Hoy en día, el Ministerio de la Propaganda Occidental —también conocidos como los grandes medios de comunicación o los Presstitutos— nos está vendiendo la presunta e inminente invasión de Ucrania por parte de Rusia –encarnado como el “mal”— y que está siendo evitado las fuerza del “bien” encabezadas por EE.UU. —lo cual es una farsa total, incluso el propio presidente de Ucrania ha desmentido a Biden sobre la invasión “fake”. Sin embargo todo esto parece ser una mera distracción. Los verdaderos escenarios de guerra no son en la tierra, sino en el espacio alrededor de la tierra. Como se revela en el siguiente artículo, las grandes potencias están desempolvando los viejos diseños de defensa antimisiles basados en el espacio y de armamento antisatélite, para contrarrestar la amenaza de los misiles hipersónicos de la nueva era. Es decir, las verdaderas batallas no están ocurriendo en tierra, sino en el espacio. Y eso fue lo que China ya había anunciado, sin decirlo abiertamente por supuesto, cuando lanzó su primer satélite 6G a finales del 2020, y que nosotros lo anunciamos como “El primer mensaje para Biden llega desde el espacio”. Y lo que se menciona aquí quizá sea algo que ya está sucediendo hace tiempo, porque como dice un proverbio chino: ““Un hombre verdaderamente sabio, suele parecer poco ingenioso” o “Hacerse el tonto, sin dejar de ser listo”.
Por Gabriel Honrada
China, Rusia y Estados Unidos están revisando los conceptos de defensa antimisiles basados en el espacio y armamento antisatélites, para contrarrestar los misiles hipersónicos que se están desarrollando y proliferando rápidamente, una gran competencia de poder que promete acelerar la militarización del espacio o una nueva Guerra de las Galaxias (Stars Wars).
Las defensas antimisiles basadas en el espacio agregan otra capa a las defensas antimisiles existentes y lo más probable es que, específicamente, se centren en interceptar los misiles durante las primeras etapas de su fase de vuelo a propulsión. Esto aumenta la posibilidad de intercepciones exitosas, en comparación con las intercepciones a mitad de camino y terminales —donde los misiles podrían realizar maniobras evasivas a velocidades hipersónicas.
Guerras entre los satélites
Las defensas basadas en el espacio podrían apuntar a los satélites, que son eslabones críticos en la llamada cadena de la muerte de las armas hipersónicas, integradas por personas y procesos involucrados en el lanzamiento y la guía de los misiles hacia sus objetivos.
Los satélites armados también pueden atacar a los satélites enemigos de varias maneras, incluso a través de ataques físicos, energía dirigida o armas convencionales, guerra electrónica, aerosoles químicos o incluso colisión directa.
Maniobras chinas con satélites
Este mes (enero), el satélite Shijian-21 de China usó un brazo robótico para sacar un satélite Beidou muerto de su órbita geosincrónica normal y colocarlo en la órbita de un cementerio distante, designada para satélites que se acercan al final de su vida operativa.
Además del Shijian-21, la Estación Espacial Tiangong de China, la respuesta de Beijing a la Estación Espacial Internacional, cuenta con un brazo robótico que tiene capacidades similares. Como tal, los satélites equipados con brazos robóticos también podrían diseñarse para sacar de órbita a los satélites militares, o incluso destruirlos físicamente.
Armando satélites para la guerra
Los satélites militares pueden tener armamento montado para atacar a los satélites enemigos. Estados Unidos tiene planes en el 2023 para montar armas de energía dirigida, como láseres y haces de partículas neutrales, en sus satélites militares.
Si bien están destinados principalmente a la defensa antimisiles, estas armas se pueden usar para destruir satélites enemigos vinculados a la cadena de muerte de un adversario.
Los satélites militares también pueden armarse con armamento convencional, y Rusia disparó con éxito un cañón automático montado en su estación espacial Salyut en 1975. Rusia también tenía planes para una estación espacial Almaz armada con misiles, pero el concepto se archivó en 1978.
Como una guerra de guerrillas
Los propios satélites pueden utilizarse como armas antisatélite mediante colisión directa. Los satélites civiles pueden armarse para este modo de ataque, ya que pueden ser controlados por su país operador para chocar contra los satélites de su adversario.
Esto también tiene el potencial de convertir el espacio ultraterrestre en una zona gris o un dominio de guerra híbrida, en el que la distinción entre entidades estatales, no estatales y civiles se difumina, junto con el empleo de la guerra convencional e irregular (como una guerra de guerrilla satelitales). También agrega un elemento de negación plausible a tales operaciones.
Ya hubo una colisión espacial
En una posible demostración de la privatización de la guerra de la zona gris en el espacio, el año pasado EE.UU. pudo haber organizado intencionalmente una colisión cercana entre uno de sus satélites Starlink SpaceX y la Estación Espacial Tiangong de China. Si bien China montó una protesta diplomática formal, Estados Unidos no respondió.
Rusia realizó maniobras similares en el 2014 cuando su satélite Luch se acercó peligrosamente a un satélite estadounidense Intelsat, lo que generó sospechas de que Rusia podría estar robando datos del satélite estadounidense y encendió las alarmas sobre los riesgos de colisión.
Aplicación de la tecnología 6G
Además, el desarrollo de la tecnología 6G de próxima generación para aplicaciones militares y armas hipersónicas, ha aumentado significativamente el valor de los satélites militares, lo que a su vez los convierte en objetivos aún más atractivos.
En esta dirección, se informa que China ha desarrollado tecnología 6G que resuelve el problema del apagón de comunicaciones a velocidades hipersónicas. Las armas hipersónicas enfrentan dificultades para mantener la comunicación debido al gas ionizado caliente que aparece en su superficie, que bloquea las ondas electromagnéticas durante el vuelo hipersónico.
Tecnología 6G para aplicaciones militares
Según informes, científicos chinos han desarrollado un dispositivo láser 6G que genera un haz continuo de ondas electromagnéticas en la banda de terahercios, un rango de frecuencia que también se utiliza para la tecnología 6G. Según los informes, las pruebas en tierra han demostrado que el dispositivo puede penetrar la capa de plasma que rodea las armas hipersónicas.
Dicha tecnología podría integrarse en satélites militares para proporcionar comunicaciones confiables y transmitir datos de objetivos a armas hipersónicas. El año pasado, China lanzó el primer satélite 6G del mundo con tecnología de terahercios, mientras que SpaceX anunció planes para actualizar sus satélites Starlink con conectividad láser.
Ambos conceptos pueden adaptarse pronto para aplicaciones militares, especialmente para armas hipersónicas.
Fuente: https://asiatimes.com/2022/01/star-wars-the-outer-space-race-to-kill-hypersonics/
Traducción: A. Mondragón
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