Putin y Xi intensifican el juego estratégico contra el dólar

Los líderes rusos y chinos se han reunido casi 30 veces desde 2013 y se han convertido en socios estratégicos.
Por Pepe Escobar
Una sola imagen revela la calma de los sabios en medio del huracán en el centro del actual tablero de ajedrez geopolítico: un apretón de manos extremadamente afectuoso y cordial entre Xi Jinping y Vladimir Putin.
La imagen cristaliza la serie de pesadillas de quienes, en Estados Unidos, aún siguen las profecías euroasiáticas de Halford Mackinder y sus discípulos, como el fallecido Zbigniew Brzezinski del “Gran tablero de ajedrez”, que se centró en el imperativo de evitar la aparición de un competidor de pares en Eurasia
El competidor de pares ha emergido en su totalidad: La asociación estratégica entre Rusia y China. La Gran Eurasia.
El miércoles 5 de junio, Xi dijo en el Kremlin que este era su octavo viaje a Rusia desde el 2013, cuando se anunciaron las Nueva Rutas de Seda, o el Belt and Road Initiative (BRI). Y agregó que él y Putin se habían reunido “casi 30 veces” desde entonces.

“Acuerdos en monedas nacionales”
Entre la serie de acuerdos firmados por Putin y Xi, uno destaca: El impulso para desarrollar el comercio bilateral y los pagos transfronterizos utilizando el rublo y el yuan, sin pasar por el dólar estadounidense. O, como Putin lo expresó diplomáticamente, “Rusia y China pretenden desarrollar la práctica de los acuerdos en monedas nacionales”.
Es crucial recordar que esto se ha discutido en profundidad a nivel de BRICS –y específicamente por la asociación estratégica Rusia-China– desde mediados de la década del 2000.
Vastas franjas del Sur Global están prestando atención. La liquidación de la balanza comercial en todas partes está obligada a adoptar progresivamente el uso de otras monedas, no solo el rublo y el yuan.
Después de su reunión bilateral, Xi advirtió que “en la actualidad, la situación internacional está experimentando cambios profundos sin precedentes, a lo largo de los siglos. La paz y el desarrollo siguen siendo las tendencias de la época, en lugar del levantamiento del proteccionismo, el unilateralismo, que aumenta la política de poder y el hegemonismo”.
Pero eso es un eufemismo. Rusia está bajo duras sanciones estadounidenses. China se enfrenta a una guerra comercial total. La asociación estratégica entre Rusia y China es la “bestia negra” de la Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.

La total sincronización de China y Rusia
Geopolíticamente, Rusia-China está en total sincronización. Sobre Siria, y la necesidad de evitar que los yihadistas “rebeldes moderados” emigren a Xinjiang, Asia Central y el Cáucaso. Sobre la necesidad de preservar el JCPOA, o el acuerdo nuclear de Irán. Sobre la necesidad de resolver el enigma de la península coreana. Sobre la necesidad de apoyar a Venezuela –con cooperación militar y ayuda humanitaria.
De manera crucial, están sincronizados con el apoyo total de Putin para el BRI, así como el impulso para fusionar los proyectos de BRI y la Unión Económica de Eurasia (EAEU). Es esta interconexión la que puede solidificar el objetivo de Moscú de configurar a Rusia como el puente terrestre clave de Eurasia.
Es apropiado que Putin y Xi, aparte de cerrar acuerdos, tuvieran mucho que discutir en Moscú.
Y todo esto sucedió antes de que Putin y Xi se reunieran con los principales ejecutivos de más de 50 compañías rusas y 60 chinas que asistían al segundo Foro de Energía Ruso-Chino, organizado por Rosneft y China National Petroleum Corp. Y antes del tan esperado discurso de Putin sobre el actual tablero de ajedrez geopolítico turbulento, junto a Xi, en la sesión plenaria del Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF) el viernes 8 de junio.

Los debates y discusiones en San Petersburgo
SPIEF es el principal foro de negocios anual de Rusia. Es absolutamente imposible entender los aspectos básicos de la compleja maquinaria de integración progresiva de Eurasia sin asistir o seguir los debates y discusiones del SPIEF.
El 2019 es, en muchos aspectos, El Año de Vivir Peligrosamente. El tablero de ajedrez está totalmente monopolizado por el choque entre EE.UU. y Rusia-China, con el giro adicional del régimen de Trump coqueteando con una estrategia de “Nixon a la Inversa” para separar a Rusia de China. Por lo tanto, es apropiado que Xi sea un invitado de honor en el SPIEF. Y esa es solo la primera de las tres reuniones cruciales de Xi-Putin de este mes.
La próxima semana, se reunirán nuevamente en Bishkek para la cumbre anual de la Organización de Cooperación de Shanghai –donde los temas que discutieron en Moscú y San Petersburgo se compartirán con las naciones de Asia Central-Sur, incluido el observador crucial de la OCS, Irán.
Podría decirse que la cuestión clave en Bishkek será cómo Putin y Xi manejan a Modi, de la India, miembro de BRICS, recién salido de una victoria electoral, y soñando con un papel protagonista en la estrategia del Indo-Pacífico de Washington –que es esencialmente otro mecanismo de “contención de China”.
Y se reunirán nuevamente en Osaka, junto con los otros miembros del BRICS, el 28 de junio para la cumbre del G20.

Lo que Occidente está ignorando
La reunión de San Petersburgo de este año organizó algunas discusiones absolutamente esenciales en torno a la integración euroasiática. La mayoría de estas cuestiones son simplemente ignoradas en todo Occidente. Aquí hay algunos ejemplos que merecen ser examinados de cerca.
• Los desafíos de transporte que enfrentan las naciones miembros de la OCS, en un panel con el secretario general de la OCS, Vladimir Norov, y una excelente intervención del jefe de infraestructura global de KPMG, Richard Threlfall;
• Un panel de energía con el CEO de Rosneft, Igor Sechin, el Ministro de Finanzas de Qatar, Ali Shareef al-Emadi, el presidente del grupo de BP, Robert Dudley y el presidente de los proyectos globales de ExxonMobil, Neil Duffin;

Bank of America interesado en Eurasia
• Una discusión sobre el cambio de paradigma actual en el orden económico mundial, con el viceministro de Desarrollo Económico de Rusia, Timur Maksimov, el director de Economía y Estrategia de Mercados Emergentes del Bank of America Merrill Lynch David Hauner, y Paul Chan, de la secretaria financiera de Hong Kong;
• Un panel de gran alcance sobre negocios / inversiones en Eurasia, con el presidente del consejo de negocios de EAEU, Viktor Khristenko, presidente del consejo de administración del Eurasian Development Bank, Andrey Belyaninov, el primer viceprimer ministro de Rusia, Anton Siluanov, y Sberbank’s el director de la dirección analítica, Yaroslav Lissovolik;
• Lo que está evolucionando en términos de negocios en torno a la asociación estratégica Rusia-China, lo que lleva a proyectos conjuntos a gran escala en infraestructura, energía y alta tecnología, con directores ejecutivos y directores de las principales empresas rusas y chinas.

Las reuniones de Putin-Xi, las discusiones en San Petersburgo y la cumbre de la OCS de la próxima semana, en menos de 10 días, articulan completamente la hoja de ruta para la integración euroasiática. Sobre todo, cuelga el cambio de paradigma (económico) definitivo: varias naciones se preparan para eludir al dólar estadounidense como la moneda de reserva mundial.

* Pepe Escobar es un analista geopolítico independiente, escritor y periodista. Escribe para The Roving Eye, Asia Times Online, y trabaja como analista para RT, Sputnik News y Press TV. Anteriormente trabajó para Al Jazeera.

Texto original: https://www.asiatimes.com/2019/06/article/putin-and-xi-step-up-the-strategic-game/
Traducción: A. Mondragón

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