El trillonario presupuesto del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, junto con las inversiones de riesgo de la CIA, ayudó a crear gigantes tecnológicos, como Amazon, Apple, Facebook, Google y PayPal. Y luego el gobierno contrata los servicios de esas compañías para ayudar a sus operaciones militares y de inteligencia. Al hacerlo, hace que los gigantes de la tecnología sean aún más grandes. Para decirlo en otras palabras, es el Capitalismo Estatal de los EE.UU. creado después de la II Guerra Mundial y lo que dio paso al Complejo de la Industria Militar / Seguridad.
Por T.J. Coles
En los últimos años, las compañías tradicionales de la banca, la energía e industrias de Fortune 500, han estado perdiendo terreno frente a los gigantes tecnológicos como Apple y Facebook. Pero la tecnología en la que se basan surgió de la investigación y el desarrollo financiados por los contribuyentes de décadas pasadas.
Internet comenzó como ARPANET, una invención de Honeywell-Raytheon que trabajaba bajo un contrato del Departamento de Defensa (DoD). Los mismos satélites que permiten las comunicaciones modernas por Internet, también permiten a los aviones estadounidenses bombardear a sus enemigos, al igual que el GPS que permite a los minoristas en línea ofrecer productos con una precisión milimétrica. La tecnología de pantalla táctil de Apple se originó como una herramienta de la Fuerza Aérea de EE.UU. Los mismos drones que graban videos impresionantes son versiones modificadas de los Reapers y Predators.
Con dinero de contribuyente
La investigación del Departamento de Defensa financiada con impuestos de los contribuyentes —aunque esto puede ser un eufemismo, desde que el dinero también se obtiene de las emisiones de dinero de la Reserva Federal y a través de la venta de Bonos del Tesoro de EE.UU.— es la columna vertebral de la economía moderna y de alta tecnología. Pero estas tecnologías son de doble uso.
Las compañías que muchos de nosotros damos por sentado que son de capital privado y de la invención de presuntos “genios del capitalismo”, como Amazon, Apple, Facebook, Google, Microsoft y PayPal, están conectadas de manera indirecta y, a veces, muy directamente al complejo de la inteligencia militar de EE.UU.
Los contratos para Amazon
Un informe reciente de Open the Government (OG), una entidad defensora de la transparencia, revela el alcance de los contratos de Amazon con el Pentágono. Fundada en 1994 por Jeff Bezos, la compañía ahora tiene un valor de $1 trillón, lo que le da a Bezos una fortuna personal de $131 mil millones. El informe de OG muestra que gran parte del gobierno de EE.UU. “funciona ahora en Amazon”, tanto que el gigante de la tecnología está abriendo una sucursal cerca de Washington, D.C.
Los servicios proporcionados por Amazon incluyen contratos de nube, aprendizaje automático y sistemas de datos biométricos. Pero más que esto, Amazon está listo para disfrutar de un lucrativo contrato con el Pentagon IT, bajo el programa Joint Enterprise Defense Infrastructure, o JEDI, de $10,000 millones. El Pentágono dice que espera que la tecnología de Amazon “respalde la letalidad y aumente la eficiencia operativa”.
El informe revela lo que puede, pero gran parte de la información está protegido del escrutinio público, bajo los dos velos —de la seguridad nacional y el secreto corporativo. Por ejemplo, a todas las posibles ciudades anfitrionas de la segunda sede de Amazon se les pidió que firmen acuerdos de no divulgación. Pero no termina ahí.
Servicios de rastreo digital
Según el informe, Amazon suministró un software de vigilancia y reconocimiento facial a la policía y al FBI, y ha lanzado una tecnología que, según se informa, es inexacta y prejuiciosa respecto a la raza / género, entregada al Departamento de Seguridad Nacional para sus operaciones de lucha contra la inmigración.
El diez por ciento de las ganancias de la filial Amazon Web Services proviene de contratos gubernamentales. Los departamentos incluyen el Departamento de Estado, la NASA, la Administración de Alimentos y Medicamentos y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
En el 2013, Amazon ganó un contrato de servicios de nube comercial (C2S) de $600 millones con la CIA. C2S permitirá la toma y el reconocimiento de huellas dactilares de enormes bancos de datos. La segunda sede de Amazon se construirá en Virginia, el estado natal de la CIA. A pesar de las repetidas solicitudes, la compañía se niega a revelar cómo sus dispositivos personales, como Amazon Echo, se conectan con la CIA.
Pero Amazon es solo la punta del iceberg.
Los capitalistas de Google
Según un artículo de investigación exhaustiva: A mediados de los años 1990’s, los futuros fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, utilizaron fondos indirectos del Pentágono y otros fondos gubernamentales, para desarrollar rastreadores web y aplicaciones de clasificación de páginas. Casi al mismo tiempo, la CIA, la Dirección de Inteligencia y la Agencia de Seguridad Nacional, bajo los auspicios de la Fundación Nacional de Ciencia, financió el programa de Sistemas Digitales de Datos Masivos (MDDS).
Una publicación de Sergey Brin reconoce que recibió fondos del programa MDDS. De acuerdo con el profesor Bhavani Thuraisingham, quien trabajó en el proyecto, “la comunidad de inteligencia… proporcionó el capital base de Brin, que se complementó con muchas otras fuentes, incluido el sector privado”. La parte de Query Flocks del sistema patentado de PageRank de Google se desarrolló como parte del programa MDDS. Dos empresarios, Andreas Bechtolsheim (que creó Sun Microsystems) y David Cheriton, quienes habían recibido previamente dinero del Pentágono, fueron los primeros inversores en Google.
Al igual que Bezos, Brin y Page se convirtieron en multimillonarios.
Las relaciones con la CIA
El Proyecto Maven del Pentágono (o el Equipo de Funciones Cruzadas de la Guerra Algorítmica) se lanzó en el 2017 como una aplicación de aprendizaje automático para ayudar a los drones a diferenciar a los humanos de los objetos. Google proporcionó la tecnología y el personal, muchos de los cuales renunciaron en protesta después de que se reveló que el proyecto tuvo como objetivos iraquíes y sirios inocentes muertos.
En 1999, la CIA estableció una firma de capital de riesgo, Peleus; más tarde In-Q-Tel. Una de las empresas de In-Q-Tel fue la empresa de mapas Keyhole, comprada por Google a mediados de la década de 2000 y desarrollada en Google Earth. En unos pocos años, el personal militar estaba utilizando Google Earth para la búsqueda de objetivos en Afganistán. En el 2005, In-Q-Tel invirtió $2.2 millones en Google. En el 2010, la CIA y Google invirtieron en Recorded Futures, una compañía de seguimiento de medios sociales.
El programa de la “Policía Predictiva”
Otro multimillonario, Peter Thiel, creó PayPal y Palantir. Con $2 millones de inversión en In-Q-Tel, Palantir se lanzó en 2004 y proporcionó un análisis de datos para la CIA en Afganistán e Irak. Recientemente, fue probada en Nueva Orleans como parte del programa “Policía Predictiva” de la policía local. Palantir crea redes digitales de ciudadanos cuyos datos personales se obtienen a través de diversas fuentes. Las webs de Palantir muestran a la policía imágenes de presuntos sospechosos, potenciales y futuros, junto con subtítulos como “Colega de…”, “Vive con…”, “Propietario de…”, “Hermanos de…” y “Amante de…”.
Palantir también es utilizado por las autoridades de inmigración de Estados Unidos. A pesar de todas las acusaciones de intromisión rusa, tanto en las elecciones estadounidenses como en el referéndum Brexit en el Reino Unido, los principales medios de comunicación occidentales han subestimado el papel de los empleados de Palantir en el trabajo con Facebook para crear perfiles psicográficos de posibles votantes.
Pagando para que los espíen
Estos y otros ejemplos muestran que, además de tratar de dar forma al mundo en interés de las élites estadounidenses, el motivo ulterior del Pentágono es financiar la industria de alta tecnología para estimular nuevas economías. Esa misma alta tecnología, que existe en el llamado sistema de “libre empresa”, no solo crea monopolios, sino que lo hace con el dinero de los contribuyentes. Espiado y manipulado por las tecnologías que (ellos mismos) financian, el público, como consumidores, luego pagan por los servicios proporcionados por esos gigantes tecnológicos. Es un ciclo vicioso donde el público paga por todo.
Texto original: https://www.counterpunch.org/2019/05/22/vicious-cycle-the-pentagon-creates-tech-giants-and-then-buys-their-services/
Traducción: A. Mondragón
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