Las tarifas contra China no resuelven la falta de competitividad de EE.UU.

Tim Cook, el CEO de Apple, quien en una entrevista dijo: "En EE.UU. podría tener una reunión de ingenieros de herramientas y no estoy seguro de que podamos llenar la sala. En China podrías llenar varios campos de fútbol".

¿Hasta que punto China cuenta con un enorme ventaja competitiva sobre Estados Unidos? Bueno tomemos la palabra de Tim Cook, el CEO de Apple, quien en una entrevista dijo: “En EE.UU. podría tener una reunión de ingenieros de herramientas y no estoy seguro de que podamos llenar la sala. En China podrías llenar varios campos de fútbol”.
Por Tom Luongo
He estado argumentando durante meses que la guerra comercial de Donald Trump con China es el colmo de la estupidez. Si bien Trump tiene el poder de hacer lo que ha estado haciendo: sancionar a los actores y aplicar tarifas —es mejor no usar todo ese poder, peor aun torpemente.
El problema central es un simple hecho: EE.UU. no es competitivo. Esto es a un nivel profundo y estructural. Miremos el nivel de la educación. Y esto es algo que el equipo de comercio de Trump y sus seguidores se niegan a admitir.
Cuando se trata de los procesos de fabricación y ensamblaje, los trabajadores de EE.UU. no valen el dinero por el que se les paga.

La mano de obra calificada china
No tomes mi palabra. Toma la de Tim Cook, el CEO de Apple. En una entrevista reveladora de finales del 2017, Cook explica el problema básico con EE.UU.
China tiene una gran cantidad de mano de obra calificada que no se ve en ningún otro lugar, dice Cook:
“Los productos que necesitamos requieren herramientas muy avanzadas, y la precisión que (como trabajador) debes tener para hacerlo, las herramientas y el trabajo con los materiales que hacemos son lo último en tecnología. Y la habilidad para manejar las herramientas es muy profunda aquí (en China). En EE.UU. podría tener una reunión de ingenieros de herramientas y no estoy seguro de que podamos llenar la sala. En China podrías llenar varios campos de fútbol”.
Cook acredita la vasta oferta del talento profesional altamente calificado de China:
“La experiencia vocacional es muy profunda aquí, y le doy mucho crédito al sistema educativo por continuar presionando en eso, incluso cuando otros no estaban enfatizando las carreras vocacionales. Ahora creo que muchos países en el mundo se han despertado y han dicho que eso es una cosa clave y tenemos que corregirlo. China hizo lo correcto desde el principio”.

¿Habla Tim Cook o Mike Rowe?
Rowe argumenta todo el tiempo que “ya no valoramos el trabajo”. Las escuelas de VoTech (Técnicas Vocacionales) luchan por sobrevivir en EE.UU. Miles de trabajos sólidos y honestos quedan sin cubrir. A los niños se les vende la idea de la universidad como el único camino hacia un buen trabajo y un futuro estable.
Y eso simplemente no es verdad. La razón por la que ya no es cierto, es por el simple adagio de Ron Paul: “Cuando subsidias algo, obtienes más de lo que necesitas”.
Hemos desviado tanto dinero y capital a la educación que hemos abaratado su valor en el mercado laboral, al tiempo que animamos a dos generaciones de jóvenes a endeudarse para perseguir un sueño de fama o fortuna, que tenía una probabilidad cada vez menor de volverse realidad.

Tiempo y energía desperdiciados
Pagar $100,000 para un título de Estudios de la Mujer, no lo capacitará para dirigir una línea de producción. No arreglará su aire acondicionado. Y no te preparará para asumir la responsabilidad de tu tiempo y energía desperdiciados.
Escuchamos esto todo el tiempo. “Las ofertas de trabajo están en niveles récord”, de acuerdo con el BLS. (Pero la mayoría ofreciendo salarios de pobreza.)
Pero la otra cara es que el crecimiento salarial se ha estancado. Y sólo recién ahora está acercándose a algo cercano a lo sostenible (aunque esta afirmación puede ser dudosa). Esto habla de un mercado laboral completamente desfasado con las necesidades de la sociedad. Puede felicitar a Trump por arreglar algo de esto, sin duda (aunque los economistas honestos lo refutan categóricamente), pero no va a solucionar el problema estructural subyacente de la mala inversión.
Esto no es culpa de China. Esto es culpa nuestra. Es nuestra culpa el desviar billones de billones de dólares a proyectos poco económicos y derrochadores y a la asombrosa cantidad de burocracia para administrarlos en las últimas dos generaciones.

Una cultura de la autoindulgencia
Es nuestra culpa que el malestar cultural de la autoindulgencia, iniciada por los Baby Boomers, haya tenido los efectos secundarios del creciente nihilismo entre sus hijos y nietos que se enfrentan a una vida de esclavitud, por deudas y malas selecciones de elección de pareja.
Es nuestra culpa haber alimentado un imperio con deudas baratas y actitudes displicentes hacia la vida, y ahora estamos enojados de que muchos estadounidenses no tengan un futuro viable, ya que la riqueza de la nación fue absorbida por la clase dominante y sus lacayos.
No se preocupe, China está avanzando por el mismo camino en el que estamos, simplemente están llegando a la rampa mientras nos dirigimos hacia el paso previo al abismo.
Pero culpar a China por esta pérdida de experiencia en cosas en las que solíamos ser buenos, es el enfoque equivocado para resolver el problema subyacente. Tenemos que abordar la forma en que fluye el dinero a través de esta sociedad. Tenemos que admitir que la planificación central no funciona.

Nosotros mismos como enemigos
Me río cuando escucho a los comentaristas en mis videos de YouTube o en Zerohedge, en respuesta a mis artículos, quejarse de los “sucios ChiComs (Chinos Comunistas) que se roban nuestra tecnología” y todo el resto de los puntos de conversación xenófobos increíblemente estúpidos, alimentados por los “originales pensadores” de los mismos banqueros y oligarcas contra quienes creen que están luchando.
No son mejores que los “snowflakes” de la izquierda, que gritan contra el “privilegio blanco” y “el patriarcado”. Todo es solo un reflejo de una sociedad que no quiere mirarse en el espejo y darse cuenta de que hemos encontrado al enemigo y ese es nosotros mismos.
Todas las cosas vienen en ciclos. Nos hicimos tan ricos en la reconstrucción del mundo después de la Segunda Guerra Mundial, que pensamos que no solo podríamos tener pistolas y mantequilla, sino que teníamos derecho a ello porque éramos el instrumento de la bondad en un planeta destrozado.
Trump puede hacer lo que está haciendo y lo apoyo. Pero no va a funcionar.

China invirtió, EE.UU. derrochó
No se puede obtener por la fuerza lo que se entregó libremente. Tienes que trabajar para ello. Tienes que ganártelo. No importa si tu gobierno y tu empleador te han engañado. Eso no es culpa de China.
China ha ganado su riqueza. ¿Han invertido mal parte de ese dinero que llegó durante los últimos treinta años? Absolutamente.
Pero escucha a Tim Cook y escucha con atención. La mayoría no lo ha hecho. Todo lo que he oído es sobre las ciudades fantasmas y las carreteras a ninguna parte. Los trillones en deuda de la banca en la sombra y el inminente (desde el 2012, por cierto) colapso de la vivienda.
Y, sin embargo, eso es simplemente una proyección para la infraestructura en ruinas, los pueblos rurales vacíos y los enormes déficits de financiamiento que toda esta deuda creó aquí en casa.

Trump no pagará el precio, nosotros lo haremos
Si quieres arreglar EE.UU. hazlo. Pero no castigues a los chinos mientras estemos en ello. Para solucionar el problema, los Estados Unidos requerirán acceso a ese mercado en una red de intercambios mutuamente beneficiosos que no nos excluyen.
Tim Cook entiende esto. El alboroto de Trump contra China lastimará a Apple en formas que no serán reversibles. Si crees que Trump se detendrá con su lista negra de Huawei, no estás prestando atención.
Y pase lo que pase, él no pagará el precio. Nosotros lo haremos. Debido a que con todo el dinero que hemos invertido en exceso en la educación, lo único que no hicimos fue enseñar los conceptos básicos de economía, los efectos en cadena y los costos de poner la fe en las manos de las personas más venales del planeta, los políticos.

Tom Luongo es un analista político y económico independiente, con sede en el norte de Florida, EE.UU.

Texto original: https://tomluongo.me/2019/05/25/tariffs-on-china-do-not-solve-lack-of-u-s-competitiveness/
Traducción: A. Mondragón

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