Los funcionarios de la Organización de Naciones Unidas (ONU) han señalado un estudio, publicado en el sitio web de la revista médica Lancet, que revela que las cuarentenas y las clausuras de escuelas están causando más daño a los niños que el propio coronavirus, y se espera que muchas más muertes provengan de la reacción al brote, más que de la pandemia en sí, sobre todo en el Tercer Mundo —los países de bajos y medianos ingresos.
Por Steve Watson
En una presentación, en la que se buscaba financiación extra para los esfuerzos contra el coronavirus, la directora de UNICEF, Henrietta H. Fore, dijo: “Las repercusiones de la pandemia están causando más daño a los niños que la propia enfermedad”.
El jefe del programa de nutrición del UNICEF, Víctor Aguayo, señaló que el mayor daño se está haciendo “al cerrar las escuelas, al interrumpir los servicios de atención primaria de salud, al tener programas nutricionales disfuncionales”.
Empeorando la malnutrición
Las autoridades señalaron un estudio publicado en The Lancet, en el que se señala que “el distanciamiento físico, los cierres de escuelas, las restricciones comerciales y los cierres de países”, están empeorando la malnutrición infantil en el mundo.
El estudio estima que otros 6.7 millones de niños estarán en riesgo, y que los cierres y otras respuestas al coronavirus, podrían provocar más de 10,000 muertes infantiles adicionales cada mes. Los funcionarios de la UNICEF señalaron que eso significaría 128,000 muertes más de niños en el próximo año.
Study: Global Lockdowns Killing 10,000 Children Per Monthhttps://t.co/GG9DWHZpeY
— Dan Bongino (@dbongino) July 28, 2020
El estudio cumple con la investigación del Instituto Internacional de Investigación de Políticas Alimentarias (IFPRI) con sede en Washington y la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins.
Impactos de por vida
El estudio concluye que las estrategias de cierre podrían tener “impactos de por vida en la educación, riesgos de enfermedades crónicas y formación general de capital humano”, además de “consecuencias intergeneracionales para el crecimiento y desarrollo infantil”.
Se dice que las estimaciones “probablemente sean conservadoras, dado que se desconoce la duración de esta crisis y que aún no se han concretado todas sus repercusiones en los sistemas de alimentación, salud y protección social”.
Destruirán 7 años de vida
El estudio encaja con otras investigaciones que han llegado a la conclusión de que las cuarentenas “destruirán al menos siete veces más años de vida humana” que los que salvan.
El gobierno alemán ha llegado a la conclusión de que el impacto del cierre del país podría terminar matando a más personas que el coronavirus, debido a que las víctimas de otras enfermedades graves no reciben tratamiento.
Como hemos destacado anteriormente, en el Reino Unido ya ha habido hasta 10,000 muertes en exceso como resultado de personas gravemente enfermas, que no tuvieron acceso a los hospitales debido al COVID-19 o que no tienen el tratamiento hospitalario adecuado, porque les fue cancelado.
Morirán 29 veces más que el virus
Un consorcio de analistas de datos en Sudáfrica también descubrió que las consecuencias económicas del cierre del país, llevarán a que mueran 29 veces más personas que el propio coronavirus.
Cientos de médicos también se oponen a las medidas de cuarentena, advirtiendo que causarán más muertes que el propio coronavirus.
Globalistas insisten en cuarentena
Mientras los globalistas han instado a que se sigan aplicando las cuarentenas, los expertos médicos y económicos de múltiples países advierten que, si no se eliminan los cierres, la pérdida de vidas será mucho mayor que la causada directamente por el propio virus.
Lo que dice el estudio publicado en The Lancet
La pandemia de COVID-19 está socavando la nutrición en todo el mundo, en particular en los países de bajos y medianos ingresos (PRMB).
Las peores consecuencias las sufren los niños pequeños. Algunas de las estrategias para responder a COVID-19 —como el distanciamiento físico, el cierre de escuelas, las restricciones comerciales y el bloqueo de países— están afectando a los sistemas alimentarios al interrumpir la producción, el transporte y la venta de alimentos nutritivos, frescos y asequibles, lo que obliga a millones de familias a depender de alternativas pobres en nutrientes. La tensión de los sistemas de salud y las interrupciones en la respuesta humanitaria están erosionando el acceso a servicios de nutrición esenciales y a menudo vitales.
Sistema de protección sobrecargados
Los sistemas de protección social de muchos países de ingresos medianos están sobrecargados, ya que las familias vulnerables luchan por acceder a los alimentos y servicios que necesitan en el contexto de una recesión económica.
La malnutrición podría exacerbar los efectos de COVID-19 en las madres y los niños. Al mismo tiempo, cada vez hay más niños que sufren de malnutrición debido al deterioro de la calidad de su dieta, las interrupciones en la nutrición y otros servicios esenciales, y las perturbaciones socioeconómicas creadas por la pandemia en los PRMB.
La emaciación infantil aumentará 14.3%
Las nuevas estimaciones de Derek Headey y sus colegas, en un comentario adjunto en The Lancet, sugieren que sin una acción oportuna, la prevalencia mundial de la emaciación infantil podría aumentar en un sorprendente 14.3%. Se estima que antes de la pandemia de COVID-19 había 47 millones de niños menores de 5 años afectados por la emaciación en todo el mundo.
Esto se traduciría en una estimación de 6 a 7 millones de niños más con emaciación durante los primeros 12 meses de la pandemia —el 80% de ellos en el África subsahariana y el Asia meridional— y en más de 10,000 muertes adicionales de niños por mes durante ese mismo período.
Apenas la punta del iceberg
El aumento estimado de la emaciación infantil es sólo la punta del iceberg. Se espera que la pandemia de COVID-19 también aumente otras formas de malnutrición infantil, como el retraso en el crecimiento, las deficiencias de micronutrientes y el sobrepeso. Si la comunidad mundial no actúa ahora, las consecuencias a largo plazo serán devastadoras para los niños, el capital humano y las economías nacionales.
Como dirigentes de cuatro organismos de las Naciones Unidas, hacemos un llamamiento a la acción para proteger el derecho de los niños a la nutrición ante la pandemia de COVID-19. Esto requiere una respuesta rápida e inversiones por parte de los gobiernos, los donantes, el sector privado y las Naciones Unidas. Es preciso adoptar cinco medidas y hacer un seguimiento inmediato.
Las acciones más urgentes
Cinco acciones urgentes para proteger el derecho de los niños a la nutrición en la pandemia de COVID-19.
— Salvaguardar y promover el acceso a dietas nutritivas, seguras y asequibles.
— Invertir en mejorar la nutrición materna e infantil durante el embarazo, la infancia y la primera infancia.
— Reactivar y ampliar los servicios para la detección temprana y el tratamiento de la emaciación infantil.
— Mantener la provisión de comidas escolares nutritivas y seguras para niños vulnerables.
— Ampliar la protección social para salvaguardar el acceso a dietas nutritivas y servicios esenciales.
Fuentes: https://summit.news/2020/07/29/un-officials-cite-study-that-finds-lockdowns-school-closures-killing-more-children-than-covid/ y https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(20)31648-2/fulltext#%20
Traducción: A. Mondragón
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