El ocaso del petrodólar y el amanecer Euroasiático… por “Mandato del Cielo”

Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos potencian al BRICS en desmedro de Occidente. El Nuevo Sistema Mundo Euroasiático adquiere un poderoso y definitivo impulso gracias al Sur Global.

El Tao engendra al uno,
El uno engendra al dos,
El dos engendra al tres,
Y el tres engendra a las Diez Mil Cosas.
Las Diez Mil Cosas llevan el yin y abrazan el yang,
Alcanzan la armonía combinando estas fuerzas.

Por Alexandr Mondragón y Wilder Buleje
Hace 5 años y 6 meses publicamos “La Guerra en la Muralla Invisible, en la transición hacia un Nuevo Sistema Mundo Capitalista Euroasiático”: “Imaginen por un momento que ustedes están caminando sobre una vereda en vía recta y, a la distancia, observan a un tipo fortachón que está golpeando a un sujeto, al cual lo deja sangrando en el suelo. Entonces el fortachón continúa su camino en dirección hacia donde usted se encuentra caminando y extiende los brazos, abarcando toda la vereda, unos 3 metros antes de cruzarse en su camino. ¿Qué haría usted?
“Un guerrero sabio… eludiría al matón en el camino y acudiría en ayuda de la víctima que quedó sangrando —convirtiéndose en su amigo y aliado. Pero la historia no termina allí, ambos prosiguen en el camino y, a cada cierto tramo, encuentran a otras víctimas del matón, a quienes también ayudan y, en consecuencia, se convierten en amigos y aliados que continúan andando el sendero. Pero el camino, como el tiempo y el espacio, no es lineal… Y debido a que el espacio se dobla a sí mismo”… todos vuelven a encontrarse, pero en una realidad distinta.
¿Cuál es la nueva realidad o dimensión?: El Fin del Viejo Sistema Mundo Occidental —del matón que impone “Haz lo que yo digo, no lo que yo hago”— y el nacimiento de un Nuevo Sistema Mundo Euroasiático (NSME) —del sabio que dejó “que el búfalo jale el arado”, porque “Mientras uno descansa, es el enemigo quien se cansa” …500 años después por «Mandato del Cielo» —una alegoría al concepto de la milenaria civilización china que favorecería las empresas y el poderío del gobernante justo, pero que dejaría sin protección al gobernante déspota, permitiendo que otras fuerzas destruyan su régimen y transfería entonces el poder político a otro individuo que poseyera dotes de mejor gobernante.

Resolviendo la ecuación del poder
Una sucesión de acontecimientos precipitó este ‘momentum’. Aunque debe advertirse que la ruta ya estaba definida y el destino era inexorable, según la tesis de Immanuel Wallerstein que tiene como base la teoría de los grandes ciclos económicos del ruso Nikolai Kondrátiev y los postulados geopolíticos del geógrafo inglés John Halford Mackinder.
Repasemos. En 2019 se completó una tenaza gasífera de rusia sobre Eurasia. En el lado occidental ingresaba por Alemania a Europa a través del Nord Stream I y II. Por el otro extremo, cerraba el circuito con Fuerza de Siberia con destino al más grande mercado de consumo: China.
Es muy probable que esta movida energética haya provocado una sobrerreacción en las altas esferas de la Gran Cábala en contra del binomio chino-ruso, puesto que la Pandemia por Covid-19 empezó golpeando al gigante asiático a las pocas semanas de inaugurado el Fuerza de Siberia.
La parálisis del mundo estaba pensada para debilitar a China y sus relaciones económicas con el mundo. Sucedió todo lo contrario. El factor sorpresa duró muy poco y los chinos con planes de control de las grandes ciudades mitigó las consecuencias de la pandemia.
En ese juego maquiavélico de mantener el statu quo internacional, es de decir la preeminencia del Sistema Mundo Occidental, la siguiente víctima debía ser Rusia. Tal como había ocurrido en las dos guerras mundiales del siglo XX, que buscaron sin éxito un cambio en el core euroasiático. Empero, los rusos también estaban preparados y respondieron con su Operación Militar Especial sobre Ucrania. Es decir, la Madre Rusia acabó con su papel de víctima y esta vez tomó la iniciativa y respondió con las armas.
Una primera medida de fuerza de Occidente fue la destrucción de uno de los ramales del flamante Nord Stream II que obligó al cese del flujo del gas hacia Europa. Este paso estaba diseñado, según la propaganda anglosajona, para impedir el chantaje energético ruso sobre Europa. Sin embargo, la realidad demostró que ahora los países del Viejo Continente son más vulnerables económicamente sin el gas que transportaba el Nord Stream.

El Taoísmo del BRICS Plus
Ese es el contexto en el cual se manifiesta la nueva realidad del BRICS y el Sur Global —”Las Diez Mil Cosas” que “alcanzan la armonía combinando estas fuerzas”— que se hizo patente en la reciente Cumbre del BRICS que tuvo lugar en Sudáfrica entre el 22 y 24 de agosto, que —conociendo la sabiduría y la sapiencia oriental— trajo consigo el anuncio tácito de cuatro hechos que ya están causando un gran movimiento de las placas tectónicas que causarán un cambio en el eje del Sistema-Mundo —como ya lo había advertido Immanuel Wallerstein a finales del siglo pasado, aunque sin precisar quiénes iban a ser los grandes protagonistas. Estos hechos son:

La defunción del petrodólar: Tras la inclusión de Arabia Saudita al BRICS, mediante su asombrosa incrustación de seis nuevos miembros con su indeleble marca distintiva del petróleo/gas, cuatro de ellos de Medio Oriente: Egipto, Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Y con la altamente probable inclusión de Venezuela, Bolivia, Argelia, Bielorrusia y Kazajistán, en la cumbre número 16 en Kazán, el 2024, eso le otorgaría a los BRICS el control de 90 por ciento de la producción global de gas y petróleo, “¡un genuino game changer energético que sepulta al petrodólar!”, como afirma Alfredo Jalife-Rahme.

Desacoplamiento del Sur Global de Occidente: La Declaración de Johannesburgo II —”Nos comprometemos aún más a fortalecer el marco de cooperación mutuamente beneficiosa de los BRICS bajo los tres pilares de la cooperación política y de seguridad, económica y financiera, y cultural y entre los pueblos, y a mejorar nuestra asociación estratégica en beneficio de nuestros pueblos”— es la tácita separación del Sur Global del “orden basado en reglas” de Occidente, que se hace evidente con la expansión de los BRICS. Así, el Sur Global abandonará la “diplomacia del garrote y la zanahoria” del Imperio del Caos, y se mudará a unos nuevos edificios, abandonando las ruinosas viviendas que le proveía el Imperio del Caos.

El nacimiento del NSME: Como una ironía, la Cumbre de los BRICS fue tácitamente la partida de nacimiento del NSME, en donde en el mediano y largo plazo —“Ten paciencia. Espera a que el barro se asiente y el agua se aclare. Permanece quieto hasta que la acción correcta surja por sí sola”, Lao Tze— el eje del Sistema-Mundo se trasladará a la Gran Eurasia (Rusia, China y el resto de Asia) con un nuevo Core Multipolar a lo largo del Siglo XXI, lo que implicará que cuando tenga un vasto poder geopolítico, geoeconómico y geofinanciero, las grandes decisiones ya no serán tomadas por el Imperio del Caos, con sus vasallos de Europa Occidental haciéndole comparsa y coro, sino por el Core del NSME.

El dominio de la Isla Mundo: En un tiempo que no se puede precisar pero que hasta los analistas occidentales ya temen y prevén, hay una guerra de poderes por la conquista de Isla-Mundo —donde “El Ganador lo Tomará Todo”—, la propuesta que John Halford Mackinder postuló en 1904, proponiendo a Occidente que lo conquistara —lo cual cimentó las bases para un siglo de conflictos globales y que hasta hoy en día perdura— cuando dijo: “Quien gobierne en Europa del Este dominará el Heartland (el vasto territorio de Rusia a principios del Siglo XX); quien gobierne el Heartland dominará la Isla-Mundo; quien gobierne la Isla-Mundo controlará el mundo”. Pero que ahora irónicamente será conquistada por quienes el propio Mackinder temió.
Una nueva era está comenzando. Obviamente, no será nada fácil, el Imperio hará lo imposible por evitarlo, pero el tiempo de sus oportunidades ha acabado.

Ahora veamos cada uno de los cuatro hechos por separado.

La partida de defunción del petrodólar
Durante la cumbre en Sudáfrica, no sucedió el tan esperado anuncio de la nueva moneda de los BRICS, como un reto frontal al dólar estadounidense, como lo escribió el autor y banquero de inversiones James Rickards en “Los días del gran Rey están Contados”, ver aquí y aquí.
Sin embargo, hay que precisar que el titular estuvo 100% correcto, aunque no ocurrió el nacimiento de una nueva moneda. Irónicamente, lo que tuvo lugar fue la partida de defunción de otra moneda: el Petrodólar, e implícitamente a largo plazo del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial, como el propio Rickards lo dijo en otro artículo posterior a la cumbre, remarcando que: “La ampliación de la membresía de los BRICS también marca el comienzo del fin de la era del petrodólar. La membresía de Arabia Saudita en los BRICS es un gran paso en esa dirección. Por eso la admisión de nuevos miembros y el lanzamiento de una nueva moneda (más adelante) no pueden considerarse de forma aislada.
Son dos partes de un proyecto común. La ampliación de su membresía es precisamente lo que hace que la nueva moneda sea más factible —solo habrá que tener paciencia como dijo Putin: “La cuestión de la moneda única de liquidación es una cuestión compleja, pero avanzaremos hacia la solución de estos problemas de una forma u otra”.

El impacto geoeconómico
Señalamos que el velorio del petrodólar fue en Sudáfrica porque, como lo explica el analista geopolítico Pepe Escobar, el impacto geoeconómico de los BRICS 11 —y su eventual expansión con la inclusión de otras naciones ricas en petróleo y gas— está a punto de “literalmente romper el banco en los frentes del mercado de energía y materias primas” a escala planetaria.
“Al incorporar a Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, los BRICS 11 brillan instantáneamente como una potencia del petróleo y el gas”, controlando “ahora el 39% de las exportaciones mundiales de petróleo; el 45.9% de las reservas probadas; y al menos el 47.6% de todo el petróleo producido a nivel mundial… (y) dado que los BRICS 11 posiblemente incluyan a Venezuela, Argelia y Kazajstán como nuevos miembros ya en el 2024, podrían controlar hasta el 90% de todo el petróleo y el gas comercializados a nivel mundial”, según InfoTEK, citado por Escobar en un análisis posterior a la cumbre.
En otras palabras, es la “Crónica de una muerte anunciada”, la del petrodólar como la única moneda de cambio de los recursos energéticos a escala global.

Medio siglo después
“Una Arabia Saudita directamente alineada con Rusia, China, India e Irán ofrece un sorprendente contrapunto a la crisis petrolera provocada por Estados Unidos a principios de los años 1970, cuando Riad comenzó a revolcarse en petrodólares”. Cincuenta años después —aplicando la sabiduría oriental de “que el búfalo jaló el arado”, porque “Mientras uno descansa, es el enemigo quien se cansa”— “Esto representa la siguiente etapa del acercamiento iniciado por Rusia y finalizado por China entre Riad y Teherán, sellado recientemente en Beijing”, dice Escobar en otro análisis de la cumbre.
Así —cuando “Las Diez Mil Cosas… alcancen la armonía combinando estas fuerzas”— luego de que el “Occidente colectivo pierda su poder para controlar los precios mundiales del petróleo y, posteriormente, los medios para hacer cumplir sus sanciones unilaterales”, será el Sur Global el que emerja como el Core geofinanciero del mundo.
Pero la muerte del petrodólar es solo el anticipo del destronamiento del dólar como la moneda de predominancia mundial. ¿Por qué?

Uso y abuso excesivo
¿Qué hay detrás de esta búsqueda para deshacerse del petrodólar y eventualmente del dólar? En gran parte, como dice Rickards, “es una respuesta a la militarización del dólar por parte de EE.UU. mediante el uso de sanciones”, impuestas desde hace décadas a quien no obedezca las órdenes del Imperio del Caos.
¿Cómo EE.UU. logró este poder? El dólar estadounidense alcanzó su condición de “principal moneda de reserva mundial”, después de la II Guerra Mundial, cuando —y ese fue el propósito del conflicto global— Europa, Rusia, Japón, que eran las economías más desarrolladas antes del conflicto, quedaron devastadas y EE.UU. emergió, virtualmente intacta, como la única superpotencia —con su aparato industrial incólume— para imponer el dólar, respaldado por el oro, como la moneda de cambio y reserva global.

Desenganchados del oro
Sin embargo, el dólar perdió su vínculo con el oro en 1971, tras una decisión del entonces presidente Richad Nixon —es decir EE.UU. se desentendió con la obligación de entregar oro a cambio de los dólares, ese fue el primer signo de su prepotencia imperial y lo pudo hacer porque estaba en el pináculo de su poder— pero siguió siendo la principal moneda de reserva debido al acuerdo de petrodólares que Nixon y Kissinger lograron en 1974 con Arabia Saudita y, eventualmente, con otras petromonarquías.
Desde entonces y cada vez más desde la década pasada: El mundo se inundó con un tsunami de trillones de dólares “a través de una combinación de impresión de dinero de la Reserva Federal y déficit comercial de Estados Unidos”, explica Rickards. Es decir, el Imperio podía adquirir cualquier cosa del mundo con solo imprimir papel moneda de la nada o simplemente teclear un número en una computadora y, además, exportar su hiperinflación al resto del planeta —obviamente con el garrote de su vasto poderío armamentístico, con casi 1.000 bases militares por todo el mundo, para imponer el edicto: “Haz lo que yo ordeno, no lo que yo hago”.
Sin embargo, como todos lo sabemos, nada dura para siempre.

El harakiri de las sanciones
“Las dificultades comenzaron en la década de 1990 y principios de la del 2000, cuando EE.UU. utilizó sanciones financieras para castigar a enemigos como Irán, Corea del Norte, Venezuela y”, tras la invasión de Ucrania —una jugada maestra de Putin y Xi— “Estados Unidos congeló las reservas del Banco Central de Rusia, y esa fue la última gota para Rusia y el mundo”, señala Rickards.
Así, el uso excesivo del dólar como un arma —económicamente nuclear, solo basta mirar lo que ha causado en Cuba y Venezuela, esta última con millones de emigrados a causa de la miseria de los últimos 8 años— ha causado que un enorme sector del Sur Global comience a abandonar esa moneda para evitar el impacto de las sanciones. De hecho, ellos lo sabían hace tiempo. Sin embargo, no había otra opción. Para retomar nuestra alegoría de hace 6 años, el gandalla del Sistema Mundo es el dueño de los edificios financieros malolientes y lleno de buitres, donde viven los inquilinos del Sur Global, quienes por décadas pagaron sin remedio la renta para sobrevivir.

Abandonando los viejos edificios
Pero ahora existe una alternativa —una que no podía haber sucedido sin el espectacular crecimiento e hiperdesarrollo económico y financiero de China, al comando del NSME y la IV Revolución Industrial— con el establecimiento de los BRICS Extra Large —la inclusión de la mayoría del Sur Global a lo largo de la actual década— como si fuera un nuevo y moderno complejo de edificios y apartamentos, basado en “relaciones especiales y estratégicas con las naciones BRICS promueven principios comunes. Y lo más importante, la firme creencia en el principio de respeto a la soberanía, la independencia y la no interferencia en los asuntos internos”, como lo declaró el ministro saudita de Asuntos Exteriores, el príncipe Faisal bin Farhan, durante la reciente cumbre.
O como lo han expresado los analistas del Laboratorio Europeo de Anticipación Global, quienes escribieron: “Aunque la posición de China en la escena mundial es compleja por la situación en Ucrania, su posición económica es más asertiva y ahora puede ofrecer una alternativa a las ahora frágiles instituciones surgidas de los acuerdos de Bretton Woods”, impuestas por el Imperio al finalizar la II Guerra Mundial.

Desacoplamiento del Sur Global de Occidente
Este es el epicentro del segundo terremoto en el eje del Sistema Mundo, que lo cambiará por completo en las décadas por venir. La expansión de los BRICS no es solo el pragmatismo del principio taoísta de la unión y la armonía de las “diez mil cosas” del “Sur Global”, sino principalmente su desacoplamiento de Occidente, puesto que su avance colectivo, como dice Escobar, es una realidad palpable en base a la edificación de proyectos concretos —es decir, la edificación de nuevos proyectos para que el Sur Global abandone los viejos e insalubres edificios del “Patrón del Mal”.
“En los últimos 10 años desde el anuncio de la BRI (Las Nuevas Rutas de la Seda), primero en Astaná y luego en Yakarta, las instituciones financieras chinas han prestado casi 1 billón de dólares para proyectos de conectividad de infraestructura en todo el Sur Global. El próximo foro BRI en Beijing señalará un impulso renovado. Esa es la simbiosis BRI-BRICS”, explica Escobar.
Así: “Con la incorporación de seis nuevos miembros que añaden influencia geoestratégica y profundidad geográfica a los –alguna vez– titubeantes BRICS, la institución multilateral está cobrando ahora el impulso necesario para restablecer las relaciones internacionales”.
Esto es “histórico”, como dijo el presidente de China, Xi Jinping. Y no son meras palabras, puesto que China no solo es la Fabrica Mundo y líder en proyectos de infraestructuras, también está al comando de la IV Revolución Industrial —con una clara ventaja sobre el Imperio del Caos— en camino a edificar la Ruta Cuántica, ver aquí y aquí.
Entonces ¿qué implica el desacoplamiento del Sur Global de Occidente? Cuando en el Norte es el Invierno en el Sur es Verano, una alegoría a las ondas de Kondrátiev, también llamadas los ciclos largos de la actividad económica, descritas como fluctuaciones cíclicas de largo plazo, con forma sinusoidal, de la moderna economía mundial capitalista —que debe su nombre al economista soviético Nikolái Kondrátiev.

El verano Kondrátiev del NSME
En el 2017 —el mismo año que nosotros hicimos la advertencia de que la presencia de China en Siria era un tácito mensaje a Occidente: “…porque así como ‘América es para los Americanos’… a partir de ahora ‘Oriente es para los Orientales’. Y aquel que ose cruzar la nueva muralla, en contra de nuestra seguridad nacional, debe atenerse a todas las consecuencias” — la revista The Economist publicó una enigmática portada en donde un tigre asiático abandonaba el invierno (con el perfil de Adam Smith) y se dirigía en dirección opuesta. ¿A dónde? Bueno, como lo analizamos a finales del 2021, ahora es claro que el tigre asiático representa a Asia y el Sur Global, alejándose de Occidente y dirigiéndose a su propio destino: El Nuevo Sistema Mundo Euroasiático. Ese es el tercer hecho que emerge de la reciente Cumbre de los BRICS.
Y como en todo nacimiento es necesario un proceso de desarrollo y crecimiento —como la semilla de la mostaza: “Aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un árbol muy grande, hasta el punto de que vienen los pájaros del cielo a anidar en sus ramas”— en el mediano y largo plazo —“Ten paciencia. Espera a que el barro se asiente y el agua se aclare. Permanece quieto hasta que la acción correcta surja por sí sola”, Lao Tze— es plausible decir que —en base a las proyecciones de los indicadores económicos que señalaremos más adelante— estamos ante el plausible inicio de un “Verano Kondrátiev” de enorme crecimiento económico —en base a la IV Revolución Industrial de la Inteligencia Artificial, las comunicaciones 5-G y 6G, la computación cuántica y la Big Data— que en el mediano y largo plazo harán que el eje del Sistema-Mundo se trasladará a la Gran Eurasia (Rusia, China y el resto de Asia) con un nuevo Core Multipolar a lo largo del Siglo XXI, lo que implicará que, cuando tenga un vasto poder geopolítico, geoeconómico y geofinanciero, las grandes decisiones ya no serán impuestas por el Imperio del Caos, con sus vasallos occidentales, sino por el core multipolar del NSME.

Cimentando el poder geoeconómico
El poder geopolítico, geoeconómico y geofinanciero, no es solo una idea. Ya es una realidad en sus primeros pasos.
Hoy en día: “La paridad del poder adquisitivo (PPA) del PIB global de los BRICS 11, tal como está, es ahora del 36% (ya mayor que la del G7), y la institución abarca ahora al 47 por ciento de la población mundial”, según el reporte de Escobar.
Y agrega: “La ONU enumera 152 naciones del mundo como ‘países en desarrollo’. Los BRICS 11 apuntan a ellos, ya que superan al Norte Global en todo, desde el crecimiento demográfico hasta la contribución general al crecimiento del PIB global medido por PPA”.
Ahora, imagine como será cuando el Sur Global se suba al tren bala de los BRICS.
Y los economistas y analistas occidentales también lo admiten. Según un informe reciente de Goldman Sachs, se prevé que el equilibrio del poder económico mundial cambiará drásticamente en las próximas décadas.
Las cifras actuales y las proyecciones de los propios economistas y analistas de occidente prevé que, hacia el 2050, las economía del Sur Global abarcarán dos tercios del Producto Bruto Interno (PBI) de la economía global, como lo puede ver en el gráfico de abajo, de acuerdo a las proyecciones de Goldman Sachs.


En el gráfico, Marcus Lu de Visual Capitalist visualiza las previsiones del PIB real de Goldman Sachs para el año 2050 utilizando un diagrama de Voronoi.

“Más específicamente, los analistas creen que Asia pronto podría convertirse en el mayor contribuyente regional al PIB mundial, superando a las potencias económicas tradicionales agrupadas en la categoría de Mercados Desarrollados (DM)”, según un reporte de Zero Hedge.
Y si usted, estimado lector, aún duda del poderío expansionista del Sur Global, como un eje del NSME, en una serie de gráficos que se reproducen abajo, Marcus Lu y Bhabna Banerjee de Visual Capitalist brindan una descripción general basada en datos de cómo la expansión de los BRICS aumentará la influencia y el alcance del grupo.

Los gráficos abarcan la Proporción de los BRICS en cuatro áreas: el PIB mundial, la Población mundial, la Producción del petróleo y las exportaciones globales.
En este contexto, Tyler Durden hace la pregunta irónica: “¿Quién más quiere unirse?”.
Según Reuters, hay más de 40 países que han expresado interés en unirse a BRICS. Sin embargo, un grupo de 16 países ya ha solicitado ser miembro. Y aunque a medida que el grupo crece en tamaño, las diferentes opiniones y prioridades entre sus miembros podrían crear tensiones en el futuro —en la reciente Cumbre hubo ciertas tensiones para la admisión de los nuevos miembros, pero la hábil diplomacia ruso-china los superó, y como dijo Xi: “Cualquiera que sea la resistencia que pueda haber, los BRICS, una fuerza positiva y estable para el bien, seguirán creciendo”—, lo que sí es seguro, dice Durden, “es que muy pronto será necesario un nuevo acrónimo para el grupo”.

¿Cuál será el próximo polo de desarrollo?
Sin duda alguna, los grandes capitales del mundo se moverán hacia el Asia Central. Esa enorme porción de desiertos y tierras áridas serán reconvertidas en nuevas ciudades que quedarán a la vera de la Ruta Cuántica que unirá los nuevos centros de poder (China, Rusia, Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Turquía) con Europa Oriental y Occidental —esta última si, finalmente, también decide desacoplarse del Imperio del Mal, de la cual son vasallos desde 1945.
Las grandes obras de construcción del presente siglo culminarán con el desarrollo urbanístico e industrial del norte y el oeste de China. Desde ahí se trazarán las nuevas versiones de la Ruta de la Seda con destino a Europa. Un símil de la conquista del Far West americano, pero a base de tecnología, ingeniería y comercio. Sin pistoleros afiebrados por vetas de oro, ni poblaciones arrasadas por la codicia.
Los nuevos trenes de alta velocidad garantizarán la llegada de mercancías y viajeros de Londres a Beijing en menos de 24 horas. Nuevas líneas de este sistema de transporte podrían modificar el paisaje ruso en la despoblada Siberia —por no decir que ellos ya conquistaron el Ártico, desde donde extraen las ingentes cantidades de gas y que es garantía de una sobrevivencia económica por varias décadas más (era imposible que Mackinder supiera de esta riqueza, pero ciertamente estaba en lo correcto a señalar que quien dominara el Heartland, tendría el poder para dominar el mundo). En fin, megaproyectos factibles en función del crecimiento o repoblamiento de enormes zonas que esperan una mejor oportunidad.

“Ya estamos en un mundo posestadunidense”
Y si aún duda de lo que ya está en camino, el reconocido economista estadounidense Jeffrey Sachs no la tiene: “Ya estamos en un mundo posestadunidense y posoccidental. Estamos en un mundo verdaderamente multipolar. Estamos en un mundo en el que los países BRICS son más grandes que los países del G7, […] y EE.UU. no acepta esa transición”, comentó.
Pero también advirtió que “Podríamos dirigirnos hacia un mundo de conflictos y desastres masivos, o podríamos dirigirnos hacia un mundo en el que algún líder inteligente y no octogenario de EE.UU. se levantara y dijera: ‘Ya no necesitamos tanto a la OTAN, pero lo que sí necesitamos es tener relaciones normales con China, India, Rusia, Brasil y la UE, y de repente las cosas serían muy distintas”, concluye el experto.
Y la advertencia es sensata, porque como es usual el Imperio del Caos, a través de su (ya obsoleto) libro de jugadas, suele responder por la vía artera del poder de las armas —el gran negocio del Complejo de la Industria Militar— que puede resultar más peligroso. “Como en la primera cumbre trilateral celebrada en Camp David el 18 de agosto entre el Imperio y dos vasallos asiáticos, Japón y Corea del Sur. Esto puede interpretarse como el primer paso hacia una OTAN asiática político-militar aún más tóxica que el Quad o AUKUS, obsesionada por contener simultáneamente a China, Rusia y Corea del Norte”, según Escobar.
Pero China y Rusia tampoco están cruzadas de brazos en el ámbito militar y, después de todo, el trío de mega-potencias nucleares sabe muy bien que destruir el planeta no sería un negocio para nadie.
¿Entonces qué sucederá cuando el NSME sea el eje del Sistema-Mundo, a lo largo del Siglo XXI y más allá? La respuesta es el cuarto hecho que, a lo largo del presente siglo, en un tiempo que no se puede precisar, pero que hasta los analistas occidentales ya temen y prevén, tendrá lugar la conquista de Isla-Mundo que Mackinder planteó en 1904 —no por Occidente, como él pensó que podía suceder.
Y el propio Rickards lo admite cuando escribe: “Los BRICS se están acercando a las visiones duales de Halford Mackinder, el teórico geopolítico cuya noción de Isla Mundial y el Heartland estaban ambas basadas en Asia, y a Alfred Mahan, el estratega naval cuya teoría del poder marítimo enfatizaba el control de estrechos críticos y otras áreas marítimas —puntos de estrangulamiento.
“Los BRICS están consolidando el control físico de los ejes terrestres y marítimos de la historia”.
Eso también lo anticipamos, elaborando una especie de rompecabezas histórico sobre la base de los trabajos de Mackinder, Nikolai Kondrátiev e Immanuel Wallerstein, que, desde nuestro punto de vista, es la mejor forma de entender la historia mundial desde principios del Siglo XX —la lucha de poderes por la conquista del Heartland y la Isla-Mundo.

La segunda profecía por cumplirse
Hace más de tres años y medio escribimos que “El futuro del nuevo Sistema Mundo está en juego. Eurasia tiene las mejores cartas ante un desconcertado Occidente. Como lo temía Mackinder —¡hace más de un siglo!— la fortaleza de Rusia frenó el ímpetu imperial de la Gran Cábala anglosajona para dominar Eurasia (desde los intentos de Wall Street de controlar la Revolución Bolchevique, aunque parezca increíble). Y el apogeo de China en el Siglo XXI galvanizó la región asiática. La relación simbiótica que mantienen ambos, forjada en las dos últimas décadas) los deja en mejor posición para manejar no solo la Gran Eurasia sino también la Isla-Mundo”.

¿Ustedes pueden imaginar la Isla-Mundo ampliada, con Latnoamérica integrada desde un plausible Canal de Nicaragua hasta la Patagonia Argentina y el Ártico?

¿América, de Imperio a satélite?
Y a principios del 2020 —poco antes de que la Pandemia por Covid-19 irrumpiera como una “catalizador de la gran batalla entre el agónico Sistema Mundo Occidental… y el Nuevo Sistema Mundo Euroasiático por la conquista de la Isla Mundo— escribimos: “El temor del Imperio de la Cábala Angloamericana puede verse muy claramente en el Mapa de la Isla-Mundo, como usted ya lo debe haber observado en este artículo, donde América del Norte, América del Sur, Gran Bretaña, Japón, Australia e islas menores —como escribió Mackinder— son meros satélites de la Isla-Mundo.
“Hay un océano”, explicó Mackinder, “que cubre nueve doceavos del globo; hay un continente —la Isla-Mundo— que cubre dos doceavos del globo; y hay muchas islas más pequeñas… que juntas cubren el doceavo restante”.

El Neo Capitalismo Euroasiático
“En este contexto”, escribimos, “la comprensión de Mackinder de la relación entre geografía e historia, sin lugar a duda, fue entendida hace mucho tiempo por los grandes estrategas chinos y rusos, y obviamente el mayor temor del Imperio Occidental era que los propietarios territoriales de Eurasia —y no un Imperio manejado desde el otro lado del mundo— sean sus propios arquitectos con la “pólvora occidental” recargada —el Neo Capitalismo Euroasiático”, algo que fue advertido un cuarto de siglo antes.
“Sobre lo anterior, en 1997 Zbigniew Brzezinski, una de las mentes geopolíticas más importantes de Estados Unidos en el Siglo XX recordó en un libro suyo —El Gran Tablero Mundial— las advertencias de Mackinder, al visualizar que a largo plazo Estados Unidos sería amenazado por una “gran coalición” de China y Rusia, “unida no por la ideología sino por reivindicaciones complementarias”.
Entonces, desde una perspectiva histórica —en esta Guerra de Civilizaciones que Occidente no ha comprendido o simplemente se equivocó abismalmente, como lo hizo Samuel Huntington en 1996—, las “reivindicaciones” que China y Rusia buscan son una revancha por las desgracias que sufrieron bajo los imperios del Sistema Mundo Occidental a lo largo de los dos siglos pasados, incluso hasta el presente siglo, provocadas por el círculo de la Cábala Angloamericana que dirige el Imperio del Caos, plagado de una suprema arrogancia y altanería, a causa de sus éxitos temporales. Fue Mao Tse Tung quien previó que esa sería la gran enfermedad letal del Imperio Occidental cuando, en su reunión con Nixon en 1972, le dijo al mandatario estadounidense: “La historia es un síntoma, el diagnóstico somos nosotros”.

El Rimland será el Core
Hoy casi cuatro años después de nuestra previsión, esa posibilidad es evidente como lo revelan diversos analistas, como los de Portfolio Wealth Global  que tituló una carta informativa “Los BRICS ahora buscan la dominación global”, y lo que, después de la Cumbre de los BRICS, el ideólogo ruso Aleksandr Dugin, en un artículo titulado “Escatologías del mundo multipolar” y subtitulado “Los BRICS: La creación de un mundo multipolar”, escribió, desde su punto de vista, pero obviamente basado en la teoría de Mackinder, que los BRICS, al tomar “la decisión histórica de admitir a otros 6 países en la organización… se completó la formación del núcleo de un mundo multipolar”.
Y agregó: “Aunque los BRICS, antes BRIC, eran una asociación condicionada de países semiperiféricos (el “Rimland”, según Wallerstein) o del “segundo mundo”, el diálogo entre estos países, que no forman parte de la estructura del Occidente colectivo (OTAN y otros países rígidamente unipolares, organizaciones dominadas por Estados Unidos), ha delineado gradualmente los contornos de un orden mundial alternativo”, y lo graficó con el mapa que publicamos abajo (el cual, si lo comparamos, con el que publicamos hace más de 3 años, él usa los círculos en forma inversa para señalar lo que será la periferia de la Isla-Mundo que, por razones histórico-ideológicas las subdivide en 7 civilizaciones).

El orden mundial alternativo, según Aleksandr Dugin.

“El Destino de la Civilización Humana”
En el marco del nacimiento del NSME —o un nuevo mundo multipolar, como lo llaman otros que aún se resisten a admitir lo que es un cambio del Sistema-Mundo, porque al mundo, al menos hasta lo que conocemos ahora, solo puede salir del caos actual (como lo señaló Wallerstein) hasta que el eje del mismo sea estable; y eso solo puede suceder cuando lo que acaba de nacer, el NSME, logre su madurez en las próximas décadas. Es cuestión de decisión, paciencia y tiempo —como dijo Chuang Tze: “Al sur de Chu, vive una tortuga prodigiosa para quien quinientos años son una primavera, y quinientos años un otoño; en la remota Antigüedad, había una gran cedrela para la que ocho mil años era una primavera, y otros tantos, un otoño”.
Así que —con los BRICS como el tren bala que ha comenzado a abordar el Sur Global, con modelos de gobierno que compiten por el poder y la influencia—, lo que está sucediendo bajo nuestros pies es una gran confrontación por el control del Sistema Mundo. Esto, obviamente, implica una virtual guerra híbrida (totalmente diferente a las I y II Guerras Mundiales) recargada en múltiples niveles —desde los aspectos militares, hasta los económicos, financieros, tecnológicos, científicos, por el dominio geopolítico, geoeconómico y geofinanciero del Sistema Mundo— y por ende, como dice el economista estadounidense Michael Hudson, promete ser “una lucha de diez o veinte años para determinar si la economía mundial será una economía dolarizada unipolar centrada en EE.UU. o un mundo multipolar y de multidivisas centrado en el corazón de Eurasia, con economías mixtas públicas y privadas”, que decidirá “El Destino de la Civilización Humana”.

Un vocero de la Cábala lo admite
O como escribió Richard Haass, quien hasta junio pasado fue presidente del enormemente influyente Council on Foreign Relations (CFR) y por ende uno de los principales voceros de la Cábala Angloamericana, quien aseveró que el Imperio Occidental está en franca decadencia y que, en el escenario del cambio tectónico de un sistema mundo a otro, lo que no sucede en un siglo, pueden suceder en décadas. Como él mismo escribió:
“Hay décadas en las que no pasa nada, y hay semanas en las que pasan décadas”. Esas palabras se atribuyen apócrifamente al revolucionario bolchevique (y lector de Asuntos Exteriores) Vladimir Lenin, refiriéndose al rápido colapso de la Rusia zarista hace poco más de 100 años. Si realmente hubiera dicho esas palabras, Lenin podría haber agregado que también hay décadas en las que suceden los siglos.
“El mundo está en medio de una de esas décadas. Al igual que con otras bisagras históricas, el peligro actual proviene de una fuerte caída en el orden mundial. Pero más que en cualquier otro momento reciente, ese declive amenaza con volverse especialmente pronunciado, debido a una confluencia de viejas y nuevas amenazas que han comenzado a cruzarse en un momento en que Estados Unidos no está bien posicionado para enfrentarlas”.

La gran sapiencia oriental
Y no le falta razón a Haass porque sus palabras simplemente denotan lo que los Amos del SMO ven en un futuro no muy lejano, el fin de su magnánimo poder que apenas duró 80 años en manos del complejo político-militar asentado en Estados Unidos, frente a una civilización-estado de 5.000 años de historia, China, y otras civilizaciones euroasiáticas de miles de años que, cansados del Patrón del Mal, están revindicando los derechos de soberanía —geopolítica, geoeconómica, geofinanciera y geocultural, esta última con un desacoplamiento del Matrixmo Occidental— sobre los territorios que ellos ocupan desde hace miles de años.
El Sistema Mundo Occidental apenas tiene Cinco Siglos de existencia (el Imperio inglés prevaleció por cuatro siglos), mientras que las civilizaciones euroasiáticas miles de años, la base del NSME, tienen un pasado interconectado en las originales Rutas de la Seda, con una historia —particularmente la china— de la que no solo saben cómo funcionan los imperios y las consecuencias de las guerras —Zizhi tongjian: Warring States and Qin— o su propio libro de jugadas, sino también, y he aquí lo más importante, las fuerzas y debilidades humanas, gracias al conocimiento del legado confucionista.
Chuang Tze decía: “Un pequeño saber no se puede comparar con uno grande, ni una corta vida no se puede comparar con una larga existencia. ¿Cómo sabemos que es así? Un insecto que nace por la mañana y ya esa misma tarde muere, no sabe lo que es la luna; la cigarra, que no vive más de dos estaciones, ignora lo que es un año; son dos ejemplos de corta vida”.
Así, la sapiencia oriental está en camino de darle una gran lección al pecado venal la arrogancia occidental —como dice el demonio (Al Pacino) al final de la película ‘El Abogado del Diablo’: “La Vanidad, mi pecado favorito”.

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