Spengler: “Nunca podrás ser amigo de China”

El especialista en Asia y distinguido columnista David P. Goldman, un miembro de la intelligentsia estadounidenses, aunque admite el poderío la re-emergencia de un antiguo imperio, China, él está convencido —entre las hojarascas de lo que Immanuel Wallerstein llamó la “arrogancia occidental”— de que Estados Unidos y Europa tienen una oportunidad contra el Dragón Rojo —pero el reloj sigue corriendo en su contra.
Por Urs Gehriger
Era un fantasma entre los periodistas, usando el misterioso seudónimo, “Spengler”. Al igual que su homónimo filósofo e historiador alemán Oswald Arnold Gottfried Spengler, el crítico cultural ha vuelto una y otra vez a sus desesperadas teorías sobre el declive de Occidente.
La obra de “Spengler” proviene de una profunda y rica fuente intelectual. Y como el heraldo ha revelado su verdadera identidad, ahora sabemos por qué. David P. Goldman —filósofo, economista, matemático y musicólogo— es un hombre del Renacimiento. Ex banquero de inversiones del Bank of America y de Credit Suisse, el estadounidense es conocido por su columna ampliamente leída en la revista Forbes y en Asia Times.
El escritor holandés Leon de Winter corona la obra de Goldman como “una de las más interesantes del mundo”.
Nos reunimos en el noble Club Princeton en el Midtown de Manhattan, un club de la élite estadounidense en Nueva York, donde Goldman es miembro. Está muy involucrado con China. Informado por la experiencia cercana en ese país y con su gente, Goldman aconseja precaución hacia el agresivo imperio asiático. Sin embargo, antes de exponer su mirada crítica en el Este, el agudo observador examina detenidamente su propia cultura y al presidente por el que votó en el 2016.

Mientras hablamos, el país está en plena conmoción. Por cuarta vez en la historia de EE.UU., un presidente podría ser procesado. ¿Tus pensamientos?
El verdadero riesgo de Trump no es el juicio político. Es China y la economía. Lo que el régimen de Trump ha estado haciendo hasta ahora, frente a China, es un gol en propia arco —un Eigentor [autogol].

¿Por qué es un auto-gol?
Porque el efecto de los aranceles en la economía estadounidense es al menos tan malo como el efecto de los aranceles en la economía china. Los pedidos de exportación americanos están colapsando. Tenemos la lectura industrial más débil desde junio del 2009. Estamos en una recesión manufacturera, según la Reserva Federal. La producción de las fábricas se está contrayendo. Trump ganó en el 2016 por los estados manufactureros clave como Pennsylvania, Ohio, Michigan y Wisconsin. Este error podría hacerle perder las elecciones. Esto es mucho más peligroso que la mascarada del juicio político. China también está sufriendo, pero parece que está sufriendo menos. Y la gran diferencia es que Xi Jinping [el presidente de China] no tiene elecciones presidenciales en el 2020 y Trump sí.

De hecho, el Presidente Xi nunca se enfrentará a una elección. Ha sido elegido de por vida.
Eso es cierto. Pero todo eso puede cambiar si no tiene éxito.

Usted ha comparado la situación que Estados Unidos enfrenta con China, con el asedio y la conquista de Bagdad por los mongoles en 1258.
Los mongoles, por sí mismos, no tenían la capacidad de penetrar las murallas de doce pies de espesor de la ciudad de Bagdad. Pero contrataron a mil ingenieros chinos. En tres semanas, los mercenarios chinos rompieron las murallas, momento en el que los jinetes mongoles entraron y mataron a toda la población de Bagdad.

¿Quiénes son los ingenieros chinos de hoy en día que están rompiendo la fortaleza americana?
Huawei es la punta de lanza, porque en el modelo chino de expansión económica y desarrollo de la potencia económica mundial, la banda ancha es la que abre (el paso) a todo lo demás.
Es una empresa con mucha gente muy talentosa. Hace diez años —si le preguntabas a la gente: “¿Qué productos chinos compras?”— no mencionaban ni una sola marca. Pero ahora todos conocen a Huawei. Producen los mejores teléfonos inteligentes del mundo. Ciertamente dominan el Internet 5G. Pero Huawei no es una empresa china. Es una compañía imperial.
El imperio chino lo está haciendo mejor que nosotros porque ha absorbido el talento de otros en gran número. El 50% de sus ingenieros son extranjeros. Hicieron quebrar a su competencia y contrataron a su talento. Tienen 50,000 empleados extranjeros, y una parte muy desproporcionada de su investigación y desarrollo (I+D) es llevada a cabo por empleados extranjeros. [Nota del Traductor: Pero irónicamente lo mismo sucede en Silicon Valley, en EE.UU.]
Lo he visto personalmente. Trabajé durante varios años como banquero de inversiones en Hong Kong, para una boutique de propiedad china. Durante ese tiempo, colaboré con gente de Huawei. Los presenté a gobiernos extranjeros. Huawei fue muy claro sobre sus objetivos. Le dijeron, por ejemplo, al gobierno de México: “Construyamos una red nacional de banda ancha. Una vez que consiga la banda ancha, obtendrá el comercio electrónico y la financiación electrónica, y entonces nosotros le proporcionaremos la logística y la financiación para ello, y le integraremos en el mercado mundial”.
Se han convertido en una de las sociedades más conectadas de la tierra. China tiene, de lejos, el mayor porcentaje de comercio electrónico de todas las sociedades del mundo. Los sistemas de pago electrónico y la banca electrónica están mucho más avanzados allí, que en cualquier otro lugar.

Cuando entrevisté al Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, durante su visita a nuestro país este verano, advirtió enérgicamente: “Suiza debe mantenerse alejada de Huawei”. En toda Europa, los estadounidenses han estado enviando el mismo mensaje. ¿Hasta qué punto han logrado impedir que sus socios europeos [N.T.: O vasallos, según lo explican algunos autores] cooperen con Huawei?
Como usted dice en yiddish, “Soll ihr gor nischt helfen” (Esto no ayuda en nada). La campaña ha sido un fracaso humillante y, de hecho, uno de los fracasos políticos más grandes que ha tenido Estados Unidos.
Un alto funcionario estadounidense de nivel ministerial me dijo recientemente que los chinos estaban muy por delante de nosotros, antes de que nos diéramos cuenta de lo que estaba sucediendo, pero que ahora nos estamos poniéndonos al día. Esta afirmación es errónea por dos motivos. Primero, no se han dado cuenta de lo que está pasando. En segundo lugar, no se están poniendo al día. Hace dos años, la comunidad de inteligencia de EE.UU. se dio cuenta de que lo que el 5G haría en favor de China, no sólo es darle un enorme poder económico, que por sí mismo es una preocupación de seguridad nacional, sino también, en los próximos años, eliminar la ventaja de Estados Unidos en la inteligencia de señales.

¿Puede explicar cómo?
De hecho, publiqué la historia en julio en Asia Times (traducido en nuestro portal). Desde entonces ha sido discutido en otros medios de comunicación. Los chinos han sido pioneros en una técnica de comunicaciones llamada “comunicaciones cuánticas” que utiliza el entrelazamiento de electrones a distancia para crear una señal de comunicaciones. El sistema cuántico es tal que si interfieres con él de alguna manera, la señal desaparece. El estado cuántico es destruido. Es como una carta que desaparece en cuanto la miras. Teóricamente es imposible de hackear. El ancho de banda de 5G es tan poderoso que puede integrar las comunicaciones cuánticas en las comunicaciones 5G ordinarias y hacerlas estándar.
Ya sabemos que los chinos están utilizando las comunicaciones cuánticas para la transmisión de datos sensibles dentro de China, a través de cable de fibra óptica. Pero hay media docena de grandes grupos trabajando en la integración de las comunicaciones cuánticas en 5G. SK Telecom está trabajando en ello. Toshiba está trabajando en ello. Hay un grupo en la Universidad de Bristol que dice tener muy buenos resultados. Por lo tanto, el resultado es que la capacidad de EE.UU. para escuchar a escondidas a todos los demás desaparecerá en dos o tres años.

Una cosa es que los americanos digan: “No compren Huawei 5G”. Pero, eventualmente, los clientes en Occidente necesitan la tecnología 5G. ¿Existe una alternativa para los europeos a Huawei?
Pues bien, en la actualidad no existe, lo que hace que la iniciativa estadounidense sea tan ineficaz. Un alto funcionario de Huawei me dijo: “No entendemos por qué los estadounidenses no hicieron que Cisco comprara Ericsson y creara un competidor”. Por supuesto, la respuesta es que habría bajado los precios de las acciones de Cisco, y en EE.UU. no hacemos nada que baje los precios de las acciones.

¿Cuál sería la política correcta?
La política correcta sería hacer exactamente algo así. Realizar una fusión de Cisco y Ericsson, o involucrar a Microsoft, Google. Hay muchas compañías americanas que podrían competir eficazmente. Podría requerir algunas subvenciones, subvenciones fiscales, tal vez subvenciones directas a la investigación y el desarrollo. Tendrías que traer a los CEOs al Despacho Oval y decirles: “Dinos lo que necesitas para que esto suceda”. Creo que todos los países europeos estarían muy contentos de trabajar con Estados Unidos en lugar de con China, aunque ello suponga un cierto retraso en el despliegue del 5G. Pero mientras no haya alternativa americana, los chinos están por todas partes.

Oigo a mucha gente decir: “Los estadounidenses han escuchado a escondidas a la canciller alemana Merkel. Han robado datos de todo el mundo, según lo supimos de Edward Snowden. ¿Por qué preocuparse por Huawei cuando los americanos hacen exactamente lo mismo?”. ¿Qué dices a esto?
Bien, bien, bien, bien. Un antiguo jefe de la Agencia Central de Inteligencia me dijo que se trata de si robamos los datos de todos o si los chinos roban los datos de todos. ¿Y no prefiere que los americanos le roben sus datos?
La mayoría diría: “No queremos que nadie penetre en nuestra privacidad”.
Bueno, creo que esta es una pregunta discutible porque el desarrollo de la criptografía —particularmente la criptografía cuántica— eliminará la capacidad de Estados Unidos para escuchar a escondidas en cualquier caso. Creo que todo lo que ha sucedido es que las agencias de inteligencia de Estados Unidos buscan una manera de retrasar la implementación de la 5G, hasta que hayan descubierto cómo abordar este problema. Básicamente están tambaleándose.
Recuerda, gastamos 80,000 millones de dólares al año en nuestros servicios de inteligencia. La gran mayoría se inclina por la inteligencia de señales. “SIGINT” es inteligencia derivada de las señales electrónicas y sistemas usados por objetivos extranjeros, tales como sistemas de comunicaciones, radares y sistemas de armas. De repente —un día, sino ha ocurrido ya— las pantallas se oscurecerán en la Agencia de Seguridad Nacional. Entonces perderán una enorme cantidad de poder.

Cuando nos enteramos de esta creciente influencia china a nivel mundial, empezamos a preguntarnos: ¿Cuál es la gran estrategia de China detrás de esto?
China fue la potencia manufacturera dominante del mundo durante la mayor parte de los últimos 1.000 años. Luego cayó hace unos 200 años, al comienzo de la Revolución Industrial. Los chinos ven esto como una aberración temporal, y quieren restablecer la preeminencia de China. Consideran que el dominio tecnológico chino, tanto en términos de innovación como de control de los principales mercados mundiales, es la clave para el poder y la prosperidad de China.
Recuerde, China tuvo dinastías que cayeron a causa de la hambruna, la peste, las invasiones extranjeras y así sucesivamente. Realmente no ha sido un país estable. Esta es la primera generación de chinos que no tiene que temer al hambre. Básicamente han eliminado la principal fuente de fragilidad del sistema chino. Y, ahora, China está volviendo hacia afuera y está afirmando su poder globalmente. La combinación de las telecomunicaciones, la logística, las finanzas electrónicas, el comercio electrónico y otras aplicaciones, la inteligencia artificial, son los instrumentos de la expansión china.
El entendimiento chino es que cada teléfono inteligente es un recolector de datos. Recolectará datos sobre la salud, sobre las transacciones de los consumidores, sobre los patrones de tráfico ambiental. Todos estos datos pueden ser subidos a la Nube. Puede ser procesado por ordenadores chinos, y puede ofrecer a China enormes ventajas en términos de controles industriales, sistemas sanitarios, medio ambiente, planificación urbana y, por supuesto, control social y político.

Desde el año 800 d.C., las fronteras chinas han permanecido igual. No veo ninguna intención de expandirse (aparte del Mar del Sur de China).
Estoy de acuerdo.

Entonces, ¿cuál es su estrategia? ¿Qué es lo que quieren?
Quieren que todos en el mundo le paguen un alquiler al Imperio Chino. Quieren controlar las tecnologías clave, las finanzas y la logística, y hacer que todos dependan de ellas. Básicamente, hacer que todos los demás sean unos labradores inquilinos. [N.T.: Lo que las grandes compañías tecnológicas estadounidenses han estado haciendo exactamente hasta hoy en día bajo la Biopolítica del Neoliberalismo.]

¿Hasta dónde han llegado en este camino?
Bueno, es muy preliminar, porque básicamente lo que China quiere hacer es transformar a otros países de la misma manera en que se transformaron a sí mismos. Esto no es fácil de hacer. Tienes obstáculos políticos, obstáculos culturales. Por ejemplo, en un país como Pakistán, donde han invertido enormemente, hay un 50% de analfabetismo y una gran inestabilidad política, enormes déficits de infraestructura. Nadie va a hacer que Pakistán se parezca a China en un futuro cercano. Un país como Brasil, por ejemplo, donde China está construyendo una red nacional de banda ancha, es un candidato. Todo el sudeste asiático —Vietnam, Malasia, Camboya, Tailandia— son candidatos a ser transformados en adjuntos económicos del Imperio Chino. Si se incluye a Indonesia, el sudeste asiático ya tiene 600 millones de habitantes.

Una vez que los chinos logren su objetivo, ¿presionarían política e ideológicamente a sus “labradores inquilinos”?
Creo que los chinos no tienen curiosidad por saber cómo se gobiernan a sí mismos los bárbaros, mientras estén subordinados a China, económica y tecnológicamente. Los chinos son el pueblo menos ideológico del mundo y el más pragmático.
Muchos de mis amigos estadounidenses dicen que el problema es el malvado Partido Comunista Chino que oprime al buen pueblo chino. Creo que eso es una completa tontería. Veo al Partido Comunista como una manifestación más del elenco administrativo mandarín que ha gobernado China desde que se unificó en el siglo III a.C.
En comparación con los rusos, con sus escuelas de espías y sus subvenciones a los partidos comunistas locales, etc., a los chinos no les interesan esas cosas. Las ambiciones ideológicas del Partido Comunista Chino son ampliamente exageradas por autores como Michael Pillsbury [el director estadounidense del Centro de Estrategia China del Instituto Hudson en Washington, DC] y otros críticos estadounidenses. Pero eso no significa que China no sea peligrosa, o que no sea un desafío para nosotros.

El experto más prominente en China en el hemisferio occidental es Henry Kissinger. En su libro, “On China”, explica que los chinos operan como en una especie de ajedrez tridimensional. “Go”, creo que el juego se llama.
Exactamente.

Parece que los chinos tienen una especie de supercerebro.
Creo que eso puede ser exagerado. Lo que mantiene unida a China es la ambición del reparto mandarín. China siempre ha sido un conjunto muy dispar de etnias e idiomas, y así sucesivamente. Lo que lo mantiene unido es que el Imperio Chino ha reclutado, a través del sistema mandarín, a las personas más inteligentes de las provincias y ha alineado sus intereses con el centro.

¿Cuál es, en su opinión, el mayor error sobre China en Occidente?
La idea equivocada más grande es que usted tiene un gobierno malvado y un buen pueblo. Los chinos han tenido 3,000 años para que el gobierno y el pueblo se formen mutuamente. La institución occidental que más se parece al sistema chino es, de hecho, la mafia siciliana. Tienes un capo di tutti capi que evita que los otros capi se maten entre ellos. Como son anarquistas por naturaleza, no les gusta ninguna forma de gobierno. Son leales a sus familias. El emperador no es más que un mal necesario. La idea de la confianza pública y la subsidiariedad, que es fundamental para la democracia, es desconocida para los chinos.

¿Qué es lo que mantiene unido a un país de anarquistas, si no es el emperador?
Hay un viejo chiste sobre Eisenhower y Ben Gurion de los años 50. Eisenhower le dice a Ben Gurion: “Es difícil ser presidente para 200 millones de estadounidenses”. Y Ben Gurion dice: “Es aún más difícil ser primer ministro de 2 millones de primeros ministros”.
Bueno, China es un país de 1,400 millones de emperadores. Todos quieren ser emperadores. Cada uno lucha por su propio poder y el de su familia. No hay sentido de la Res publica (asuntos públicos, en latín). Ciertamente no hay un sentido agustiniano de amor común para mantener un país unido. Lo que mantiene unido al país es la ambición. Por lo tanto, es fundamental que la meritocracia sea justa.
La hija de Xi Jinping va a Harvard, pero ningún presidente chino puede llevar a su hijo a la Universidad de Pekín a menos que obtenga la puntuación correcta en el gaokao, el examen de ingreso a la universidad.

Por lo tanto, ¿no se pierde toda esperanza para Occidente cuando el ‘capo di tutti capi’ chino está educando a su descendencia en una de las escuelas de la Ivy League de Estados Unidos?
Bueno, lo único en lo que somos mucho mejores que los chinos es en la innovación. Como he mencionado, Huawei depende en gran medida de los empleados occidentales para la innovación. No digo que los chinos no puedan innovar. Durante la dinastía Tang (618 a 906 d.C.), que se considera una edad de oro de las artes y la cultura chinas, los chinos inventaron el reloj, la brújula, la pólvora, la imprenta y, virtualmente, todos los elementos del comienzo de la Revolución Industrial. Sin embargo, la forma china de la meritocracia, que se basa en exámenes estandarizados, es la segunda mejor manera de dirigir esa meritocracia. Albert Einstein se fue a trabajar a una oficina de patentes suiza porque no pudo conseguir un trabajo universitario…

E inventó la teoría de la relatividad en su casa privada…
Cierto. Esto es inimaginable en China. Si le preguntas a los chinos qué es lo que más les preocupa, muchos dirán: “¿Cómo es que no tenemos premios Nobel?” Ocho chinos han ganado el premio Nobel de ciencias, pero todos son chinos que vivieron en Estados Unidos.
El sistema chino es muy malo para identificar a esos excéntricos, como un Einstein, que hacen contribuciones fundamentales. Somos mucho mejores en eso. La idea occidental de la chispa divina en el individuo simplemente no existe en China. Creo que tenemos una oportunidad contra los chinos.

El presidente Donald Trump ha estado diciendo todo el tiempo: “Tenemos que impedir que los chinos roben nuestras innovaciones e ideas”. Tiene razón, ¿verdad?
Bueno, creo que tiene sus puntos buenos y sus puntos malos. Ciertamente, el ascenso de China es una amenaza para la prosperidad y la seguridad de Occidente, y tiene razón al llamar la atención sobre ello. Joe Biden como vicepresidente parece haber estado interesado en China, pero principalmente para ayudar a su hijo. Hace unos meses dijo que no tenemos de qué preocuparnos por los chinos. Esa es una declaración estúpida. Por supuesto, tenemos que preocuparnos por los chinos. Si los chinos dominan la próxima ola de aplicaciones industriales importantes, seremos pobres y estaremos menos seguros. Dependeremos de ellos, y eso no me gusta.
No creo que los chinos planeen invadirnos o establecer un Partido Comunista Estadounidense siguiendo el modelo del Partido Comunista Chino.

¿No ves ninguna confrontación militar en el futuro cercano?
No. Si se observa la disposición de las fuerzas chinas, parece una persona con una cabeza gigantesca y unas piernas diminutas. Los chinos gastan 1,500 dólares para equipar a un soldado de a pie. Eso es básicamente un rifle, un casco y unas botas. Los americanos gastan 18,000 dólares para equipar a un soldado de a pie. Tenemos una enorme capacidad de transporte aéreo. Tenemos una enorme cantidad de tecnología aplicada a la infantería. La infantería del Ejército Popular de Liberación (EPL) es una de las más mal equipadas y mal entrenadas del mundo. Por otro lado, sus fuerzas de misiles, sus fuerzas satelitales, sus submarinos, etc., son extremadamente buenas.

Toda la estrategia militar china se centra en el control de sus fronteras.
[Se centran en el] Control del Mar del Sur de China. Tienen quizás 100,000 infantes de marina e infantería mecanizada que podrían poner en Taiwán muy rápidamente. Pero aparte de eso, no han mostrado ningún interés. Tienen, por supuesto, la base en Djibouti. Uno puede esperar que los chinos pongan más recursos en su Marina porque Estados Unidos está mostrando menos interés en la seguridad del Golfo Pérsico. Mi opinión es que la presencia china en el Golfo Pérsico es inevitable, debido a los intereses económicos básicos. Pero eso no es lo mismo que proyectar un imperio militar. No es la Unión Soviética.

Algunas personas dicen que la confrontación es la estrategia equivocada, que debemos convertirnos en amigos. ¿Los chinos tienen el mismo concepto de amistad que tenemos nosotros?
Los chinos, como individuos, no tienen amigos. China, como país, menos aún.

¿Un campesino en el campo chino no tiene amigos?
Mientras trabajaba allí, mis colegas chinos me explicaron que cuando estás en primer grado en la escuela primaria, miras a tu izquierda y a tu derecha y tratas de averiguar a quién vas a pasar por encima. En China, tienes tu familia. Del otro lado, tienes inferiores y superiores. Pero no hay instituciones paralelas. No hay un grupo de personas que se reúnen, espontáneamente, para hacer algo juntos como iguales. Tienes un superior y tienes un inferior. No hay un concepto de amistad política en el sentido de Aristóteles.

¿Ninguna amistad personal?
La gente tiene amigos personales, en cierto modo. Pero no tienes la idea occidental de la amistad política, que se remonta a Aristóteles. China sólo tiene intereses, no tiene amigos [El mismo concepto se tiene de EE.UU., no tiene aliados sino vasallos que cumplen las órdenes de Washington, o si no deben atenerse a las consecuencias]. Hay un término que se aplicó al sur de Italia llamado el “familismo amoral”, en el que eres completamente amoral con los tratos del mundo, excepto con tu familia, en la que tienes diferentes estándares. Eso es lo que caracteriza a China.

Obviamente, a los chinos les interesa parecer “amigables”. Han lanzado una tremenda estrategia de relaciones públicas comprando espacio y tiempo en los medios de comunicación occidentales, para propagarse como un gigante amistoso.
Hacen un trabajo muy malo, ¿no?

¿Por qué crees tú?
Debido a que los chinos no tienen oído para la sensibilidad occidental, son muy malos para llevar a cabo un diálogo en términos occidentales. Lo que menos me preocupa es la propaganda china en Occidente, que es muy buena para generar influencia a través del dinero y la tecnología, etc.

Pero ¿no están ganando corazones y mentes?
No. Creo que el sistema chino es tan ajeno a lo que los occidentales quieren o esperan, que nunca nos parecerá atractivo.

¿Kipling no estaba completamente equivocado cuando escribió: “Oriente es Oriente, y Occidente es Occidente, y nunca los dos se encontrarán”?
Nunca podrás ser amigo de China. Obviamente tenemos que hacer negocios con China. No se puede aislar a 1,400 millones de personas inteligentes y trabajadoras. Eso es absurdo. Pero uno sólo puede lidiar con ellos exitosamente desde una posición de fuerza.

El presidente Trump está siguiendo una estrategia de amenazas y demostración de poder. ¿Esto impresiona a los chinos?
No creo que lo haga, en este momento, porque el presidente hace muchas amenazas que no ejecuta. Irán es un buen ejemplo. Está bien decir: “Estamos listos para atacar a Irán”. No vamos a atacar a Irán. Si hubiéramos atacado Irán, tendríamos una gran interrupción del suministro de petróleo en el Golfo Pérsico. Cuando Steve Bannon anda por ahí hablando de desestabilizar el sistema político chino, conozco a muchos chinos en puestos muy altos que piensan que está hablando en nombre del presidente Trump, aunque nunca lo ha hecho en realidad.

Usted ha calificado de fracaso la estrategia de Trump de enfrentarse económicamente a China.
Creo que ha sido un completo fracaso. Ahora bien, voté por Trump. Es casi seguro que volveré a votar por Trump. Me gustaría verle reelegido. Pero me angustia que pueda ser su peor enemigo.
Corrió sobre una plataforma para revivir la industria americana. La industria manufacturera estadounidense es el sector más débil de la economía. Y como su reelección depende de la victoria en varios estados manufactureros, creo que su reelección está en mayor peligro de lo que podría haber estado. Por lo tanto, creo que las tarifas son perjudiciales.
Y, como mencioné antes, el intento de persuadir al resto del mundo de no comprar el equipo 5G de Huawei ha sido un completo fracaso. Huawei enviará 600,000 estaciones base 5G este año, y ahora puede producirlas sin componentes americanos.
Lo humillante es que nosotros inventamos el semiconductor. Nosotros inventamos las pantallas. Inventamos las redes ópticas. Cada uno de los componentes de la economía digital era un invento estadounidense. Sin embargo, producimos muy poco o, en algunos casos, ninguno en los Estados Unidos.
Así que, para Trump, decir “No debería ser así” es completamente razonable. Pero creo que los métodos que ha elegido han sido ineficaces e incluso contraproducentes.

¿Ha perdido Estados Unidos? ¿O puede ponerte al día?
Por supuesto que podemos. Pero es muy difícil decir exactamente cómo sucederá. Bajo el gobierno de Reagan, fui consultor del Consejo de Seguridad Nacional. Los Estados Unidos gastaron en subsidios federales directos para investigación y desarrollo (I+D) el equivalente a 300,000 millones de dólares actuales, aproximadamente el uno y medio por ciento del PIB. Cada una de las grandes corporaciones tenía laboratorios que empleaban a miles de científicos. Cada uno de los inventos que crearon nuestra moderna economía digital surgió de un proyecto del Pentágono. En muchos casos, los resultados fueron mucho más trascendentales de lo que habíamos previsto.
En 1976, el Departamento de Defensa de EE.UU. decidió que quería que los pilotos de caza pudieran hacer pronósticos meteorológicos en la cabina del piloto. Pidieron un chip de computadora rápido y ligero. Lo que desarrollaron se aplicó inmediatamente para “mirar hacia abajo por el radar”. Mirar hacia abajo el radar requiere imágenes por computadora, y el desarrollo de los chips en los laboratorios de RCA lo hizo posible. El Departamento de Defensa anticipó eso, pero esa fue una de las tecnologías que nos dio una ventaja decisiva sobre los rusos durante la Guerra Fría.
Si tenemos la movilización de recursos que me gustaría ver, similar a lo que hemos hecho en el pasado, creo que obtendremos resultados mayores de lo que anticipamos. Lo importante es restaurar la cultura de la innovación y movilizar los recursos humanos y empresariales para hacerlo. [N.T.: Pero el punto crucial es ¿para qué? Como han explicado varios autores, entre ellos Noam Chomsky y el economista Michael Hudson, todo esto ha llevado a una especia de capitalismo parasitario, a través del cual Washington ha impuesto su hegemonía a todo el mundo, pero sólo para beneficio propio.]

¿Cómo sería una estrategia ganadora hacia China?
Te daré un ejemplo. Parte de la mayor inversión china está ahora en semiconductores. China es el mayor importador de semiconductores. Importan semiconductores por valor de más de 200,000 millones de dólares. Les gustaría producir la mayor parte de eso en casa. Por lo tanto, están gastando grandes cantidades en plantas de fabricación de chips. Las plantas de fabricación de chips son extremadamente caras. El último que construyó Taiwán Semiconductor costó 30,000 millones de dólares por una sola planta. Hay nuevas técnicas físicas para crear semiconductores. Se pueden cultivar en lugar de prensar.
Supongamos que tomáramos algunas de estas tecnologías experimentales y las hiciéramos funcionar. Entonces acabaríamos con la inversión china de 100,000 millones de dólares en plantas de fabricación de semiconductores. Intentaría dirigirme a las tecnologías críticas en las que la innovación puede hacer cambios radicales y eliminar el valor de las inversiones chinas existentes.

¿Dónde ve usted los puntos débiles de China que podrían causar problemas sustanciales para su futuro?
China tiene una serie de puntos débiles. Primero, tienen una población que envejece muy rápidamente. Como todos los países con poblaciones que envejecen, necesitan exportar capital y emplear a jóvenes y a otros países para pagar las pensiones de su propia población. Alemania también lo hace. Eso es parte de la motivación de la estrategia de China. En el futuro, tendrán una enorme carga para ayudar a las personas mayores. Esperan tratar con eso a través de la automatización, a través de un cuidado de la salud más eficiente.
Su mayor problema son las ambiciones de sus jóvenes. Los chinos crearon una generación de la cual 10 millones de personas toman el examen de gaokao (universidad) cada año. Un tercio de ellos estudia ingeniería. Esperan oportunidades.
Si China pierde su ventaja tecnológica, si se queda atrás con respecto a Occidente, si se ve que el Partido Comunista ha fracasado en su intento de competir con Occidente, creo que será una amenaza significativa para su poder.
No se puede hacer eso quejándose de los derechos humanos en China. La violación de los derechos humanos por parte de China nos repugna. Por supuesto, nos quejaremos. Pero eso no hace nada. Los chinos sólo respetan el poder, y nuestro poder está en la innovación. Si demostramos que podemos innovar más que los chinos y dejarlos atrás en sectores críticos de la tecnología, creo que eso socavará la credibilidad del gobierno actual.

Urs Gehriger es editor de “Die Weltwoche”, uno de los principales semanarios de opinión en alemán, en Suiza.

Texto original: https://www.weltwoche.ch/ausgaben/2019-42/artikel/spengler-die-weltwoche-ausgabe-40-2019.html

Traducción: A. Mondragón

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