El siempre polémico y controversial, el cineasta Michael Moore no dejó pasar la oportunidad para apuntar con su afilada pluma, una vez más, contra el presidente Trump y, en su página de Facebook cuestionó seriamente el contagio presidencial con el Covid-19 y, sin tapujos, lo tildó una vez más de mentiroso en un extenso artículo de opinión, donde desliza las ideas maquiavélicas que Trump puede estar usando de cara a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. A continuación el texto completo traducido al español.
Por Michael Moore Hay una verdad absoluta sobre Trump: él es un mentiroso constante, absoluto, implacable, intrépido y profesional. Un mentiroso en serie. Un mentiroso comprobado con los hechos. ¿Cuántas mentiras ha comprobado el Washington Post en estos cuatro años? ¿25,000? ¿Una mentira al menos dos veces en cada hora de vigilia? Piensa en todas las personas malas que has conocido en tu vida. Incluso de los peores que no podrías decir eso. Entonces, ¿por qué demonios le deberíamos creer ahora? ¿Se ha ganado tu confianza ahora? No. Sin embargo, somos lo suficientemente decentes como para no querer que se enferme, para desearle lo mejor, y tal vez, solo por esta vez, le dé el beneficio de la duda porque ¿por qué mentiría sobre esto? Ésa no es la cuestión. La pregunta que nosotros, y sí, me refiero a ustedes también, los medios de comunicación, la única pregunta que realmente debemos hacernos es esta: ¿Por qué Trump de repente comenzaría a decir la verdad?
“¡Trump es un mentiroso!” Todos ustedes, mis amigos, han estado diciendo durante cuatro años: “¡Trump es un mentiroso! ¡Trump es un mentiroso!” Entonces ¿por qué creerle ahora? Es muy posible que tenga COVID-19. De hecho, supongamos que lo tiene. ¡Por supuesto que lo tiene! ¿Eso no le hace dejar de ser Trump? Estoy seguro de que Mussolini contrajo gripe una vez. Pinochet y Franco también se resfriaban de vez en cuando. Margaret Thatcher debe haber tenido una migraña o dos. Ninguno de ellos de repente se volvió amable o hizo cosas buenas, o comenzó a decir la verdad, porque se enfermó. Jesse Helms (el Senador racista de Carolina del Norte, ya fallecido) con la nariz moqueando seguía siendo Jesse Helms. Pero Trump tiene un (patético) historial de mentiras sobre su salud. Su médico de toda la vida en Nueva York, el Dr. Bornstein, admitió hace unos años que Trump le dictó su “carta del médico” perfecta, durante la campaña del 2016. Luego está el médico de La Casa Blanca, que dijo que Trump podría vivir “¡200 años!” ¿Qué hay de su mentira sobre ese viaje de emergencia al Hospital Walter Reed “para completar su examen físico?”. Trump también tiene un historial de mentiras sobre la salud de sus oponentes (como cuando Hillary se enfermó en la ceremonia de conmemoración del 11-S, o lo que ha estado diciendo ahora sobre la salud de Biden).
Hay que ser escépticos de Trump Por eso debemos ser escépticos. Siempre debemos permanecer escépticos cuando se trata de Trump. Puede que lo tenga. Pero también es posible que esté mintiendo. Eso es solo un hecho. Pero, ¿por qué mentiría sobre esto? ¿Qué tendría que ganar? Quiero decir, se ve mal que lo haya llamado un engaño durante siete meses, y haya manejado totalmente mal la respuesta del gobierno —¿y ahora él lo tiene? ¿No parece terrible que haya pasado meses minimizando el uso de las mascarillas, descartando el distanciamiento social, organizando grandes mítines llenos de simpatizantes de edad avanzada e, incluso, matando a sus propios simpatizantes como Herman Cain? ¿Y no va esto en contra de su estilo de siempre proyectar (y exagerar) su propia fuerza, su salud, su genética, su virilidad? Sí. Todo esto es cierto. No querría admitir que ha caído en un engaño.
Para evitar una paliza electoral Pero —está perdiendo las elecciones. Y él lo sabe. No estamos en el 2016. Fue odiado en el 2016, pero ahora lo odian aún más. Millones de estadounidenses están ENCABRONADOS y a punto de darle una paliza de grandes ligas y una derrota récord. Así que él necesita, urgentemente, cambiar totalmente la narrativa de su campaña. Y simplemente lo ha hecho. Los demócratas, los liberales, los medios de comunicación y otros, siempre se han equivocado al tratarlo simplemente como un bufón, un tonto y un idiota. Sí, él es todas esas cosas. Pero también es astuto. Es inteligente. Superó a Comey. Él superó a Müeller. Superó a 20 republicanos en las primarias republicanas y luego hizo lo mismo con los demócratas, ganando la Casa Blanca, a pesar de recibir menos votos que su oponente. Es un genio malvado y planteó la posibilidad de que mienta sobre tener el Covid-19 para prepararnos y contrarrestar su juego. Sabe que estar enfermo tiende a ganar cierta simpatía. Él es muy capaz de convertir esto en un arma.
El lanzamiento de la “vacuna” Ha estado mintiendo sobre lo pronto que estará lista una vacuna. Qué mejor manera de recalcar esa mentira, que dirigiendo una saga en las últimas semanas antes de las elecciones que culminen con el lanzamiento de esta “vacuna”. La historia sobre sus impuestos en el NY Times fue un bombazo contra él. Al igual que la historia de The Atlantic sobre llamar a los soldados estadounidenses caídos en combate como perdedores y tontos. Hay una docena más de estas historias en octubre. Anoche, The New Yorker detalló cómo su director de finanzas de campaña (y novia de Don Jr.) fue despedida de Fox News por… bueno… comportarse como un presentador típico de Fox News, al acosar sexualmente a su asistente y obligar a Fox a pagar un acuerdo de $4 millones a ese asistente debido a su comportamiento. Y también, anoche, la CNN estaba reproduciendo una grabación de audio de Melania, hablando mierda sobre los niños separados de sus padres en la frontera —Y hablando porquería sobre la Navidad. ¡La Navidad! Estas historias están a punto de ser algo cotidiano. Sin embargo, pueden tener menos tiempo de transmisión y ser menos dañinos ya que Trump y la Primera Dama ahora están “enfermos” y, se supone, que deben estar en nuestros pensamientos y oraciones.
Para poder manipular la elección Pero lo más peligroso, ÉL PUEDE USAR ESTO PARA PRESIONAR POR RETRASAR / POSPONER LA ELECCIÓN. La Constitución no lo permite, pero le importa un carajo la Constitución. Él y su matón, el fiscal general Barr, no tienen vergüenza y no se detendrán ante nada para mantenerse en el poder. Incluso puede usarlo como una excusa si pierde. Luego está esto: Puede usar su Covid como pretexto para abandonar la carrera y mover a Pence a la parte superior del boleto. Pence se convertiría temporalmente en presidente, y luego Pence podría perdonar preventivamente a Trump por todos sus crímenes. Una vez más, sin embargo, puede tener Covid. Probablemente lo tenga. Pero nunca, nunca, nunca le creas una palabra y nunca, nunca, nunca subestimes sus habilidades de supervivencia o las profundidades de su engaño o su maldad.
“Es nuestro trabajo” expulsarte ¿Qué podemos hacer hoy? Haz tu plan para votar y cúmplelo. Cuestiona todo. Y si tú y yo finalmente estamos convencidos de que lo tiene, NO te quedes en silencio mientras él piensa cómo usar esta enfermedad para su beneficio. Finalmente, en una nota personal: Manténgase vivo, señor presidente. Su salida de la vida pública debe ocurrir de manera correcta y decente. Le quedan muchos años de vida. Tiene un hijo que criar. Nietos que lo necesitan. Una base que le ama. Y las familias de casi un cuarto de millón de muertos (por el Covid) que podrían estar vivos hoy si hubieras hecho tu trabajo, si te hubiera importado, si no hubieras jugado a la política con la vida de la gente. Más de 200,000 almas perdidas —¡Y lo SABÍAS! Se lo dijiste a Woodward en febrero, que era una plaga. 200,000 muertos por las decisiones que TÚ tomaste, porque denigraste la ciencia e ignoraste a los médicos. Estoy seguro de que los estás escuchando ahora. El Covid no debe expulsarte. Ese es nuestro trabajo. Con bolígrafo y papeleta (en los centros de votación el 3 de noviembre).
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