Las deudas y las burbujas mataron a la clase media en EE.UU.

¿Qué es exactamente la clase media y qué papel esencial desempeña en la economía? Dado que la clase media es constantemente invocada por los políticos y los economistas, uno pensaría que el statu quo tiene una sólida comprensión de la clase media. Por desgracia, no es tan simple. Por Charles Hugh Smith La visión convencional define a la clase media por sus ingresos, educación o tipo de trabajo que realiza. Todos estos son atributos superficiales e ignoran lo que realmente diferencia a la clase media de la clase trabajadora. Sí, la clase media tiende a ganar más, tiene credenciales educativas más altas y realiza trabajos administrativos en lugar de trabajos manuales. Pero obtener una credencial de educación superior y un aumento de salario no proporciona automáticamente un status de clase media en la economía, ni tampoco el desempeño de un trabajo administrativo. Tampoco mueve automáticamente al individuo hacia arriba en la escalera de movilidad social, desde la propiedad casi nula del capital (la clase trabajadora) a la propiedad significativa del capital productivo (la clase media). Transforma el trabajo en capital La clase media es fundamentalmente un medio de transformar el trabajo en capital a través del ahorro y la inversión. La tradicional escalera de movilidad social de la clase trabajadora a la clase media, tiene que ver con la capitalización del trabajo: el tiempo y los ahorros se invierten en la educación superior, capitalizando así el trabajo futuro que aumente la productividad del capital. En otras palabras, lo que separa a la clase trabajadora de la clase media es la capacidad de la clase media para transformar su trabajo en capital, mientras que el trabajo de la clase trabajadora solo financia el consumo. Lo que falta al marxismo La clase trabajadora no se define por las credenciales o el tipo de trabajo, sino por el acceso limitado a los medios para transformar su trabajo en capital. En la visión marxista clásica, hay una línea clara entre el trabajo y el capital: el proletariado trabaja en las fábricas propiedad de los industriales capitalistas que dependen del capital monopolista controlado por los bancos comerciales / de inversión. La clase de la pequeña empresa —artesanía, comercio, profesionales, etc.— es simplemente una brecha entre las clases dominantes de trabajo y capital. La dinámica del crédito / deuda Desde este punto de vista, la explotación del trabajo es la fuerza dominante del capitalismo. Si bien la mano de obra es efectivamente explotada en muchos casos, la dinámica que este esquema pierde es el papel esencial del crédito / deuda y el consumo de la clase media, que genera ganancias para los grandes propietarios de capital. Los trabajadores con salarios bajos benefician a sus empleadores, pero no a los bancos ni a quienes se benefician de la venta de bienes y servicios a los trabajadores con salarios más altos —la clase media. La explotación financiera La deuda es inmensamente rentable, por lo que los trabajadores de bajos ingresos tienen una cantidad limitada de rentabilidad. Los servicios financieros son expertos en estafar a la clase trabajadora con préstamos a cambio de sus cheques de pago, servicios de cambio de cheques, préstamos para automóviles usados, cargos por pagos atrasados ​​y cargos por sobregiro. Pero, de nuevo, hay una cantidad limitada de sangre que se puede extraer de los trabajadores con salarios bajos. La clase media del consumo Los salarios más altos y estables de la clase media ofrecen una bonanza de beneficios a largo plazo, gracias a la deuda contraída por la clase media. Éstos incluyen… Préstamos para estudiantes para obtener las credenciales que se consideren necesarias para la membresía de la clase media, préstamos para automóviles, hipotecas para comprar viviendas y deudas para todo el consumo que la clase media puede pagar: viajes de placer, cruceros, restaurantes de lujo, etc. En otras palabras, el capitalismo moderno se estanca sino hay una clase media vibrante y solvente que pida prestado y gaste libremente. Recuerde, las ganancias provienen de los altos niveles de deuda y el consumo que los bajos salarios, precarios e inseguros de la clase trabajadora, no pueden pagar.
Servidumbre por las deudas Pero aquí está el problema: la mayor parte de la deuda de la clase media surge de la aspiración de transformar el trabajo en capital a través de la educación superior (deuda estudiantil) y la propiedad de la vivienda (hipotecas). A medida que los salarios de la clase media pierden poder adquisitivo y los ingresos se vuelven más precarios (a medida que los empleadores descargan los costos de la atención médica y las pensiones en los empleados y cambian a los trabajadores de empleados formales a trabajadores por contrato), la capacidad de la clase media para pedir prestado y consumir más flaquea. Vías que ya no son confiables Peor aún, estas antiguas vías de propiedad del capital productivo ya no son confiables. Las credenciales de educación superior ya no garantizan salarios amplios y estables. Además, la propiedad de una vivienda en una economía adicta a la burbuja inmobiliaria ya no es un medio de ahorro, sino más bien una ficha en el casino de la burbuja económica. Así, la servidumbre por deudas es lo que le espera a los aspirantes a la propiedad de capital productivo por parte de la clase media. Si bien los pagos de la deuda están garantizados, las recompensas por asumir la deuda son propensas a colapsos repentinos en la demanda de credenciales y activos comprados con deuda. La deuda solo funciona para la clase media si la suma de los ingresos y la seguridad de obtenerlos aumentan debido a la mejora de la productividad y el acceso al capital productivo. Un camino a la servidumbre Tanto la productividad como el acceso al capital productivo se están erosionando, por lo que lo que tenía sentido en las generaciones pasadas —pedir préstamos para la educación universitaria y una vivienda— es ahora, cada vez más, un camino hacia la servidumbre por deudas. La “solución” del statu quo al declive de la propiedad de la clase media del capital generador de ingresos es una economía que ahora depende totalmente de las burbujas especulativas. La idea aquí es que una burbuja de activos, cada vez mayor, pueda dar ganancias de capital a los de la clase media que posean estos activos, compensando así su poder adquisitivo y seguridad de ingresos, cada vez más en declive. Desafortunadamente, esta “solución” solo ha enriquecido al 10% superior, ya que el 90% inferior recauda un magro 3% de todos los ingresos del capital. Pasivos en lugar de activos Esa disparidad indica que… 1) El 90% inferior, que incluye a la clase media, posee un capital que genera ingresos casi nulo y… 2) El capital que ellos poseen son “cosas” que se deprecian rápidamente (vehículos, electrodomésticos, etc.) que generan ingresos nulos, o activos de dinero muerto como casas familiares que cuestan una fortuna pero no producen ingresos y ya no son inversiones confiables. La próxima explosión de la burbuja podría evaporar el capital fantasma de los propietarios generado por las burbujas inmobiliarias en serie. Empujados hacia un precipicio A medida que la clase media se estanca, también lo hacen los bancos, los productores de bienes y servicios y la clase trabajadora con salarios más bajos que trabaja en servicios y realizan labores de baja productividad. Y a medida que la clase media se da cuenta de que los peldaños de la movilidad social están rotos, es fácil predecir un colapso sistémico. Desafortunadamente, para aquellos en la cima que se han beneficiado enormemente de las burbujas especulativas, las burbujas especulativas no crean una clase media vibrante; al contrario, empujan lo que queda de la clase media hacia un precipicio. Los ganadores de las burbujas especulativas son los afortunados de haber comprado casas, bonos, propiedades de alquiler, terrenos, etc., pero hace décadas, cuando se podía tener una casa por tres veces el ingreso medio y los bonos pagaban rendimientos sólidos por encima de la inflación. Efectos de las burbujas El 90% inferior que intenta encontrar activos productivos a precios asequibles ahora no tiene suerte. Considere una casa de 900 pies cuadrados construida en 1916 en la atractiva comunidad del Área de la Bahía de San Francisco de Albany, California. La casa se vendió por $135,000 en 1996, 3.8 veces el ingreso familiar promedio nacional de aquel entonces. Luego, la burbuja inmobiliaria Nro. 1 aumentó el valor a $542,000 en el 2004, equivalente a 12.2 veces el ingreso familiar medio nacional, de esa época. La burbuja inmobiliaria Nro. 2 ha elevado el valor a poco más de 1 millón de dólares, 14.5 veces el ingreso familiar medio nacional. Solo aquellos que heredan riqueza (o que eligieron padres ricos), aquellos que ganan más de $250,000 al año o los especuladores que acaban de obtener grandes ganancias en bitcoin o GameStop, podrían pagar por esta casa muy pequeña y modesta. Como los jugadores de casino Eso es lo que las burbujas especulativas le hacen a la clase media: las dejan atrás para siempre. Aquellos que compraron hace 25 años entraron en el 10% superior en riqueza debido al aumento burbujeante en el valor de su casa. Algunos ganadores en el casino que vendieron en la parte superior podrían haber llegado al 10% superior, pero la gran mayoría de los jugadores en el casino no pueden competir con los primeros, los manipuladores y los profesionales, por lo que pierden terreno. Por eso, el 90% inferior recauda un insignificante 3% de todos los ingresos del capital. La clase media ya se ha derrumbado, pero gracias a la deuda y las burbujas, esta realidad se ha encubierto temporalmente. Todas las burbujas explotan y toda deuda excesiva termina en incumplimiento. Cuando estos ocurren inevitablemente, la realidad ya no puede ocultarse más. Fuente: https://dailyreckoning.com/who-killed-the-middle-class/ Traducción: A. Mondragón

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