El Covid-19 lanza la Cuarta Revolución Industrial en China

Cuando en nuestro portal hablamos de un Nuevo Sistema Mundo, no solo nos referimos a un nuevo paradigma que está emergiendo desde Eurasia, inevitablemente, sino también al hecho de que ese nuevo sistema está sentando sus bases sobre una superioridad real en numerosos campos que, en su conjunto, desplazarán al viejo sistema. Como un ejemplo está el caso de que al implementar la tecnología de diagnóstico, detectando patrones con la Inteligencia Artificial, junto con una organización y tecnología superiores, China suprimió la pandemia con pocas pruebas.

Por David Goldman
Algunas guerras se ganan por desgaste, con bajas aproximadamente similares en ambos lados. Otras son competencias desiguales en las que la superioridad en tecnología u organización deja al lado perdedor con la mayoría de las bajas.
Las batallas antiguas con armas afiladas, en las que el bando que retrocedía y huía sufría la mayor parte del daño, reflejaban una organización superior.
Las batallas modernas con resultados desiguales reflejan principalmente una tecnología superior: el cañón de retrocarga de Prusia en 1870, la artillería naval de largo alcance de Japón en 1905 o la ventaja de la aviónica de Israel en 1982.
Pero la organización superior también logró resultados desiguales en la guerra moderna, por ejemplo, Alemania en 1940, Japón en Singapur en 1942 e Israel en 1967.

El Covid-19 como campo de batalla
China ha ganado lo que probablemente se registrará como la batalla decisiva por la hegemonía con los Estados Unidos sobre el Covid-19, empleando una combinación de organización y tecnología superiores. China, Corea del Sur y Taiwán demostraron la efectividad de las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial, utilizando inteligencia artificial y el big data.
Alemania y Japón, que no emplearon el rastreo de contactos electrónicos ni aplicaron la IA al análisis de patrones de contagio, lo hicieron casi tan bien en el control de la enfermedad con métodos convencionales de salud pública.
Sin embargo, a diferencia de China, Taiwán y Corea del Sur, Alemania y Japón no han logrado que la vida económica y cívica vuelva a la normalidad.
Nadie esperaba ni planeó esta batalla. De hecho, cuando comenzó, ninguno de los bandos lo vio como una batalla. China tampoco es el único ganador: todo el este de Asia mostró más o menos la misma habilidad para reprimir la pandemia, junto con Alemania, el único ganador entre las principales economías occidentales.

Un vasto experimento nacional
Estados Unidos y la mayor parte de Europa occidental aún continúan luchando. China aprovechó la oportunidad para realizar un vasto experimento nacional en la aplicación de la inteligencia artificial, y decenas de empresas emergentes están desarrollando las tecnologías aplicables.
Asia Times fue la primera organización de noticias en informar sobre el enfoque de alta tecnología de China para el control de virus (“China suprimió Covid-19 con inteligencia artificial y big data“, 3 de marzo de 2020). Desde entonces, se han obtenido más detalles sobre el uso de la IA en China para el control de epidemias, incluido un informe del instituto de investigación del gobierno chino CAICT, traducido por el Centro de Seguridad y Tecnología Emergente de la Universidad de Georgetown.
Un informe de agosto del 2020 de Emily Weinstein del CSET afirma: “La pandemia mundial actual, le ha dado a China la oportunidad de ampliar sus esfuerzos para aplicar la inteligencia artificial en las esferas pública y privada. Las empresas chinas están desarrollando y renovando sistemas de inteligencia artificial para el control y la prevención”.
La economía de China se está expandiendo, mientras que el resto de las economías del mundo industrializado se contraerá durante el 2020. Como el Fondo Monetario Internacional resume la situación en su “Perspectivas de la Economía Mundial” de octubre del 2020:
“Durante mayo y junio, cuando muchas economías reabrieron tentativamente tras el Gran Cierre, la economía mundial comenzó a escalar desde las profundidades a las que se había hundido en abril. Pero con la propagación y aceleración de la pandemia en algunos lugares, muchos países desaceleraron la reapertura y algunos están restableciendo cierres parciales. Si bien la rápida recuperación en China ha sorprendido al alza, el largo ascenso de la economía mundial a niveles de actividad prepandémicos sigue siendo propenso a retrocesos”.
Los asiáticos no solo suprimieron la primera ola de infecciones con tasas de mortalidad mínimas, sino que también demostraron su capacidad de recuperación, frente a la reciente segunda ola que, en la mayoría de los países occidentales, ha recuperado o superado las tasas máximas de casos de Covid-19 de la primavera y comienzo del verano.
Los casos reportados de coronavirus en EE.UU. han vuelto a su punto máximo de abril-mayo, y la tasa de mortalidad sigue siendo obstinadamente alta, alrededor de 700 por día, o una tasa anual de más de 200,000 por año. La tasa de infección en el Reino Unido es el doble del pico anterior y cuatro veces el pico anterior en Francia. Pero la segunda ola apenas ha atravesado el este de Asia.

El enfoque chino de la Inteligencia Artificial
Emily Weinstein de Georgetown señala en su resumen de los informes del gobierno chino:
“Xi Jinping ha hecho de la inteligencia artificial un enfoque principal de la innovación y el desarrollo de alta tecnología de China desde el 2012. Las políticas publicadas bajo su liderazgo abordan varios aspectos de la inteligencia artificial, desde aplicaciones militares hasta fabricación, preservación ecológica y atención médica. Las políticas orientadoras de alto nivel, como el “Plan de Desarrollo de la Inteligencia Artificial de Próxima Generación” del 2017, exigen un mayor uso de la inteligencia artificial en el desarrollo de sistemas inteligentes de atención médica y salud, y atención a las personas mayores”.
“La aparición del Covid-19 en diciembre del 2019 ha amplificado estos esfuerzos, ya que empresas chinas de todos los tamaños en los sectores relacionados con la IA, han desarrollado y rediseñado sistemas de IA para el control y la prevención de epidemias. El Libro Blanco del Consejo de Estado de junio del 2020, titulado ‘Lucha Contra el Covid-19: China en Acción’, afirma que China ha ‘utilizado plenamente’ la inteligencia artificial no solo para investigar, analizar y pronosticar las tendencias y desarrollos del Covid-19, sino también para rastrear personas infectadas, identificar grupos de riesgo y facilitar la reanudación de las operaciones comerciales normales”.

Las startup tecnológicas de China
Otros países asiáticos están adoptando la tecnología de China. El Ministerio de Economía de Japón informa que se están llevando a cabo 350 proyectos de ciudades inteligentes en 40 ciudades del Sudeste y Sur de Asia.
Japón está estudiando aplicaciones chinas para teléfonos inteligentes y análisis de datos para su posible inclusión en estos proyectos. Tencent y Alibaba introdujeron aplicaciones para teléfonos inteligentes a principios del 2020, que identifican a las personas con alto riesgo de exposición al Covid-19.
El uso de aplicaciones para teléfonos inteligentes se ha informado ampliamente en Occidente, pero ahora hay una tecnología mucho más sofisticada disponible comercialmente en China.
El informe del grupo de expertos chino, traducido por el CSET de Georgetown, observa que la startup tecnológica china Airdoc “utiliza dispositivos inteligentes, incluidos escáneres de retina y sensores de inteligencia artificial, para evaluar la condición vascular de los empleados, la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca, la respiración y otros datos, junto con datos sobre el comportamiento reciente de los empleados, para revisar rápida y eficazmente los riesgos de que los empleados regresen al trabajo”.
Airdoc se formó en el 2015 “por equipos de productos de tecnología central de las principales empresas como Microsoft, Google, Yahoo, Sina, Johnson & Johnson, Pfizer, etc.”, según el sitio web de la empresa.
Otra startup china, Beijing SEEMMO Technology, “desarrolló THOR, un sistema inteligente de medición de temperatura y alerta temprana que emplea cámaras de temperatura corporal de alta precisión, junto con la detección facial inteligente, seguimiento de objetivos y algoritmos de reconocimiento facial para” tomar y registrar automáticamente las temperaturas de las personas en todos los puntos de control de acceso, sin contacto ni sensación”.
La compañía “afirma que el sistema puede tomar las temperaturas de 100 personas por minuto y que ya se está implementando en comunidades, parques, campus, metros, estaciones de autobuses, aeropuertos y otras áreas públicas concurridas”.
Beijing Infervision Technology, agrega el grupo de expertos chino, “desarrolló un software que puede buscar síntomas y características asociadas con el Covid-19 en tomografías computarizadas. El algoritmo de Infervision supuestamente puede detectar características de Covid-19, a diferencia de otras infecciones respiratorias, en imágenes pulmonares. El software se ha implementado en 34 hospitales en China”.

Saber lo que se está buscando
El rápido despliegue de tecnología de diagnóstico y el uso de la IA para detectar patrones e identificar posibles grupos de infección, explica por qué los países asiáticos suprimieron la pandemia con una tasa de pruebas mucho más baja que EE.UU. o el Reino Unido. Estados Unidos ha evaluado a más de un tercio de su población hasta la fecha, mientras que el Reino Unido ha examinado a más del 42%.
Japón ha evaluado solo al 2% de su población, Taiwán al 4% y Corea del Sur al 5%. China informa que evaluó al 11% de su población. El rastreo de contactos y el análisis de los resultados enfocan las pruebas en áreas probables de infección.
Cuando no se sabe lo que se está buscando, como en EE.UU. y Gran Bretaña, tienen que hacer pruebas en todas partes.
Las aplicaciones de IA en el Este de Asia ayudaron a controlar el Covid-19, pero el Covid-19 también proporcionó un vasto laboratorio para desarrollar y perfeccionar las aplicaciones de IA.

Una crisis que no desperdiciaron
Los chinos nunca dejaron que una buena crisis se desperdiciara y el Covid-19 proporcionó una plataforma de lanzamiento para los científicos de datos y empresarios de China. La crisis del Covid-19 bien puede denotar el ascenso de China al liderazgo en la Cuarta Revolución Industrial.
Después de todo, la inteligencia artificial requiere enseñar a las computadoras, que son intrínsecamente estúpidas, a identificar los marcadores de diferenciación. La calidad del análisis depende del tamaño del conjunto de datos.
La informática no podría haber ideado un conjunto de datos más útil para el desarrollo de la IA que la propagación del virus Covid-19. El ejercicio requiere una gestión sofisticada en tiempo real de conjuntos de datos que involucran un número increíblemente grande de observaciones individuales y la capacidad de correlacionar datos de ubicación, médicos y demográficos, con muestreo de población mediante pruebas forenses.
La IA ayudó a controlar la pandemia, pero la pandemia le dio a la IA china un impulso sin precedentes. Occidente ni siquiera ha comenzado a abordar el problema. Y esa es la observación más preocupante de todas.

David Paul Goldman es un economista, crítico musical y autor estadounidense, mejor conocido por su serie de ensayos en línea en el Asia Times bajo el seudónimo de Spengler.

Este artículo fue publicado originalmente en https://asiatimes.com/2020/10/covid-19-launches-the-fourth-industrial-revolution/ y republicado en http://www.ruthfullyyours.com/2020/10/19/covid-19-launches-the-fourth-industrial-revolution-in-china-david-goldman/ de donde se hizo la traducción al español.
Traducción: A. Mondragón

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