Alfredo Jalife-Rahme
Según Wall Street Journal (WSJ), “la recuperación de China ha impreso su dinámica, posicionándole para cerrar aún más su brecha con la economía de Estados Unidos”.
Gracias a sus “medidas drásticas”, China controló el Covid-19, por lo que “es la única principal economía que crecerá este año”, según el Banco Mundial.
JP Morgan elevó su pronóstico de crecimiento de China de 1.3 por ciento en abril a 2.5 por ciento al fin de año, mientras EE.UU. se contraerá 8 por ciento.
El despegue balístico de China “apuntala la creencia (sic) de Beijing de que su modelo estatal (sic)”, que “le ayudó a navegar la crisis financiera de 2008/09 con mínimo dolor (sic), es mejor que el capitalismo de EE.UU.”, lo cual “envalentonó (sic) a los líderes chinos en un momento de creciente competencia geopolítica (sic) con EE.UU.”, según WSJ, que cita también a Nicholas Lardy, economista del Peterson Institute for International Economics, con sede en Washington, quien calcula que la producción económica de China, ajustada a la inflación, probablemente alcance los $11.9 billones (trillones en anglosajón), este año: “70 por ciento de la producción esperada de EE.UU.; el mayor extenso avance que China ha hecho frente a EE.UU. en un solo año”.
Emergiendo “mucho más poderosa”
WSJ cita a Homi Kharas (HK), del Brookings Institution, quien aduce que “el Covid-19 (sic) puso a la economía china en la pista para alcanzar la paridad (¡megasúpersic!) con EE.UU. en el 2028 en términos absolutos”: “dos años más pronto que la estimación preCovid-19”.
HK aduce que “la pandemia ayudará también a magnificar el poder económico de China, comparado con otros países en desarrollo como Rusia y Brasil”, mientras la economía de India se rezagará a “menos de la quinta parte de China”.
China “emergerá mucho más poderosa como la principal economía del mundo en desarrollo”.
Según el FMI, Japón, hoy la tercera economía global cuando se mide su PIB “nominal”, se contraerá 5.8 por ciento este año.
Un grave error de juicio
En su ultrarreduccionismo economicista, HK comete un grave error de juicio al medir unidimensionalmente la economía de China y compararla con la mayor parte del G-20, antes y después del C-19.
El ímpetu chino no es solamente economicista, sino también es multidimensional: innovador, tecnológico, militar y de alta cohesividad socioeconómica, en un país de mil 400 millones de habitantes.
Con o sin Covid-19, que solamente le frenó un trimestre, las tendencias apuntaban a que China debía empatar el PBI “nominal” de EE.UU. en el 2020, por lo que aún la proyección de su empate con EE.UU. para el 2028 se antoja prolongada.
Ya antes del C-19, el Deutsche Bank estimó que la economía de China crecería 26 por ciento (sic) entre 2019 y 2023, frente a 8.5 por ciento de EE.UU.: es decir ¡tres veces más!
Un golpe, diferentes efectos
Ya con el Covid-19, China crecería 24 por ciento: sólo le afectó 2 por ciento, mientras EE.UU. saldría más golpeado a la mitad con 3.9 por ciento: es decir, ¡crecería China 6.15 veces más!
Así que el buen manejo del Covid-19 por el Partido Comunista Chino asentó los reales de una tendencia que ya era irreversible.
La misma joya tecnológica de EE.UU., Apple –que vale casi el doble del PIB “nominal” de México–, y que acaba de alcanzar un valor estratosférico en el mercado por $2 billones, debe 14.8 por ciento de su auge a las compras de celulares por China.
Los sinófobos plañideros
No faltan los sinófobos plañideros, como Daniel Rosen de Rhodium Group, con sede en Nueva York, quien abulta la “fragilidad” y los focos rojos de China, debido a su “deuda creciente, su crecimiento desigual y sus problemas ulcerosos (sic) en el sistema bancario” con una “inundación de inventarios”.
Los sinófobos plañideros de Nueva York, hoy en cuarentena, operan sus mórbidos pronósticos, mientras Wuhan, el epicentro de la pandemia, “ha regresado a la normalidad (sic)” y sus habitantes festejan en las albercas la “victoria estratégica (sic) del gobierno chino en combatir el virus”, al unísono del incremento de su “turismo doméstico”.
Dejo de lado el “futuro militar” cuando el despegue azorante de China en “computación cuántica y en inteligencia artificial, amenazan a la tecnología de EE.UU.”, según un reporte del Congreso estadunidense.
Tomado de: https://www.jornada.com.mx/2020/08/26/opinion/016o1pol
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