La CIA está inmersa en una “carrera infinita” con China en lo que respecta a la inteligencia artificial y otras tecnologías de punta, según el director de tecnología de la agencia, Nand Mulchandani, quien esbozó una estrategia que prioriza la destreza tecnológica como crucial para la seguridad nacional. Sin embargo, la reacción llega 5 años tarde.
Redacción LTH
Hablando en la reunión de altos funcionarios gubernamentales y de tecnología del Foro Hill & Valley en Washington, a principios de mayo, Mulchandani (quien nació en la India) dejó en claro que la agencia está buscando agresivamente avances en inteligencia artificial (IA) para reforzar las capacidades tanto ofensivas como defensivas, según reportó el Washington Times.
“Estamos buscando transformar cada parte de lo que hace la agencia”, afirmó, subrayando la profundidad del compromiso de la CIA de integrar la IA en sus operaciones principales. El impulso de la agencia incluye el desarrollo de grandes modelos de lenguaje, algoritmos sofisticados que son la columna vertebral de las herramientas de inteligencia artificial generativa, con el objetivo de mejorar todo, desde las operaciones de campo hasta las funciones analíticas y de soporte.
La rivalidad geopolítica
Este giro estratégico se produce cuando la rivalidad geopolítica con China se está intensificando. El PCC ha expresado repetidamente su ambición de dominar la esfera de la IA, lo que presentaría profundos desafíos e implicaciones para la dinámica del poder global. Mulchandani enfatizó la necesidad de repensar el concepto de esta competencia como una “carrera”, sugiriendo que considerarla como si tuviera un final definitivo es un paso en falso. “Esta es una carrera infinita. Esto no se detendrá. Va a continuar”, explicó, enmarcando el escenario como una lucha continua por la superioridad tecnológica.
Implicaciones profundas
Las implicaciones de este cambio son profundas. Si el despliegue de estas nuevas herramientas desemboca en una guerra, pondrá a prueba la posición de Estados Unidos en el ámbito tecnológico, un escenario que Mulchandani espera que nunca se materialice. Predice que el próximo gran conflicto será “principalmente una guerra de software”, impulsada por la IA, cambiando la naturaleza de la guerra de dependiente del hardware a impulsada por el software.
EE.UU. pierde la supremacía
Las preocupaciones no son sólo teóricas. En la Hoover Institution de Stanford, Herbert Lin, de la Stanford Emerging Technology Review, destacó el cambio en el liderazgo tecnológico global, con Estados Unidos perdiendo su primacía en ciertas áreas clave como la IA. Lin señaló la necesidad crítica de contar con una sólida reserva de talentos y una visión estratégica, especialmente en campos como la biotecnología, para mantener la competitividad.
Trabajos de infraestructura
Además, la CIA desconfía especialmente de la vigilancia técnica ubicua (UTS) impulsada por la IA, que amenaza el secreto de las operaciones de inteligencia estadounidenses. En respuesta, la agencia está involucrada en trabajos de infraestructura fundamental, que Mulchandani describió como el “trabajo de alcantarillado y plomería” necesario para navegar la revolución de la IA. Esto implica una adaptación constante a los rápidos cambios tecnológicos, asegurando que la CIA siga siendo ágil en sus tácticas tecnológicas.
Cómo darle vuelta
“Hablamos de UTS, que es básicamente algo que realmente nos está matando en el campo en términos de competitividad, ya sabes, biometría y cámaras de video”, dijo. “Bueno, cómo podemos darle la vuelta [y continuar] esas operaciones frente a tanta IA que se nos está lanzando es otra gran área que están analizando. Así que dirección por dirección, estamos repensando, remodelando cada parte. de lo que la CIA necesita hacer ante su uso y despliegue”.
Ayuda de Silicon Valley
La urgencia de estas iniciativas se refleja en el pedido gubernamental más amplio de colaboración de Silicon Valley. El llamado del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, a los tecnólogos y capitalistas de riesgo presentes en el foro, para que guíen y ayuden al gobierno subraya el papel fundamental de las asociaciones público-privadas a la hora de navegar por el laberinto tecnológico.
Un maratón sin fin
Mientras Estados Unidos y China continúan su incesante búsqueda de dominio tecnológico, la narrativa es clara: esto no es una carrera corta con una meta sino un maratón sin fin, que define el futuro del poder global, la seguridad y la innovación tecnológica.
El gran Mike ruega
“No hay muchas industrias, ni muchos líderes y expertos a quienes simplemente rogamos abiertamente que nos asesoren, pero lo haré hoy aquí”, dijo Johnson. “Porque muchas de las personas que son de buena voluntad aquí, que quieren hacer lo correcto, podrían necesitar parte de su orientación en el camino para asegurarse de que no pisemos ninguna mina terrestre que no veamos. Creo que tienes una visión mucho mejor que la nuestra sobre muchas cosas”.
Nota del Editor: Es irónico saber que los EE.UU. parece estar reaccionando, pero muy tarde, quizá demasiado tarde. En octubre del 2019 nuestro portal publicó el artículo La ruta cuántica y el peaje del mandarín, donde ya se hacía la advertencia de que “Occidente sentó las bases de la cibernética, que abrió el camino hacia una nueva dimensión para establecer los nuevos dominios del mundo… Sin embargo, he aquí la gran ironía de la historia. Cuando se suponía que la Gran Cábala Occidental había comenzado la Cuarta Revolución Industrial para iniciar una nueva Primavera Kondratiev, ha sido China que —sin perderle el paso a la nueva tecnología— ha dado el Gran Salto para dejar atrás a Occidente y tener a través de las Comunicaciones Cuánticas y la Inteligencia Artificial todo listo para lograr el dominio del mundo con su nueva hiperautopista digital”. Hoy eso ya es una realidad, 5 años después de la advertencia.
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