El pacto China-Irán: la punta de lanza de las “asociaciones estratégicas” en el Medio Este

El presidente chino, Xi Jinping, y el presidente iraní, Hassan Rouhani, en una foto de archivo. Foto: Reuters

China está haciendo movimientos audaces en el Medio Oriente, que están cambiando rápidamente el equilibrio del poder geopolítico en la región a su favor. Como lo dijimos aquí hace tres años y lo enfatizamos aquí en días pasados, es parte de un vasto plan de “asociaciones estratégicas” que, al consolidarse en el mediano plazo, darán lugar al Nuevo Sistema Mundo Euroasiático —revirtiendo la idea original que Halford Mackinder expuso en 1904, para el dominio de la Isla-Mundo, ver aquí y aquí— bajo el marco del Capitalismo Histórico Chino que comenzó a edificarse desde fines del siglo pasado. Así, Eurasia desplazará y reemplazará al ya decadente Sistema Mundo Occidental —cuyo fin fue previsto a finales del siglo pasado por el ya desaparecido profesor Immanuel Wallerstein.
Por MK Bhadrakumar
Esta es la I Parte de una serie de tres sobre los recientes movimientos de China en el Medio Oriente.
Cuando China e Irán, dos de los principales adversarios de Estados Unidos en el escenario mundial contemporáneo, suscriben un pacto estratégico de 25 años, no tiene sentido hacer pelos en la lengua y especular si el desarrollo afecta las estrategias estadounidenses.
Claro que lo hace. La región de Asia occidental tiene que ver con la geopolítica —desde el petróleo y la jihad hasta el petrodólar.
La región sirvió como cruce de imperios durante siglos entre Europa y Asia. Y en la historia moderna, los intrusos extranjeros causaron nuevas realidades conmovedoras —estados fallidos, pueblos humillados, economías paralizadas, desigualdad y pobreza extremas, entornos devastados, recursos saqueados, geografías en conflicto y radicalismo violento.

Pacto de dos “civilizaciones-estado”
El histórico acuerdo China-Irán firmado el 27 de marzo en Teherán, durante la visita del Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, ha estado en negociación desde la visita del presidente chino Xi Jinping a Teherán, en el 2016.
Numerosas visitas del ministro de Relaciones Exteriores iraní Javed Zarif a China en los últimos años, atestiguaron la gran importancia que Teherán atribuía a las negociaciones que culminaron con la ceremonia formal de firma en Teherán el sábado 27 de marzo, que también marcó el 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre estos dos “civilizaciones-estado” del siglo XXI, que disfrutan de una vasta continuidad histórica y unidad cultural, en una gran región geográfica, a lo largo de milenios.

Promoción de la Ruta de la Seda
El texto del documento acordado aún no es de dominio público pero, en términos generales, podemos deducir, de la declaración conjunta emitida el 27 de marzo, que el acuerdo apunta a actuar en consecuencia para aumentar el comercio bilateral a $600 mil millones en la próxima década.
De hecho, la declaración conjunta comienza invocando la visita de Xi.
Dos documentos complementarios firmados por los dos países se refieren al “Memorando de Entendimiento sobre la Promoción Conjunta de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI” y el “Memorando de Entendimiento sobre el Fortalecimiento de las Capacidades e Inversiones Industriales y Minerales”, en virtud del cual ambas partes “ampliarán la cooperación e inversiones mutuas en diversas áreas, incluyendo transporte, ferrocarriles, puertos, energía, industria, comercio y servicios”.

Cooperación de un amplio alcance
La declaración conjunta dice que, dadas sus ventajas económicas relativas, ambas partes mejorarán su cooperación en el campo de la energía. Irán suministrará petróleo y gas a China, mientras que la parte china “considerará financiar e invertir en los proyectos ascendentes y descendentes de las industrias energéticas” en Irán.
Una vez más, se prevé una cooperación económica de amplio alcance que cubra los intercambios comerciales y de inversión, la banca, la financiación, la minería, el transporte, las comunicaciones, el espacio, las industrias manufactureras, el desarrollo de puertos, la mejora y expansión de las redes ferroviarias de Irán, la introducción de sistemas ferroviarios rápidos en Irán, agricultura, recursos hídricos, protección del medio ambiente, seguridad alimentaria, lucha contra la desertificación, desalación de agua, aprovechamiento de la energía nuclear, etc.
Un “Memorando de Entendimiento sobre el Fortalecimiento de la Cooperación en Inversión” bilateral se dedica a este aspecto y al intercambio de conocimientos y tecnología.

Cambiando el panorama geopolítico
Sin embargo, el alcance del pacto trasciende con mucho el comercio y la inversión. Un comentarista de los medios estatales chinos señaló: “Tal como está, este acuerdo cambiará totalmente el panorama geopolítico prevaleciente en la región de Asia occidental, que durante tanto tiempo ha estado sujeta a la hegemonía de Estados Unidos”.
La declaración conjunta establece que la Asociación Estratégica Integral significa “un acuerdo importante en todas las áreas de las relaciones bilaterales y asuntos regionales e internacionales”.
Agrega: “Actualmente la situación regional e internacional está experimentando desarrollos profundos y complejos. En tales circunstancias, las dos partes enfatizan la importancia de la cooperación entre los países en desarrollo en asuntos internacionales y están comprometidas con esfuerzos conjuntos para lograr la paz, la estabilidad y el desarrollo en la región y el mundo en general”.

Irán como una potencia regional
Curiosamente, la declaración conjunta destaca que “China concede importancia al papel efectivo de Irán como una potencia regional y evalúa positivamente el papel de Irán en las actividades en el marco de la Organización de Cooperación de Shanghai, y apoya la solicitud de Irán para ser miembro de pleno derecho de la Organización”.
Por supuesto, es una forma de decirle al mundo que China no acepta el aislamiento de Irán de la comunidad mundial. Posiblemente, China y Rusia están en la misma página aquí.
Estados Unidos ha contribuido significativamente a proporcionar una razón de ser para tal pacto. Ni China ni Irán esperan la buena voluntad de Estados Unidos. Perciben que la mentalidad adversaria en Estados Unidos solo se está endureciendo bajo la supervisión del presidente Joe Biden.

El plan maestro regional de China
En cuanto a Teherán, ya no tiene esperanzas de que Biden reviva el JCPOA o levante las sanciones en el corto plazo. Por lo tanto, sin duda, rechazar el unilateralismo y las sanciones de Estados Unidos es un leitmotiv de la asociación estratégica China-Irán.
El interés de China radica en “ampliar” este leitmotiv para abrazar sus relaciones con los estados regionales en su conjunto. La gira regional de Wang cubrió Arabia Saudita, Turquía, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Omán. El hecho de que viajara a Irán a través de Arabia Saudita es a la vez simbólico y de gran importancia.
En su reunión en Riad el 24 de marzo con el príncipe heredero de Arabia Saudita Mohammed bin Salman, Wang dijo que China apoya a Arabia Saudita para salvaguardar su soberanía, dignidad nacional, seguridad y estabilidad, y se opone a la injerencia en los asuntos internos de Arabia Saudita bajo cualquier pretexto.

Árabes de la mano con China
El príncipe Mohammed afirmó en respuesta que el ascenso de China conduce a la paz, la estabilidad y la prosperidad mundiales, así como a un desarrollo mundial más equilibrado.
El Príncipe Heredero expresó la esperanza de que los dos países impulsen la cooperación antiterrorista y de seguridad, para elevar las relaciones bilaterales a un nivel superior. Es importante destacar que el Príncipe Heredero dijo que Arabia Saudita “apoya firmemente la posición legítima de China en los asuntos relacionados con Xinjiang y Hong Kong, se opone a interferir en los asuntos internos de China bajo cualquier pretexto y rechaza el intento de ciertas partes (para no mencionar a EE.UU.) de sembrar la disensión entre China y el mundo islámico”.
En pocas palabras, Arabia Saudita ha socavado la actual campaña de Estados Unidos contra China con respecto a Xinjiang. Es un desaire a la administración Biden. De hecho, la gira regional de Wang testifica sobre la realidad de que nadie acepta las diatribas de Estados Unidos contra China.

Introduciendo principios comunes
Los estados regionales sienten que Estados Unidos está siendo impulsado por una rivalidad ardiente por una China en ascenso, lista para superarla en un futuro cercano como la superpotencia número uno del mundo. Se niegan a tomar partido en la rivalidad.
La importancia radica en lo siguiente: después de una cuidadosa evaluación de la dinámica del poder en Asia occidental, China ha introducido ciertos principios comunes que son igualmente aplicables en toda la región, para sentar las bases de sus relaciones con los países de la región.
El objetivo tácito es alentar a los estados regionales a adoptar políticas exteriores independientes, sacudiéndose del yugo occidental, especialmente de la hegemonía estadounidense. Pero el método de China para hacer esto es radicalmente diferente de las tácticas coercitivas y a menudo violentas que las potencias occidentales adoptaron tradicionalmente en la región.

Desarrollar un compromiso “ganar-ganar
China no tiene ningún interés en utilizar la coacción como instrumento de “persuasión”, incluso con Turquía, que tiene una diáspora uigur que se manifestó durante la visita de Wang.
En la reunión con Wang, el presidente Recep Tayyip Erdogan subrayó el profundo interés de Turquía en “impulsar la confianza mutua, promover la sinergia entre la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China y el plan del ‘Corredor Medio’ de Turquía, mejorando la cooperación en los campos que incluyen interconexión e intercomunicación, construcción de infraestructura e inversión, buscando un desarrollo más equilibrado del comercio bilateral y fomentando la liquidación en moneda local. China, a cambio, ofrece relaciones equitativas”.
Erdogan también expresó el aprecio de Turquía por la iniciativa de cinco puntos de China para lograr seguridad y estabilidad en el Medio Oriente y su voluntad de profundizar la comunicación y coordinación con China en asuntos regionales. Fundamentalmente, la proyección de China de una agenda constructiva para desarrollar un compromiso “ganar-ganar” con los estados regionales está ganando terreno.

M.K. Bhadrakumar es un embajador de la India retirado, con más de 30 años de carrera diplomática; Columnista para los periódicos Hindu y Deccan Herald, Rediff.com, Asia Times y Strategic Culture Foundation, Moscow.

Texto original: https://asiatimes.com/2021/04/the-china-iran-pact-is-a-game-changer/
Traducción: A. Mondragón

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