Hoy en día la tecnología ha hecho que, paradójicamente y en contra de la idea original del invento, el teléfono se ha vuelto en una réplica de otro invento del Siglo XIX, el telégrafo eléctrico —que se usaba para enviar mensajes, aunque estos podían demorar horas en llegar a su destinatario. La única ventaja de hoy es que los mensajes llegan al instante. Pero a cambio de esta velocidad, a la luz del sol, los seres humanos estamos perdiendo la capacidad cognitiva de dialogar y tener un contacto más humano al intercambiar nuestras energías a través de la voz. Solo nos limitamos a emitir mensajes, como señales de humo.
Paul Craig Roberts
Recuerdo cuando el teléfono era un dispositivo útil y apreciado. La revolución digital, uno de los desarrollos más desafortunados de la humanidad, ha convertido al teléfono en una molestia y una amenaza.
El teléfono es una molestia tal que la mayoría de la gente ya no responde cuando suena o, incluso, se molesta y configura la función para grabar mensajes telefónicos. El teléfono es tan molesto que mucha gente ni siquiera lo utiliza para llamar. En cambio, envían mensajes de texto y solo responden mensajes de texto.
Ya casi nadie responde
El noventa y cinco por ciento de las llamadas que recibo son estafas, telemercadeo y robomercadeo. El teléfono es una interrupción constante. No contesto y confío en el contestador automático.
Nadie a quien llamo responde tampoco. Ni siquiera las empresas. Recientemente llamé por teléfono al centro de diagnóstico, donde se realizan las pruebas como parte de mi chequeo anual, para confirmar una cita. Una larga grabación en dos idiomas (inglés y español) explicaba todo lo que no necesitaba saber, pero era imposible comunicarme con alguna persona viva en el centro de diagnóstico.
Esperando una eternidad
Podría conectarme en línea, obtener una cita, crear un portal y establecer una conexión de comunicación… y seguir esperando que una persona me contestara. En otras palabras, lo que antes podía solucionar en el teléfono en 30 segundos, ahora toma una o dos horas, solo para establecer un método para hacer la pregunta. El robot del otro lado no dijo cuánto tiempo debía esperar para una respuesta.
Ningún humano te contesta
A estas alturas, todos deben haber notado que, ya sea que llame a su banco, compañía de tarjeta de crédito o compañía de servicios públicos, comunicarse con una persona en vivo es la tarea más difícil y frustrante de su día. Todos han notado que el mensaje grabado le dice que “estamos experimentando un volumen de llamadas inusual en este momento. Su tiempo de espera es de una hora y 45 minutos. Quédese en línea o deje un número de devolución de llamada y lo llamaremos en aproximadamente una hora y 45 minutos”.
La revolución del atraso
Puedo recordar cuando, si llamaba al banco, a la empresa de servicios públicos o a la compañía de tarjetas de crédito, la llamada era respondida al tercer timbrado y la persona con la que me comunicaba podía resolver cualquier problema o pregunta que tuviera.
La revolución digital hizo posible que las empresas impusieran sus ahorros de hacer negocios a sus clientes. Es el tiempo del cliente el que se gasta escuchando mensajes grabados sin valor para usted y esperando una devolución de llamada. A menudo, la persona que le devuelve la llamada no está capacitada para manejar su pregunta y usted vuelve a pasar por el proceso.
El teléfono para espiarnos
La revolución digital ha convertido el teléfono en un dispositivo que los gobiernos y las corporaciones utilizan para espiarte. La privacidad es cosa del pasado. Hoy la desconocemos y la palabra misma, probablemente, desaparecerá del vocabulario. Los teléfonos hoy en día se utilizan como computadoras para navegar constantemente por Internet. Sus visitas se registran y sus intereses personales se venden a los comerciantes y, en caso de sospecha, se alerta a las autoridades.
Las nuevas “señales de humo”
Independientemente de lo que esté haciendo la gente, caminar en la playa, sentarse en un bar, comer en un restaurante, conducir un automóvil, laborar en un trabajo o asistir a una reunión, el teléfono es omnipresente a medida que el pulgar se desplaza por el teclado para escribir mensajes, aun cuando el teléfono se inventó para comunicarse a viva voz con otro ser humano, eso está “pasado de moda”.
Texto original: https://www.paulcraigroberts.org/2022/04/20/the-telephone/
Traducción: A. Mondragón
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