La gran estrategia de China a largo plazo en el Medio Oriente

El presidente chino, Xi Jinping, y el rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdulaziz Al Saud. Foto: Agencias

Beijing está estableciendo un nuevo tono para aliviar las tensiones y la rivalidad en una región históricamente volátil que, como lo dijimos aquí hace tres años y lo enfatizamos aquí en días pasados, es parte de un vasto plan de “asociaciones estratégicas” que, al consolidarse en el mediano plazo, darán lugar al Nuevo Sistema Mundo Euroasiático —revirtiendo la idea original que Halford Mackinder expuso en 1904, para el dominio de la Isla-Mundo, ver aquí y aquí— bajo el marco del Capitalismo Histórico Chino que comenzó a edificarse desde fines del siglo pasado. Así, Eurasia desplazará y reemplazará al ya decadente Sistema Mundo Occidental —cuyo fin fue previsto a finales del siglo pasado por el ya desaparecido profesor Immanuel Wallerstein.

Por MK Bhadrakumar
Esta es la segunda parte de una serie de tres partes: el pacto China-Irán cambia las reglas del juego. Lea la Parte 1 aquí El pacto China-Irán: la punta de lanza de las “asociaciones estratégicas” en el Medio Este.
En una entrevista exclusiva con Al-Arabiya la semana pasada, el Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, describió el enfoque de Beijing hacia la región de Asia Occidental con especial referencia a las tensiones en el Golfo Pérsico.
Wang lamentó que “debido a los conflictos prolongados y las conmociones en la historia más reciente, la región descendió a un gran terreno de inseguridad… Para que la región emerja del caos y disfrute de estabilidad, debe liberarse de las sombras de la rivalidad geopolítica de las grandes potencias y explorar vías de desarrollo adecuadas a sus realidades regionales.
“Debe permanecer impermeable a la presión y la interferencia externas y seguir un enfoque inclusivo y reconciliador para construir una arquitectura de seguridad, que se adapte a las preocupaciones legítimas de todas las partes”.

Una “iniciativa de cinco puntos”
Wang ha reiterado una tercera vía. China ha estado adoptando últimamente una “iniciativa de cinco puntos” que se basa en la adhesión al respeto mutuo (no injerencia en los asuntos internos), la equidad y la justicia (léase la cuestión de Palestina), la no proliferación (zona libre de armas nucleares en Oriente Medio), seguridad colectiva (propuesta para realizar en China una conferencia de diálogo multilateral para la seguridad regional en el Golfo) y cooperación al desarrollo (la Iniciativa de la Franja y la Ruta, Tratados de Libre Comercio).
No será fácil para Estados Unidos igualar este paquete chino de “multilateralismo genuino”. China está animando a los estados regionales a adoptar políticas de equidad y justicia y “resistencia” al acoso de Estados Unidos —que normalmente asociamos con Irán— para crear una autonomía estratégica.
China espera anclar sus relaciones bilaterales en esta nueva forma de pensar, que brinda posibilidades sin fisuras, para agregar un contenido sólido de gran beneficio mutuo.
Por lo tanto, durante la parada de Wang en Abu Dhabi, su destino después de Teherán, se anunció que los Emiratos Árabes Unidos comenzarán a producir la vacuna Sinopharm de China el próximo mes como el primer estado del Golfo en establecer una instalación de producción de vacunas contra el coronavirus, con una capacidad inicial para producir 200 millones de dosis anualmente, impulsando sus esfuerzos para convertirse en un centro de suministro hacia Asia Occidental y África.

Los planes a largo plazo
Por otro lado, justo antes de la llegada de Wang Yi a Riad, el director ejecutivo de Aramco, Amin Nasser, anunció: “Garantizar la seguridad continua de las necesidades energéticas de China sigue siendo nuestra máxima prioridad, no solo durante los próximos cinco años, sino durante los próximos 50 años y más allá”.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, le dijo a Wang al mismo tiempo que Riad deseaba “profundizar continuamente la cooperación bilateral” en el petróleo crudo, los productos petroquímicos, la energía nuclear y otros campos de la energía, “mientras se expande a nuevos campos” como el 5G, las telecomunicaciones y tecnologías digitales.
Por cierto, el 155to período de sesiones del Consejo de la Liga de los Estados Árabes a nivel de ministros de Relaciones Exteriores adoptó una resolución relacionada con China el 3 de marzo, que reiteró la importancia de fortalecer los lazos Chino-Árabes y anunció que Arabia Saudita sería la sede de la primera cumbre árabe-China de este año.

“Un evento memorable en la historia”
Wang lo calificó como un hito impresionante y espera que la cumbre sea “un evento memorable en la historia de las relaciones Chino-Árabes”.
Nunca antes los Estados Unidos había enfrentado de la Unión Soviética, o sus competidores occidentales, este tipo de desafío que China plantea hoy —ofreciendo a los estados regionales un camino completamente nuevo de desarrollo y gobernanza, que da primacía a su identidad nacional como estados soberanos, deseosos de diversificar sus economías y no seguir simplemente como gasolineras para las grandes petroleras.
La oferta de China es seductora: no toma partido en las divisiones y cismas intrarregionales y, en cambio, quiere que los actores regionales sigan un enfoque inclusivo y reconciliador para construir una arquitectura de seguridad, propia que se adapte a las preocupaciones legítimas de todas las partes.
Y, sin embargo, China calcula que el resultado será que la región eventualmente saldrá de las sombras del dominio occidental, para perseguir de forma independiente sus políticas y resistir la presión y la interferencia de Estados Unidos. En resumen, China está buscando la igualdad de condiciones a corto plazo.

Zona libre de armas nucleares
Por lo tanto, mientras buscaba que Irán reanudara el cumplimiento de sus compromisos sobre el tema nuclear (con EE.UU.), Wang sugirió que la comunidad internacional también debe apoyar los esfuerzos de los países de la región para establecer el Medio Oriente como una zona libre de armas nucleares y que, por un enfoque consensual, todas las partes deben discutir y formular una ruta y un cronograma para implementar el JCPOA.
Posiblemente, esto coloca a China en un rol fundamental como mediador entre Irán y sus vecinos árabes.
De hecho, el factor “X” tiene que ver con la seguridad y la cooperación militar bajo el pacto China-Irán. Independientemente de la ambivalencia estratégica de ambas partes sobre el tema, si las tensiones entre Estados Unidos e Irán se profundizan, Teherán comenzará a ver una ventaja mutua al permitir que China (y Rusia) accedan a sus bases ocasionalmente para contrarrestar la presencia estadounidense en el Golfo Pérsico.
Sin duda, Irán buscará la transferencia de tecnología militar avanzada desde China (y Rusia), una vez que el embargo de la ONU sobre tales transacciones finalice en breve, en el marco del JCPOA.

Aupando a Irán como potencia regional
Los grandes volúmenes de exportaciones de petróleo y gas a China impulsarán el poder adquisitivo de Irán. (Según los informes, China ya está aumentando sus importaciones de petróleo iraní; se espera que las importaciones alcancen niveles de 856,0000 bpd en marzo, un aumento del 129% con respecto a febrero).
En pocas palabras, China generará ingresos para que Irán realice todo su potencial como potencia regional a la que no se puede acobardar. Mientras tanto, Arabia Saudita también ve a China (y Rusia) como su socio para desarrollar una industria de defensa autóctona, que reduce su dependencia de las costosas compras de armamento de los países occidentales.
Irán siente que el endurecimiento de las actitudes de Estados Unidos hacia China, como se hizo evidente durante las recientes conversaciones en Anchorage, ha llevado a Beijing a deshacerse de su anterior reticencia y cambiar a un alcance abierto hacia la política regional.

Oposición a la hegemonía y la matonería
Wang Yi enfatizó en sus declaraciones en Teherán que China está dispuesta a oponerse a la hegemonía y la matonería (de EE.UU.), salvaguardar la justicia internacional y la equidad, así como defender las normas internacionales junto con el pueblo de Irán y otros países.
“Nuestras relaciones con Irán no se verán afectadas por la situación actual, pero serán permanentes y estratégicas”, dijo Wang. Su remate, por supuesto, fue: “Irán decide independientemente sobre sus relaciones con otros países y no es como algunos países que cambian su posición con una llamada telefónica” (de Washington).
Por otra parte, Wang enfatizó que China es consistente en oponerse a las sanciones unilaterales e irrazonables impuestas a Irán por otros países, porque violan el derecho internacional, especialmente aquellas basadas en mentiras e información falsa, que son inmorales e impopulares y constituyen una afrenta a la conciencia humana.
Dijo que China está dispuesta a trabajar con Irán y otros países para oponerse conjuntamente a los actos de intimidación por parte de las potencias, defender la equidad y la justicia internacionales y defender las normas básicas de las relaciones internacionales.

“La política de resistencia activa”
Sin duda, Irán da la bienvenida a este marcado cambio en la postura diplomática de China y ve claras ventajas en ello. El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamkhani, una figura muy influyente en las altas esferas del país, ha descrito el pacto con China como “parte de la política de resistencia activa”.
Wang señaló que es hora de reflexionar seriamente sobre las malas consecuencias infligidas en la región por las interferencias externas y trabajar juntos para explorar formas efectivas de mantener la seguridad y estabilidad regional a largo plazo. Por supuesto, China es muy consciente de que las divisiones regionales (que son en gran parte una creación de las potencias occidentales) no desaparecerán de la noche a la mañana.
No obstante, el mensaje constante de Wang, a lo largo de la gira regional, fue que los países de la región deben mantener su sentido de propiedad, llevar adelante el espíritu de independencia, deshacerse de la interferencia de la competencia geopolítica, buscar caminos de desarrollo adecuados a las condiciones nacionales y establecer un marco de seguridad en consonancia con sus intereses.
China está jugando a largo plazo. La gira regional de Wang por Asia occidental marca la creencia y la confianza de China de estar en el lado correcto de la historia.

M.K. Bhadrakumar es un embajador de la India retirado, con más de 30 años de carrera diplomática; Columnista para los periódicos Hindu y Deccan Herald, Rediff.com, Asia Times y Strategic Culture Foundation, Moscow.

Texto original: https://asiatimes.com/2021/04/china-playing-the-long-game-in-the-middle-east/
Traducción: A. Mondragón

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