chino.
También conocido como “Mr. Ding”, sus empresas representan alrededor del 70 por ciento de la pirotecnia que entra en los Estados Unidos y, en promedio, 72 de sus contenedores entran en el país cada día. Aunque Estados Unidos también cuentan con varios otros países para las importaciones, España ocupa el segundo lugar en términos de valor de las importaciones con casi 5 millones de dólares, es una cantidad minúscula en comparación con la mayor parte del comercio de fuegos artificiales que llegan desde China —incluso a pesar de la famosa “Guerra Comercial de Trump con China”, pero “bussines is bussines”, desde los tiempos inmemoriales de los trueques.
Pero China ya no solo fabrica fuegos artificiales u otros productos baratos. En un lapso de apena 20 años China ha dado un salto tan espectacular que, con sus logros alcanzados, ha construido su propio Capitalismo Histórico —en la concepción del Profesor Immanuel Wallerstein— con el cual domina el mundo comercial. Con un pequeño detalle adicional: A Occidente le tomó V Siglos construir su Sistema-Mundo del Capitalismo Histórico, a China solo le ha tomado 42 años, desde 1978, y aún le quedan muchas décadas por delante.
El déficit comercial con China
Debido a la guerra comercial que Estados Unidos mantiene con China, que por el momento se encuentra en tregua tras la firma del acuerdo fase uno, 2019 marcó la primera vez desde el año 2013, que la nación logró una reducción en torno al déficit comercial global.
De acuerdo con el informe del Departamento de Comercio estadounidense, el déficit comercial se redujo hasta los $616.800 millones, es decir 1.7% menos que lo alcanzado en el año 2018.
Pero aun así, China, país con el que EE.UU. mantiene una alta importación, aunque el déficit comercial se redujo $73,900 millones de dólares durante el año, el total a favor de los orientales fue de $345.600 millones. Después de todo, duela a quien le duela China es la Fábrica-Mundo… y como están las cosas, lo seguirá siendo en las décadas por venir.
Revolucionando el mundo digital
Y las razones es que China no solo ha tomado el mando de la producción industrial, sino también de los avances tecnológicos de la 4ta Revolución Industrial, de la Inteligencia Artificial y de las comunicaciones cuánticas —con viaje a la luna incluido—, lo que cambiarán el mundo hacia los negocios hacia el monetarismo y el financiamiento digital.
¿Y por qué los chinos están re-inventando el capitalismo en el Siglo XXI? La respuesta puede estar en un viejo manuscrito que dice: “En la Antigüedad, las personas… No exageraban la importancia del intelecto, si no que integraban la mente, el cuerpo y el espíritu en todas las cosas. Esto les permitía llegar a ser maestros del conocimiento, en vez de ser víctimas de los conceptos. Si aparecía un nuevo invento, indagaban los problemas que podría causar, así como las ventajas que ofrecía”.
Si Occidente inventó el Internet e hicieron avances con la ciencia cuántica, siempre con propósitos militares, los chinos lo desarmaron y lo reamaron para reinventar el capitalismo pragmático de la vida —y, al parecer, ya le sacaron varias vueltas de ventaja a Occidente.
Leave a Reply