Se aclara una gran confusión cuando se comprende que el imperio estadounidense no es un gobierno nacional que dirige operaciones militares ininterrumpidas, sino que es un imperio militar de guerras ininterrumpidas que dirige un gobierno nacional.
Por Caitlin Johnstone
Las guerras no están diseñadas para servir a los intereses de Estados Unidos; Estados Unidos está diseñado para servir a los intereses del imperio de las guerras. Estados Unidos como país es sólo una fuente de financiación, personal militar y civil, recursos y cobertura diplomática, desplegados en una campaña militar incesante para dominar el planeta, con violencia militar masiva y la amenaza de la misma.
Esta campaña no se lleva a cabo para beneficiar al pueblo estadounidense o su seguridad, sino para beneficiar a una alianza internacional de plutócratas y administradores del imperio no elegidos (Nota del traductor: la Gran Cábala), cuya riqueza y poder se basan en el orden mundial de continua violencia, explotación y extracción, que la campaña de dominación global sostiene. Esta campaña de dominación global y sus manifestaciones en su conjunto, pueden denominarse como el imperio estadounidense, que tiene muy poco en común con Estados Unidos como nación individual.
Lo que se debe comprender
Hasta que no se comprenda esto, nada de lo que haga el gobierno o la maquinaria de guerra de Estados Unidos tendrá sentido. No entenderán por qué se están llevando a cabo operaciones militares, que no parecen beneficiar de ninguna manera al pueblo estadounidense y que, en todo caso, perjudican los intereses de la seguridad nacional de Estados Unidos. No entenderán por qué la política exterior de Estados Unidos sigue siendo la misma, sin importar quién esté en el poder, sin importar el partido o la plataforma. No entenderán por qué Estados Unidos y sus aliados cometen locuras que, de otro modo, no tendrían sentido para los gobiernos, como respaldar un genocidio cada vez más impopular en Gaza, iniciar una guerra fría con China o tentar un Armagedón nuclear con Rusia.
Los beneficiarios del Imperio
Y la respuesta es que estas agresiones no ocurren porque beneficien a Estados Unidos como nación, o incluso porque sirvan a las agendas políticas de cualquier funcionario electo. La violencia incesante es un medio para un fin completamente diferente, y es casi un fin en sí mismo: beneficia a los especuladores de la guerra, apuntala el control geoestratégico y expande la esfera del capitalismo global del imperio estadounidense.
Lo real es la incesante operación militar mundial, y luego está la careta que todos vemos: las escenas teatrales de un gobierno oficial en primer plano, que todos debemos fingir que tiene algo que ver con todas las guerras y el militarismo que estamos viendo. En realidad, la maquinaria de guerra simplemente hace lo que va a hacer, mientras los funcionarios electos en Washington realizan sus actuaciones teatrales en las que discuten sobre el aborto y Donald Trump, para que parezca que Estados Unidos tiene un gobierno real que está tomando decisiones reales.
El juguete de las elecciones
Se decidió hace mucho tiempo que las guerras son demasiado importantes para dejarlas a la voluntad del electorado, por lo que ahora (Nota del Traductor: En realidad desde hace más de un siglo) existe este falso sistema político tonto, con el que se le da al pueblo estadounidense la oportunidad de jugar, para que no se entrometa con los engranajes de la maquinaria imperial.
Los habitantes locales del centro del imperio mundial son demasiado dóciles a la propaganda, entretenidos, distraídos, ocupados, pobres y enfermos, para tener una relación basada en la verdad, con lo que se hace en su nombre en todo el mundo, y si lo hacen, algo de espacio en su vida para comprometerse políticamente, son arrastrados a un ilusorio sistema bipartidista, donde ambas facciones apoyan la guerra, el militarismo, el imperialismo, la plutocracia y el capitalismo ecocida, pero ponen inmensas cantidades de energía en una cultura vacía que lucha por cuestiones que a nadie, con un conocimiento real del poder, le importa.
Dominados por la fantasía
Tratar de hablar de esto con personas que todavía están conectadas a la cosmovisión imperial dominante, es como si Amazon tuviera un programa de dibujos animados para niños llamado Andy Amazon & Friends, y el público creyera que el programa de dibujos animados es Amazon…, sin saber nada sobre la expansión continua de la megacorporación billonaria que está devorando la economía global. Intentarías hablarle sobre (sobre lo que realmente es) la gigantesca empresa de comercio electrónico y ellos pensarían que estás hablando de la caricatura y objetarían que lo que estás diciendo no coincide con lo que saben sobre el programa y sus personajes.
Cuando logras ver lo real
Una vez que ves la corporación detrás de la caricatura, una vez que ves el imperio detrás del espectáculo de marionetas de la política oficial, lo ves en todas partes. Lo ves en los movimientos de la maquinaria de guerra imperial. Lo ves en los titulares de las noticias. Lo ves en las justificaciones y narrativas falsas que está difundiendo la clase política y mediática occidental. Lo ves en nuestro sistema educativo. Se ve en toda nuestra insípida cultura occidental dominante de diversión interminable y adoctrinamiento capitalista.
Entonces dejas de preocuparte por el espectáculo de marionetas. Dejas de preocuparte por las elecciones presidenciales, por Stormy Daniels y Donald Trump, por el tema de la guerra cultural del día y el último tema candente sobre el que todos dicen que es necesario tomar una posición. Se vuelve tan interesante como un video de Youtube donde se ve a una araña cazando a una mosca en su telaraña.
Hay una emergencia nuclear
Y el comportamiento del imperio es absolutamente una emergencia. Las escaladas contra Rusia y China, que estos monstruos están impulsando, tienen al mundo en una trayectoria que nos matará a todos (con un Armagedón nuclear), y los horrores que están infligiendo en Gaza y en otros lugares están creando una pesadilla en la Tierra aquí y ahora. El imperio se está volviendo cada vez más loco y violento, a medida que su dominación planetaria se vuelve más cuestionada, y hasta que la gente pueda verlo como lo que realmente es, será muy difícil generar la oposición pública necesaria contra esto, para usar el poder de nuestros números y obligarlos a detenerse.
Caitlin Johnstone es una periodista independiente apoyada por lectores de Melbourne, Australia. Sus escritos políticos se pueden encontrar en Medium y en su página de Facebook, facebook.com/CaitlinAJohnstone.
Leave a Reply