¿El régimen de Trump es sadomasoquista o estúpido?

El régimen de Trump se ha disparado tantas veces en el pie, que sorprende ver que aún pueda soportar más tiros. Una y otra vez, ya sea si se trata de Venezuela, Rusia, China, Europa, Irán o el resto del mundo, Washington sigue haciendo agujeros a su propia credibilidad y, en última instancia, a su longevidad como una potencia global. ¿Es el régimen de Trump sadomasoquista o simplemente estúpido?
Por Finian Cunningham
Tomemos el reporte de Bloomberg sobre las importaciones estadounidenses de petróleo crudo de Rusia, que se han triplicado este año con respecto al año pasado. Si usamos el 2017 como una cifra base, entonces las importaciones de petróleo ruso de Estados Unidos han aumentado diez veces. ¿Por qué? Debido a que el régimen de Trump ha impuesto sanciones a su antiguo proveedor principal, Venezuela, como una supuesta estrategia “inteligente” para forzar un cambio de régimen contra el presidente Nicolás Maduro, y hacer que el país sudamericano le “llore al Tío Sam” pidiéndole perdón.

Negocios con un “chico malo”
Ahora bien, para compensar el déficit resultante de las refinerías de petróleo de EE.UU. que mantienen flotando la economía de EE.UU., Washington tiene que recurrir a fuentes alternativas como Rusia. Pero un momento. ¿No se supone que Rusia es un “chico malo”? EE.UU. ha impuesto sanciones a Moscú por presuntamente desestabilizar a Ucrania, anexarse a Crimea y entrometerse en las elecciones estadounidenses. Algunas de estas sanciones estadounidenses, incluso, se han dirigido en contra de las compañías petroleras rusas, para presumiblemente “enseñarle una lección a Moscú”.
Sin embargo, aquí tenemos a Washington comprando petróleo ruso como si no hubiera mañana. Un probable aumento de hasta diez veces en un período de dos años, todo porque Trump tiene una obsesión para forzar un cambio ilegal de régimen en Venezuela, un aliado de Rusia. Y recuerde que este es el mismo EE.UU. que amenaza con imponer sanciones a Europa sobre el proyecto Nord Stream II con Rusia, en medio de las acusaciones de Washington de que los europeos dependerán de Rusia para obtener energía. ¿Qué cosa?

Golpe a sus propios consumidores y productores
Luego está China. Aquí hay otro caso de apuntar el arma hacia la puerta del granero y dispararte en el pie. La guerra comercial del “genio” de Trump con la mayor fuente de exportaciones de Estados Unidos está, por lo visto, golpeando más fuertemente a los consumidores y productores estadounidenses. Los aranceles impuestos a los productos chinos para obligar a Beijing a someterse a las demandas de “imparcialidad” de Washington, se están recuperando con los mayores precios al consumidor en las tiendas minoristas de EE.UU., como Wal-Mart.
Los agricultores estadounidenses, por su parte, están descubriendo que sus pedidos de soja y otros productos están siendo reducidos por China, en represalia por las tarifas de Trump. Y se supone que los estadounidenses y agricultores de bajos ingresos son la base de votantes de Trump para su candidatura a la reelección en el 2020.
Nike, la icónica marca de ropa deportiva estadounidense, está “llorando” por la guerra comercial de Trump con China. Según informes, la firma se encuentra entre los 170 fabricantes de calzado cuyas líneas de producción con base en China, están siendo golpeadas por los aranceles de Trump sobre las exportaciones chinas. Nike está suplicando a Trump que lo exima a él ya otros proveedores estadounidenses de sus tarifas “inteligentes”.

La incapacidad de poder competir
El régimen de Trump ha clocado en una “lista negra” al gigante chino de las telecomunicaciones Huawei, preocupado por la “seguridad nacional”, que solo es una forma de encubrir la incapacidad del supuesto “libre mercado” de EE.UU. que no puede competir con los principios del mercado. Trump ha tenido que revertir temporalmente la prohibición después de descubrir que muchos consumidores estadounidenses usan Huawei y están muy enojados. Además, hay bastantes productores de tecnología estadounidenses que son proveedores de Huawei y están a punto de perder grandes negocios ya establecidos. La política “entusiasta” de Trump contra la firma china es contraproducente, tanto para los consumidores como para los productores estadounidenses.
En un mundo integrado globalmente a través de cadenas de suministro y mercados de consumo, es absurdo y contraproducente para el régimen de Trump pensar que puede excluir a China del comercio con EE.UU. Con un déficit comercial anual con China de $350 mil millones, la economía de EE.UU. depende de las exportaciones chinas para su existencia. Cortar a China como Trump lo pretende hacer, equivale a cortarte la nariz, sino otras cosas más.

El lío con los vasallos europeos
Echemos un vistazo a Europa. El régimen de Trump está acosando a los europeos en una serie de cuestiones. Aferrándose continuamente a que no están gastando lo suficiente en la alianza militar de la OTAN, Trump terminó obligando a los europeos a considerar la creación de su propio ejército europeo. La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se encuentran entre los líderes que están presionando al resto de Europa para que cuiden sus propias defensas, independientemente de EE.UU. Si la OTAN queda para la historia, EE.UU. perderá un pilar crucial para su influencia geopolítica sobre Europa.
Y la insoportable frustración de Trump acerca de la OTAN es solo una entre muchas cuestiones más. Al igual que contra China, él quiere imponer aranceles a las exportaciones europeas porque los europeos también están acusados ​​de “no ser justos” con los “benignos” de siempre “EE.UU.”. ¿En serio?
La Unión Europea está amenazada con sanciones estadounidenses por hacer negocios con Irán. Negocios que la UE tiene derecho a hacer porque están defendiendo el acuerdo nuclear internacional del 2015, que suscribieron junto con Rusia, China y Estados Unidos. Solo el gobierno de Trump decidió unilateralmente destruir el acuerdo respaldado por la ONU, el año pasado, acusando a Irán de mala fe, a pesar de todas las evidencias en contra.

La diplomacia de los cañones
Entonces, EE.UU. se retira de sus compromisos internacionales y espera que todos los demás hagan lo mismo, bajo pena de imponer sanciones. Al no haber sido capaz de intimidar a Irán, parece que EE.UU. está recurriendo ahora a la diplomacia de los cañones de combate, mediante el envío de portaaviones navales y bombarderos B-52 con capacidad nuclear al Golfo Pérsico. Resoplando y resoplando, el petulante matón estadounidense parece estar dispuesto a comenzar la Tercera Guerra Mundial, para abrirse paso en el infierno o en alta mar –y al infierno con el planeta.
Las contradicciones de un hegemon en declive provienen de su ideología capitalista querer todo para él y nada para el resto. EE.UU. presume ser un poder unipolar en sus propios engaños, cuando en realidad vive en un mundo multipolar, en el que todas las partes deben vivir con respeto mutuo e interdependencia. Hasta que los estadounidenses se den cuenta de esta realidad, sus gobernantes hegemónicos continuarán disparando a su país en el pie. En algún momento, no tendrá una pierna sobre la cual pararse, si, por entonces, el posible tirano delirante no destruye el planeta primero.

Finian Cunningham es un ex editor y escritor de principales medios de comunicación. Ha escrito extensamente sobre asuntos internacionales, con artículos publicados en varios idiomas.

Texto original: https://www.strategic-culture.org/news/2019/05/26/trumps-us-sadomasochist-or-just-plain-stupid/
Traducción: A. Mondragón

Be the first to comment

Leave a Reply

Your email address will not be published.


*