El mundo ya no piensa que Occidente es algo para admirar y emular. En cambio, el mundo lo ve como un gran mal, en palabras de Matt Taibbi, “un gran calamar vampiro envuelto alrededor de la cara de la humanidad, adhiriendo implacablemente sus tentáculos para extraer la sangre en cualquier cosa que huele a dinero”.
Paul Craig Roberts*
Desde el 2016, Estados Unidos ha estado en la caja del Russiagate, un engaño creado por el complejo militar / de seguridad de EE.UU., para evitar que el presidente Trump normalice las relaciones con Rusia. Las relaciones normalizadas devaluarían LA AMENAZA RUSA, una orquestación que protege el presupuesto anual de $1,000 billones para el complejo militar / de seguridad.
El Partido Demócrata, que ciertamente no es democrático, apoyó el engaño con la esperanza de derrocar a Trump y llevó a los medios “presstitutos” a la conspiración contra Trump.
Ahora todas las aseveraciones del Establishment, de que Trump era un traidor de Estados Unidos y que conspiró con el presidente ruso Vladimir Putin para robar la elección, han sido expuestas como mentiras por el informe Mueller, pero aun así parecen estar listos para emprender alguna otra campaña sin sentido. La sucesión de estas estupideces está destruyendo la reputación de Estados Unidos.
Es cierto que algunos de los demócratas más lunáticos y las putas de los medios de comunicación no pueden dejar el Russiagate. Y un profesor o dos, enloquecidos, han declarado que Mueller formaba parte del “encubrimiento de Trump” y que Mueller necesita ser investigado. Pero estas afirmaciones simplemente subrayan que Estados Unidos desperdició tres años de su existencia.
Pero el mundo seguía dando vueltas
Mientras tanto, otros países siguieron adelante. Los rusos, por ejemplo, descubrieron que las sanciones de Washington tenían un lado positivo. Rusia se hizo más autosuficiente económicamente y se mudó de la caja de ser exportador de materias primas a Occidente, una caja en la que los estadounidenses y los economistas rusos –con el cerebro lavado por los estadounidenses– habían puesto al gobierno ruso.
De otro lado, las amenazas militaristas de Washington contra Rusia trajeron nuevos sistemas de armas rusos para los cuales los Estados Unidos no tienen rival, ni defensa. Armas que degradan a Estados Unidos a una potencia militar de segunda categoría.
Sobre una amplia base industrial y tecnológica, China ahora tiene la economía más grande del mundo y cada vez más ignora las mentiras de Washington. Al igual que Irán. Incluso Venezuela se enfrenta a Washington. El mundo está concluyendo que Washington no es el poder que creen que es.
El alejamiento del dólar
El abuso de Washington de su función de moneda de reserva y las violaciones del derecho internacional, han fomentado un alejamiento del uso del dólar en las transacciones internacionales. Esto quizás sea, incluso, una amenaza más seria para el poder de Washington, que las superiores capacidades militares de Rusia.
El presidente Franklin D. Roosevelt se alegró de ver la Segunda Guerra Mundial, porque comprendió que dejaría a Gran Bretaña en la bancarrota y sin un imperio. Roosevelt entendió que la ganancia sería para Estados Unidos, porque EE.UU. asumiría el rol de tener la moneda de reserva. La razón por la que esto es importante es que con la moneda del país como reserva mundial, puede pagar sus facturas con solo imprimir dinero (no tiene la necesidad de producir nada o extraer materia prima para obtener una ganancia monetaria). Por lo tanto, el gobierno no tiene restricciones presupuestarias.
Para un país tan endeudado como Estados Unidos, perder este rol sería un golpe aplastante. Este es el golpe que Washington enfrenta como resultado de su política idiota de sanciones y falta de respeto al derecho internacional.
El efecto de las grandes migraciones
Y hay otro golpe. Así como el Imperio Romano cayó ante los invasores que cruzaron las fronteras del imperio, también está cayendo el imperio de Washington. Europa, la joya de la corona de este imperio, ahora está invadida por millones de personas no asimilables en la medida en que Europa ya no es europea. El presidente Trump ha sido hasta ahora incapaz de defender las fronteras de Estados Unidos. De hecho, el Partido Demócrata y los medios de comunicación “presstitutos” se oponen totalmente a cualquier defensa de las fronteras estadounidenses. ¿Por qué un gobierno que no está dispuesto a defender sus fronteras gasta $1,000 billones anuales en defensa? [Nota del editor: Aunque cabe remarcar que las olas migratorias, tanto en Europa como en EE.UU., han sido causadas, precisamente, por la política de agresión militarista en múltiples regiones del mundo.]
Los sionistas neoconservadores estadounidenses, que han controlado la política exterior estadounidense en interés de Israel desde el régimen de Clinton, continúan operando como si todavía viviéramos en un mundo unipolar. Por alguna razón, el asesor de seguridad nacional del presidente Trump tiene pocas fuentes de información. Habla como si gobernara el mundo, pero incluso los patéticos vasallos europeos de Washington no aceptaron el regalo de Trump de los Altos del Golán sirios a Israel.
Después de Afganistán, Irak, Libia, Somalia, Siria, Yemen, Ucrania, Honduras y ahora Venezuela, toda autoridad moral ha dejado vacante a Occidente.
Mentiras y propaganda desaparecidas
Washington no solo está perdiendo su poder económico y militar, sino también su poder blando que descansaba en la propaganda de Washington, acerca de hacer que el mundo sea seguro para la democracia. La democracia ni siquiera es segura en Estados Unidos, ya que los demócratas y los “presstitutos” han hecho todo lo posible para derrocar la democracia y expulsar al presidente electo, que es precisamente lo que el régimen de Trump está tratando de hacer en Venezuela.
Todas las mentiras y la propaganda que han retratado a Occidente como un regalo de Dios a la humanidad han desaparecido como resultado del uso irresponsable del poder por parte de Washington, dejando a Occidente moralmente desnudo.
El mundo ya no piensa que Occidente es algo para admirar y emular. En cambio, el mundo lo ve como un gran mal, en palabras de Matt Taibbi, “un gran calamar vampiro envuelto alrededor de la cara de la humanidad, adhiriendo implacablemente sus tentáculos para extraer la sangre en cualquier cosa que huele a dinero”.
La moribunda cultura europea
Una gran promesa fue traicionada por aquellos a quienes se les confió la promesa. Un gobierno responsable ante la ley y el pueblo requiere un pueblo unido, no la desunión del multiculturalismo y la política de identidad. Con la base étnica local de todos los países occidentales bajo ataque, acusados de “supremacistas blancos”, Occidente ya no puede defender su cultura de los inmigrantes que no comparten su cultura.
La tensión entre una cultura nacional y las culturas importadas se puede ver en las tensiones entre Hungría y la Unión Europea (UE), e Italia y la UE. Hungría se ha negado a aceptar su cuota de inmigrantes no europeos y enfrenta el castigo de la UE. En Italia, el gobierno está en manos de una coalición de partidos de izquierda y de derecha que están unidos en su oposición a la UE y la inmigración no europea. En Europa la situación es que el gobierno de la UE, así como los gobiernos de los estados miembros como Francia y Alemania, se han puesto del lado de los inmigrantes en contra de los nativos. En otras palabras, los gobiernos de Europa no están comprometidos con sus propias culturas. Este es el signo inconfundible de una cultura muerta.
En Estados Unidos hay tanta desunión que llamarlos estados unidos es un mal uso de las palabras. Los votantes de Hillary odian a los votantes de Trump, y viceversa. Los medios de comunicación y las universidades están uniformemente contra los blancos.
Los países sin unidad no son fuertes. En consecuencia, el mundo occidental está perdiendo su liderazgo del mundo.
Sin liderazgo en su propia desunión
Por supuesto, el resto del mundo también sufre de desunión. Los sunitas y los chiítas no pueden unirse, con la consecuencia de que el mundo musulmán es débil. Las tribus en África no pueden unirse. India y Pakistán se quedan en la garganta del otro. Existen animosidades entre los asiáticos. Rusia misma es una federación. China tiene una provincia musulmana. Pero las desuniones son diferentes de las de Occidente. Japón y China tienen diferencias, pero la población de Japón es homogénea, como lo es en gran parte de China. Los árabes son árabes ya sean sunitas o chiítas. La Federación Rusa son los restos de un antiguo imperio, en gran parte asimilado, no el resultado de las recientes inmigraciones.
La consecuencia de la desunión tal vez excluye cualquier liderazgo. Pero el colapso de Occidente en la diversidad y el multiculturalismo significa, definitivamente, que el liderazgo occidental se ha perdido ante la debilidad de la desunión.
¿Es el caos lo que nos espera?
*Paul Craig Roberts es un economista, escritor y periodista estadounidense. Ocupó el cargo de Subsecretario del Tesoro en el gobierno de Ronald Reagan. Fue editor y columnista de Wall Street Journal, Business Week y Scripps Howard News Service.
Texto original: https://www.paulcraigroberts.org/2019/04/03/where-is-the-world-headed-paul-craig-roberts/
Traducción: A. Mondragón
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