Rusia y China impulsan “la Ruta de la Seda del Ártico” y siembran a EE.UU.

Por Alfredo Jalife-Rahme
Hace 12 años abordé la “nueva guerra gélida por los hidrocarburos del Ártico” donde se concentra 25 por ciento de las reservas del planeta (https://goo.gl/9CFJ4).
Ya desde 2017 la colaboración energética de Rusia y China dejó atrás a Estados Unidos (EE.UU.) por el control del Ártico cuando Washington cometió el grave error estratégico de no haber ratificado la Convención de la Ley Marítima de la ONU (Unclos) que lo dejó huérfano en medio de los glaciares del Ártico hoy controlados por Rusia y China que han acelerado la cooperación financiera para facilitar el transporte marítimo de la Ruta del Mar Norteño (Northern Sea Route) que deja muy atrás a EE.UU. (https://bit.ly/2YSHgpM).
La Ruta Norteña sino-rusa, en contraste a los canales de Panamá y Suez, ofrece una reducción considerable de casi 40 por ciento en la distancia de viaje entre Europa y la costa occidental de Norteamérica, noreste de Asia y Lejano Oriente.

La “Ruta de la Seda del Hielo”
Zhang Yao, director del Centro de Estudios de la Región Polar de la Universidad de Shanghái, comenta que desde el 2013 China ha suspirado por la incrustación del Ártico a la Ruta de la Seda y luego, cuatro años más tarde, los líderes rusos y chinos propusieron la “Ruta de la Seda del Hielo (ISR, por sus siglas en inglés)” con el propósito de desarrollar el Ártico, proyecto que ha seducido a Finlandia y a Islandia, cuando el año pasado China y Rusia alcanzaron importantes progresos para su cooperación en los yacimientos gaseros del Ártico, además de la construcción de una infraestructura de rutas acuáticas (https://bit.ly/2YZlukm).
En forma simpática, China se considera un “país Ártico”, como validación a su “asociación estratégica” con Rusia, lo cual le proporciona una ventaja comercial competitiva de conexión expedita con Europa, por encima de sus dos otras Rutas de la Seda, tanto la terrestre como la marítima, gracias a la suerte del “cambio climático” que deshiela las aguas glaciares del Ártico (https://bit.ly/2TA9RNe).
China es potencia polar en el Ártico porque se lo permite Rusia que controla 45 por ciento del Ártico y su mayor franja costera.

El transporte del Mar del Norte
La ruta marítima del norte asesta un golpe contra EE.UU. cuando los líderes ribereños de Rusia, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia participan hoy en el quinto Foro Internacional sobre el Ártico de San Petersburgo.
El transporte de cargas de la ruta marítima del norte debería aumentar hasta 80 millones de toneladas en 2024.
En el norte no existen los riesgos de la región del Medio Oriente, ni de transporte por el Canal de Suez ni la piratería en el Golfo de Adén.
La logística de transporte del Mar del Norte, gracias al imponderable cambio climático, propina un fuerte golpe a los “puntos de estrangulamiento (choke points)” que había erigido la dupla anglosajona en el mundo: canal de Panamá, canal de Suez, Gibraltar, Bab al Mandab (en el mar Rojo), el estrecho de Ormuz y el estrecho de Malaca, sin contar el proyecto elusivo del Itsmo de Tehuantepec (México), ya no se diga el vetado canal de Nicaragua de los chinos (https://bit.ly/2WWIX3F).

La reacción tardía de EE.UU.
Según WSJ, EE.UU. no piensa dejar solos a Rusia y a China en su dominio del Ártico a grado tal que planea restaurar una base naval en las islas Aleutianas (https://on.wsj.com/2TPCXI8), no lejos de la costa rusa polar (https://bit.ly/2uSRrwR).
Los rusos están conscientes de que el muro fronterizo trumpiano con México podría afectar su programa irrendentista en el Ártico (https://bit.ly/2Gc21FJ).
EE.UU. está perdido en el Ártico, cuando sólo dispone de dos rompehielos, uno de los cuales llegó al fin de su vida útil hace dos años, frente a la panoplia de 40 rompehielos de Rusia (https://bit.ly/2P0kgAw).
El zar Vlady Putin declaró que “a diferencia de EE.UU., Rusia firmó y cumplió el Acuerdo de Tokio y también firmó e implementó el Acuerdo de París (https://bit.ly/2CZTS5h)”.
Según los expertos rusos, EE.UU. no podrá recurrir a un escenario bélico en el Ártico ya que Moscú cuenta con una flota única de rompehielos y el grupo naval más poderoso de la región.
La incredulidad de Trump en el cambio climático tendrá su primera derrota en el Ártico, polo del binomio Rusia-China.

* Alfredo Jalife-Rahme es es un médico, conferencista, periodista y analista político mexicano de origen libanés, especializado en relaciones internacionales, economía, geopolítica y globalización.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2019/04/10/opinion/014o1pol

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