Casi 20 años después del 11-S, Alemania y el mundo de habla alemana están siendo impactados por un formidable libro de dos tomos, que revela dicho suceso como la geopolítica del terror para que sus maquinadores hagan grandes negocios multibillonarias.
Por Pepe Escobar
Un estudio innovador del talentoso periodista financiero independiente Lars Schall, “Denken wie der Feind — 20 Jahre Ausnahmezustand 9/11 und die Geopolitik des Terrors” (“Pensando como el enemigo — 20 años de Estado de Emergencia, el 11-S y la Geopolítica del Terror”) publicado en Alemania en dos libros.
El primero, “Das Erdöl, der Dollar und die Drogen” (“El petróleo, el dólar y las drogas”), sale esta semana. El Volumen II, Das “Pearl Harbor” des 21. Jahrhunderts (El Pearl Harbor del Siglo XXI), saldrá la próxima semana.
Una investigación “asombrosa”
Nomi Prins, una ex empleada de Goldman Sachs, ha descrito la “investigación de Schall sobre el uso indebido de la información privilegiada del 11-S” como “asombrosa”. Marshall Auerback, investigador del Instituto Levy en Estados Unidos, señaló cómo “la mayoría de los MSM (Medios Masivos de Comunicación) todavía se niegan a abordar los aspectos más amplios y controvertidos de la tragedia del 11-S”, sobre lo cual, agrega, Schall “proporciona un correctivo saludable”.
Una muestra del trabajo de Schall, ya publicado por el blog The Saker, es esta entrevista sobre los mercados de opciones y bonos el 11-S.
He tenido el placer de escribir la introducción de los dos tomos en alemán. Aquí está, con la esperanza de que un logro tan extraordinario pueda encontrar su camino en muchos otros idiomas, especialmente en el Sur Global.
9/11, o “Los búhos no son lo que parecen”
Hasta que el Covid-19 apareció en escena en la primavera del 2020, casi dos décadas después del hecho, el mundo permaneció rehén del 11-S. Este fue el último cambio del ajedrez geopolítico que marcó la pauta para el naciente siglo XXI. El libro que tiene en sus manos plantea la pregunta fundamental: por qué es importante el 11-S.
Siguiendo la pista del dinero. Es muy apropiado que esta meticulosa investigación la lleve a cabo un periodista financiero talentoso y extremadamente serio y, de una manera sin precedentes, presente una gran cantidad de información que antes no estuvo disponible en alemán.
Conozco a Lars Schall, virtualmente, desde hace años, intercambiando correspondencia sobre política y economía. Cuando nos conocimos en persona en Berlín, el 2015, finalmente tuvimos tiempo, en vivo, para disfrutar también de nuestra pasión mutua número uno de la cultura pop: el drama televisivo Twin Peaks, de David Lynch. Lars puede ser una encarnación alemana del agente especial del FBI Dale Cooper. O, mejor aún, la versión compasiva de Albert Rosenfield, el patólogo sarcástico de Twin Peaks.
Tomemos, por ejemplo, este diálogo de Twin Peaks:
Albert Rosenfield: Enviamos un retrato de su hombre de pelo largo a todas las agencias, desde la NASA hasta la DEA, y no lo encontramos. Este gato no está en la base de datos de nadie.
El Agente especial Dale Cooper: Un hombre que cuatro de nosotros hemos visto aquí en Twin Peaks.
Albert Rosenfield: [sonriendo] Claro. Ah, por cierto, te dispararon con un Walther PPK. Es el arma de James Bond, ¿lo sabías?
El 11 de Septiembre diseccionado
Entonces, lo que tiene en sus manos es el 11-S diseccionado por un patólogo que trabajaba a fondo, que tenía “mucho que cortar y pegar”. Fue consciente de una miríada de líneas rojas desde el principio, así como de innumerables actos de desaparición y falsas incongruencias. El 11-S puede ser la mejor ilustración de una de las legendarias líneas de Twin Peaks: “Los búhos no son lo que parecen”.
Nuestro patólogo tuvo que desmontar una enorme matrioska rusa para descomponerla en muñecos más pequeños. Este proceso tenía algunas sorpresas reservadas: al seguir la pista del dinero con respecto al 11-S, por ejemplo, nuestro patólogo finalmente se enfrentó al caso de un prolapso anal en la Bahía de Guantánamo. ¿No lo cree? Espere y lea la investigación.
Las telarañas interconectadas
Este viaje lo llevará a través de cientos de páginas de texto y miles de notas al final, más de 2400 de ellas, algunas de las cuales tratan con muchas fuentes diferentes, así como documentos sensibles —seleccionados y tratados por traductores profesionales.
El doble volumen detalla las implicaciones interconectadas de expedientes extremadamente complejos: el grupo de política energética nacional de Estados Unidos presidido, en secreto, por el ex vicepresidente Dick Cheney, sólo cuatro días después del inicio del régimen de Bush; las ramificaciones del cenit del petróleo; el interés del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) por el petróleo de Oriente Medio, especialmente Irak; el papel principal de la CIA en el negocio del narcotráfico; la alianza saudí-estadounidense relacionada con la protección de al-Qaeda; lo que sucedió con la defensa aérea de Estados Unidos el 11-S; y por último, pero no menos importante, el uso de la información privilegiada el 11-S, especialmente en las anomalías de los mercados de opciones y bonos.
La chispa que inició la investigación
El casi mítico programa informático PROMIS, creado en la década de 1970 por el ex analista de la NSA Bill Hamilton, juega una especie de Rosebud en esta narrativa, con un rastro de muertes inexplicables y archivos que desaparecen mostrando algunos de sus avatares, especialmente aquellos que contienen puertas traseras. Capacidades de espionaje mejoradas por la inteligencia artificial (IA) casi impermeables a la investigación.
De hecho, Bill Hamilton se había puesto en contacto con Lars y le preguntó si podía ayudarlo en relación con el asunto de PROMIS. Fue esta solicitud —que tuvo lugar en la primavera del 2012, después de que Lars acabara de publicar un artículo, en Asia Times, sobre el uso de la información privilegiada del 11-S— la chispa que inició la investigación que está a punto de leer.
Demostrando una “teoría de la conspiración”
Para el lector alemán, uno de las primeras cosas que hace este extenso análisis es tomar en serio lo que en EE.UU. se considera una “teoría de la conspiración” —el libro seminal de Mike Ruppert del 2004 “Crossing the Rubicon”— y, en palabras de Lars, “averiguar cómo y hasta donde se puede demostrar que es correcto, más de 15 años después de su publicación”.
Lars muestra en detalle cómo el 11-S permitió un estado de emergencia, una Continuidad del Gobierno (COG) de emergencia permanente en EE.UU. y una vigilancia masiva de los ciudadanos estadounidenses, conectando los puntos desde la pérdida de billones de dólares en el Pentágono (Nota del Traductor: más de $21 billones hasta el 2016), hasta la minería de datos de la NSA y los principales neoconservadores estadounidenses. Estos últimos había estado orando desde 1997 por un “Pearl Harbor” para reorientar la política exterior de Estados Unidos. Sus oraciones fueron respondidas más allá de sus sueños más locos.
Como un modelo de hacer negocios
La investigación finalmente muestra una hoja de ruta sorprendente: la guerra contra el terrorismo como un modelo de hacer negocios. Sin embargo, como también lo muestra Lars, al final, para desesperación de los neoconservadores estadounidenses, todo el sonido y la furia combinados del 11-S y la Guerra Global contra el Terrorismo, en casi dos décadas, terminaron provocando una asociación geoestratégica entre Rusia y China en Eurasia.
Es justo preguntarle al autor ¿qué aprendió mientras hacía malabarismos durante años con esta inmensa masa de información? Lars señala la familiaridad que adquirió con la obra de Peter Dale Scott —autor, entre otros de “The Road to 9/11”, y especialista en los orígenes del Deep State estadounidense— que se opone diametralmente a la narrativa saneada y privilegiada por Washington y los medios corporativos estadounidenses. Lars presenta la información de Peter Dale Scott que nunca antes se había traducido al alemán.
Cruzando y regresando del umbral
En efecto, el agente especial Lars Cooper / Lars Rosenfield tuvo que despedirse de una carrera como periodista, porque “siempre me despreciarán por ser un ‘teórico de la conspiración'”, como me dijo. Así que estaba en juego una dura elección; valentía, o una carrera cómoda como un pirata informático corporativo. Al final, Lars eligió la valentía.
En Twin Peaks, el agente especial Dale Cooper tiene que enfrentarse a sí mismo. Sabe que está perdido si trata de huir de su yo oscuro, que es “el habitante en el umbral”. Nuestro agente especial Lars Cooper definitivamente se atrevió a no ser un habitante del umbral esta vez. Se atrevió a cruzar al otro lado para contemplar el abismo. Y ahora ha vuelto para contarnos en un libro cómo se ve.
Pepe Escobar es un analista geopolítico independiente, escritor y periodista. Escribe para Asia Times Online, y trabajó como analista para RT, Sputnik News y Press TV. Anteriormente trabajó para Al Jazeera.
Texto original: http://thesaker.is/bombshell-book-in-germany-revives-9-11-as-a-business-model/
Traductor: A. Mondragón
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