Trump ya perdió Guerra Comercial

Por Tom Luongo
Odio darles la noticia a los aficionados a China, pero la guerra comercial con los Estados Unidos ha terminado. Durante meses he mantenido que Trump no tiene influencia en las negociaciones comerciales con China. Si la tuviera, China ya habría hecho un trato.
No lo ha logrado y es probable que no lo logre a menos que usted esté hablando de algún tipo de trato que le permita a Trump salvar la cara. Pero para ser honesto, estoy empezando a dudar si a alguien en la Casa Blanca le importa. Se trata del Juego de los Grandes Poderes y la idea simplista de que para que un país gane en el terreno comercial, otro tiene que perder.
Esto, por supuesto, no tiene sentido.
El comercio no es un juego de suma cero. Idealmente, todo comercio voluntario es un escenario de ganar-ganar, tanto para el comprador como para el vendedor. Si no fuera así no se haría. Perdido en los números está el valor comparativo del intercambio. Y esto ha ocurrido desde los primitivos trueques en la historia de la humanidad.

El déficit de Trump: $1 trillón
China todavía tiene un superávit comercial masivo y eso es lo cierto. Pero desde la perspectiva comercial de EE.UU., esa es una función tanto de los propios hábitos de gasto despiadados de Trump —y sus dos predecesores— como de cualquier desigualdad estructural.
Trump tiene un déficit presupuestario de $1 trillón (un millón de millones, de los cuales una buena parte, sino toda, sirve irónicamente para pagar el gasto militar del Pentágono). Este es el dinero que se hace de la nada por el milagro de vender $1 trillón en bonos del Tesoro de EE.UU. ¿A dónde crees que van esos bonos del gobierno?
¿A la luna? ¿A Laos?
No. Se van a China, porque el gigante asiático los compra. También son vendidos en el mercado de valores de EE.UU. Trump está tan enamorado de otros lugares que producen bienes que los estadounidenses compramos con ese dinero. Si Trump quiere ganar la guerra comercial con China, debería considerar gastar un poco menos dinero que permita que los precios al consumidor, aquí en los Estados Unidos, caigan y que sus recortes de impuestos sigan atrayendo capital por las razones correctas: El valor que puede generar y ofrecer la fuerza laboral estadounidense —aunque con las últimas generaciones eso parece ser bastante dudoso, comparado con la fuerza laboral china y de otros países emergentes.

La respuesta esperada de China
En cambio, Trump impuso un arancel del 10% a los productos chinos el año pasado. Esto no ha hecho nada excepto exacerbar el déficit comercial con China. El déficit comercial global se encuentra ahora en niveles récord.
Además, China respondió exactamente como uno esperaría, al permitir que el yuan se deprecie en aproximadamente un 10%. Lo hizo por varias razones.
Primero, proteger a los exportadores nacionales como se podría esperar. Pero, lo que es más importante, ayudar a los bancos chinos vulnerables expuestos a cualquier desaceleración y mantenerlos líquidos, lo que hizo a través de las operaciones del Banco Central de China —ellos conocen el manejo monetario desde hace miles de años y han aprendido todos los trucos del capitalismo monetario occidental.
En mi blog recientemente he notado:
China no va a implosionar por estos aranceles. Le dará a Xi y su banco central la oportunidad de devaluar el yuan en respuesta al flujo más lento de dólares. Tiene que proteger la mayor parte de su comercio con el sudeste asiático y Europa, cuyas monedas ya están en problemas.
Y rescatará a los bancos y empresas más estratégicamente sensibles a la sobreexposición a ellos. Es lo que hicieron el año pasado en respuesta al arancel del 10% y es lo que sucederá esta vez.

El castigo a los agricultores de EE.UU.
Por último, sin embargo, la parte que nadie quiere realmente discutir es que China tiene que proteger su comercio con el sudeste asiático y Europa. El Yuan no se devaluó en el vacío. El euro ha bajado un 13% desde su nivel más alto, al igual que otras monedas, como la rupia indonesia, el ringgit de Malasia y el baht tailandés.
Lo que Trump y su equipo están defendiendo en la negociación comercial no es diferente de lo que le han ofrecido a Irán y al Líbano, ceder su soberanía o enfrentar el castigo.
Entonces, China responde recortando las exportaciones de soja de los EE.UU. y otros alimentos (remarcando que, en ese contexto agrícola, EE.UU. resulta ser como un mero productor del Tercer Mundo). Ahora, un año más tarde, los bancos del Medio Oeste de EE.UU. se enfrentan a un aumento de las quiebras de los agricultores afectados por el doble golpe de no exportar a China (que ahora compra la soya a Brasil) y las inundaciones masivas de un invierno y primavera anormalmente cruel.
Estos agricultores tienen que agradecer a Trump por esto. No los ayudó a pensar en cómo sería la reacción de China a su beligerancia y cómo los ´podía perjudicar.
De la misma manera, los granjeros de productos lácteos de Wisconsin también se están yendo a la bancarrota gracias a la continua inundación de productos lácteos europeos baratos, que mantienen bajos los precios de la leche. ¿Por qué está pasando esto? Rusia contrarrestó las sanciones europeas y estadounidenses sobre Crimea, con una prohibición de las importaciones de productos lácteos europeos.
Estos fueron los dos grupos principales que desertaron de Hillary Clinton en 2016.

Congelando la compra de bonos
Cambiemos de tema ahora y hablemos de lo que realmente está pasando.
El equipo de Trump estaría bien con un déficit comercial si China continuara reciclando ese superávit comercial en bonos del Tesoro de Estados Unidos. Pero ya no lo están haciendo. Los chinos han mantenido su stock de deuda estadounidense entre $1.1 y $ 1.25 trillones por los dos últimos años.
Están enviando muchos de esos dólares al mundo para financiar su mega proyecto de Las Nuevas Rutas de Seda (Belt and Road Initiative, BRI). También los están utilizando para intercambiar acuerdos con países que sienten la mordedura de las sanciones de Trump. Países como Turquía, Pakistán e Irán, por ejemplo.
Los esquizofrénicos paranoicos que dirigen La Casa Blanca solo pueden ver a China elevarse como una amenaza, no como un complemento de EE.UU.
Nuevamente, estas son personas con una visión de suma cero sobre el comercio.
Ellos, como Trump, solo ven las cosas en términos de poder. Y si China tiene un excedente, lo está ganando y nosotros lo estamos perdiendo.

Una visión reduccionista del mundo
El impulso para sancionar al mundo y detener el uso no aprobado del dólar —como la moneda global— está comenzando a tener efectos catastróficos en la economía mundial. A las personas como John Bolton y el secretario de Estado Mike Pompeo no les importan esas cosas. De hecho, cuanto más sufren nuestros “enemigos” a medida que los ven, sufrir, es mejor para nosotros. Tal es su visión reduccionista del mundo.
De ninguna manera creo que China sea de alguna manera irreprensible o algo así. Han tomado una gran ventaja de las terribles políticas de Estados Unidos durante décadas. Pero también se están alejando de sus políticas mercantilistas a medida que Xi cambia la economía de las exportaciones hacia un modelo de consumo interno.
Ya está sucediendo a medida que el superávit comercial de China cae como porcentaje del PIB y el consumo interno y la inversión se hacen cargo.

A prepararse sobre lo que se viene
Los próximos pasos serán interesantes. Espero que Trump no esté mintiendo ahora sobre aumentar los aranceles al 25%. También espero que China vuelva a detener todas las compras de petróleo de Estados Unidos, como lo hizo entre noviembre y marzo, bajo la amenaza de sanciones debido a la compra de petróleo iraní mientras que el Yuan cae bruscamente.
Después de eso, la guerra real de energía comenzará cuando Rusia complete el gasoducto Power of Siberia y comience a bombear gas natural a China. Y China ordene a sus compañías petroleras estatales que compren más petróleo de Irán, mientras reducen sus compras a Arabia Saudita, a menos que los saudíes acepten el Yuan para ello.
Ahí es donde reside el apalancamiento real en todo este fiasco. Trump está intentando chantajear al mundo con dólares caros y petróleo barato. Pero a medida que sabotea el comercio mundial y desata el caos en todo el mundo, el dólar subirá, no caerá, ya que se acelerará la lucha por el dinero para pagar las deudas. Eso ya está empezando.
Las tasas de interés, ahora bajas a medida que los inversionistas buscan activos de refugio seguro, aumentarán mucho más a medida que los bancos centrales desalojen su deuda de Estados Unidos para defender sus monedas. Y los frackers que han emitido todos los nuevos bonos basura (para la extracción del petróleo del subsuelo) quedarán atrapados a medida que los precios del petróleo colapsen y los costos del servicio de la deuda aumenten.
Y habrá otros grupos de electores listos para linchar a Trump en el momento de las elecciones.

Tom Luongo es un analista político y económico independiente, con sede en el norte de Florida, EE.UU.

Texto original: https://www.strategic-culture.org/news/2019/05/12/trumps-trade-war-is-already-over/
Traducción: A. Mondragón

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