Una predicción del juego final para EE.UU. que se está cumpliendo

Esta foto de la reciente Cumbre del G20 en Osaka 2019, Japón, tomada cinco años después que se escribió este artículo y donde se ve a la jefa del FMI, Christine Madeleine Odette Lagarde, en la parte posterior del grupo liderado por China y Rusia, parece ser una evidencia de que los pronósticos han sido parcialmente certeros.

El artículo que usted va a leer fue escrito hace cinco años. En el mismo se dice que los Amos de la Cábala del Sistema Financiero Mundial han negociado con los mandarines y los zares para hundir a EE.UU. y recalibrar el mundo, instalando un sistema económico verdaderamente global y centralizado que gire en torno a un marco monetario mundial, controlado y dominado por una cábala selecta de oligarcas bancarios. Como en el ajedrez de alto nivel, la estrategia es una cosa y la realidad en el tablero es otra. El juego cambia con cada jugada y nuevas ramificaciones suceden, esta ley inmutable lo saben y lo manejan muy bien China y Rusia y, por lo mismo, saben cómo jugar esta gran juego del futuro. Y otra razón de publicar este análisis es porque es un adelanto a otro artículo que se publicará luego, escrito hace unos días por el mismo autor, y que hará entender mejor al lector los alardes de guerra de Trump —ya sean militares o comerciales— y porque luego retrocede.
Por Brandon Smith
A lo largo de la historia, en la mayoría de los casos de un colapso económico, las sociedades en cuestión creían que eran invencibles desde el punto de vista financiero —justo antes de su desastrosa caída. Rara vez alguien ve el borde del acantilado o incluso el fondo del abismo —antes de que una nación entera haya sido tragada. Sin embargo, esta falta de previsión no es del todo culpa de los ciudadanos. Es, más bien, una consecuencia causada por la manipulación de la información fundamental disponible al público, por parte de los gobiernos y los guardianes sociales.
En los años previos a la Gran Depresión, numerosos “expertos” y políticos del establishment, se apresuraron a descartar la idea del colapso económico, y la mayoría de la gente estaba más que dispuesta a creerles. Los mercados de renta variable fueron, por supuesto, la principal herramienta utilizada para provocar un falso optimismo popular. Cuando los mercados subieron, a pesar de otros indicadores fiscales muy negativos, las masas quedaron satisfechas. De esta manera, los mercados bursátiles se han convertido en una especie de dopamina de cambio que las élites financieras pueden impulsar en cualquier momento para estimular a la ciudadanía y distraerla de los mayores peligros de su futuro económico.

Nada ha cambiado desde 1929
En cada ascenso de las acciones, las élites argumentaban que “hemos dado la vuelta a la esquina”, cuando en realidad la crisis acababa de empezar. Nada ha cambiado desde la gran caída de 1929. Basta con mirar algunas de estas citas y decidir si la retórica le resulta familiar hoy en día:
John Maynard Keynes en 1927: “No tendremos más accidentes en nuestro tiempo”.
H.H. Simmons, presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York, el 12 de enero de 1928: “No puedo evitar levantar una voz disidente contra las declaraciones de que vivimos en un paraíso de tontos, y que la prosperidad en este país debe necesariamente disminuir y retroceder en un futuro cercano”.
Irving Fisher, economista líder en Estados Unidos, The New York Times, 5 de septiembre de 1929: “Puede haber una recesión en los precios de las acciones, pero nada que se parezca a un crash”. Y el 17, doce días después: “Los precios de las acciones han alcanzado lo que parece ser una meseta permanentemente alta. No creo que habrá pronto, si alguna vez lo hubo, un ruptura de los niveles actuales de 50 o 60 puntos, tal como (los osos) han predicho. Espero ver el mercado de valores mucho más alto dentro de unos meses”.
W. McNeel, analista de mercado, citado en el New York Herald Tribune, 30 de octubre de 1929: “Este es el momento de comprar acciones. Este es el momento de recordar las palabras del difunto J.P. Morgan… que cualquier hombre que sea pesimista con Estados Unidos se irá a la quiebra. Dentro de unos días es probable que haya un pánico del oso en lugar de un pánico del toro. Muchos de los bajos precios como resultado de esta venta histérica no se alcanzarán de nuevo en muchos años”.
Harvard Economic Society, 10 de noviembre de 1929: “… una depresión grave parece improbable; [esperamos] la recuperación del negocio la próxima primavera, con nuevas mejoras en el otoño.”

Basados únicamente en una ilusión
Escucho declaraciones casi idénticas de escépticos todo el tiempo, principalmente de los pro-dólar. Y todas sus afirmaciones se basan únicamente en la ilusión del Dow y el índice del dólar, por no mencionar las estadísticas que provienen del mismo gobierno que tiene mucho que ganar engañando al público para que crea que todo está bien.
En el 2009, Paul Krugman, quizás el peor y más famoso economista de nuestra era, se lamentó del hecho de que nadie en las finanzas convencionales vio venir el colapso de los derivados y el crédito en el 2008. Sin embargo, son los mismos tipos de políticas manipuladoras que Krugman defendió los que causaron esta ignorancia colectiva en los círculos al servicio del establishment, para empezar.

Los economistas los más inútiles
Lo que el pasado demuestra, una y otra vez, es que los economistas formados y educados son quizás los más inútiles de todos los analistas. Están siempre equivocados. Sólo los analistas independientes han sido capaces de predecir algo de valor en cuanto a nuestro futuro económico —no porque sean psíquicos, sino porque tienen la ventaja de estar al margen de la propaganda nebulosa de la academia financiera lavada de cerebro.
También demuestra que la apariencia de prosperidad no significa nada si los fundamentos no apoyan el optimismo. Es decir, un mercado bursátil alcista, un alto índice del dólar y un bajo porcentaje de desempleo no significan nada si tales estadísticas se generan por métodos falsos y por decreto. Los fundamentos SIEMPRE importan. Como vimos durante la Gran Depresión, los mercados no pueden esconderse de la realidad para siempre.

Un futuro que parecerá extraño
Relaciono estos puntos porque el futuro que voy a sugerir aquí puede sonar extraño para algunos, porque es tan contrario al relato “oficial” de nuestro mundo financiero actual. Es importante recordar que la opinión de los “expertos”, la mayoría, casi siempre está equivocada y que la verdad rara vez es aceptada ampliamente hasta que la calamidad está encima como una loza.
En mi artículo “Acabamos de presenciar el último suspiro de la economía mundial”, describí los hechos concretos que hay detrás de la realidad de la recesión económica.
La conclusión es que el mercado de valores, el mayor indicador falso de todos los tiempos, está al borde de la implosión; y las élites bancarias se están posicionando para evitar la culpa de esta implosión, mientras que el resto de nosotros nos están vendiendo el juego de recuperación más elaborado jamás concebido.

El propósito del gran engaño
Pero, ¿cuál es el propósito detrás de este engaño? Por lo general, las mentiras sólo son contadas por aquellos que esperan ganar algo a través del engaño. ¿Qué esperan ganar las élites creando una fachada de recuperación?
En numerosas ocasiones han admitido abiertamente al público EXACTAMENTE lo que quieren —es decir, la instalación de un sistema económico verdaderamente global y centralizado que gira en torno a un marco monetario mundial, altamente controlado y dominado por una cábala selecta de oligarcas bancarios. Cualquiera que afirme que este no es el objetivo es un mentiroso o un tonto sin educación.
Muchas veces en el pasado he cubierto la evidencia que apoya este programa, pero parecería que con la naturaleza precariamente surrealista de nuestro mundo hoy en día, hay mucho que repetir. En 1988, la revista financiera “The Economist” publicó un artículo titulado “Prepárate para una moneda mundial en el 2018”, en el que esbozaba el marco de un sistema monetario mundial llamado “Fénix” (un título hipotético), administrado por el Fondo Monetario Internacional para el año 2018, que borraría toda soberanía económica nacional y requeriría que los gobiernos tomaran prestado de la autoridad de la banca central mundial, en lugar de imprimir ellos mismos su dinero, para financiar sus programas de infraestructura. Esto significaría un control total por parte del FMI sobre los países miembros, a medida que piden y piden más capital bajo el paraguas de la moneda mundial.

Cómo comenzaría El Fénix
Si esto suena familiar, es porque he estado advirtiendo sobre la adquisición del sistema monetario mundial por parte del FMI durante al menos seis años. The Economist admite que el sistema Phoenix comenzaría en el formato de una moneda de la canasta, como los Derechos Especiales de Giro:
El Fénix probablemente comenzaría como un cóctel de monedas nacionales, tal como hoy en día lo es el Derecho Especial de Giro. Con el tiempo, sin embargo, su valor frente a las monedas nacionales dejaría de importar, porque la gente lo elegiría por su conveniencia y la estabilidad de su poder adquisitivo…
El plan es introducir un sistema de cestas monetarias como alternativa al dólar como reserva mundial, y luego, de forma lenta pero segura, eliminar todas las monedas soberanas hasta que la cesta se convierta en una moneda en sí misma: la ÚNICA moneda. El ex economista jefe del Banco Mundial Justin Yifu Lin parece estar de acuerdo con esta ideología, argumentando que las monedas nacionales deben ser reemplazadas por una moneda supranacional, y señalando que ninguna moneda única tiene la fuerza para mantenerse sola como reserva mundial:

A causa de la dominación del dólar
“Creo que el dominio del dólar es la causa de las crisis financieras y económicas mundiales… La solución es reemplazar la moneda nacional por una moneda mundial…”
Quisiera mencionar que un “Fénix” renace de las cenizas de la calamidad. ¿De qué cenizas esperan las élites que surja la nueva moneda mundial?
Es importante señalar que “The Economist” no es una publicación financiera aleatoria cualquiera; es en gran parte propiedad de la familia bancaria Rothschild y tiene su sede en el centro financiero de Londres, lo que significa que The Economist no tiene que “adivinar” sobre los desarrollos económicos del futuro; tiene una pista interna sobre lo que está previsto que ocurra exactamente.
Pueden ver mi análisis más reciente sobre el esquema de moneda global del FMI aquí.

Pronosticado desde hace tiempo
A lo largo de los años, las élites internacionales también han promovido un plan para la gobernanza mundial, cuyas raíces se supone que comenzarían alrededor de 2015. La Fundación Gorbachov, que cuenta con muchas élites estadounidenses como miembros, ha pronosticado desde hace mucho tiempo el surgimiento de un gobierno global. En 1995, el director ejecutivo de la fundación, Jim Garrison, dijo esto al San Francisco Weekly:
“En los próximos 20 a 30 años, vamos a terminar con un gobierno mundial… es inevitable. Sucederá y se volverá tan normal tener una relación con el resto del mundo como la que tenemos ahora, digamos, si eres californiano y vas a Vermont”.
En el Foro del Estado Mundial de 1995, liderado por Gorbachov, el miembro del Consejo de Relaciones Exteriores Zbigniew Brzezinski dijo lo siguiente:
“No tenemos un Nuevo Orden Mundial. … No podemos saltar al gobierno mundial en un solo paso. ….En resumen, la condición previa para una eventual globalización —una globalización genuina— es la regionalización progresiva, porque de ese modo avanzamos hacia unidades más grandes, más estables y más cooperativas”.

El BRIC como regionalización
La regionalización ya está ocurriendo a medida que las naciones BRIC forman sus propios acuerdos comerciales bilaterales y su propio banco global, y esto es por diseño. El catalizador para desencadenar el fin del dólar y el dominio de un sistema monetario global, creo, será el falso paradigma Este/Oeste. He visto una increíble variedad de interpretaciones analíticas de la macroeconomía por parte de múltiples escritores financieros independientes, pero muy pocos de ellos reconocen que el conflicto entre Occidente y el BRICS oriental no es más que una farsa. He recopilado un perfil considerable de evidencia sobre la realidad de que gobiernos como Rusia y China, son realmente cómplices en la formación de una moneda global y un gobierno global controlado por el FMI. Puedes ver esa evidencia aquí, aquí y aquí.
China, en particular, ha manifestado con fuerza la necesidad de un sistema monetario mundial que sustituya al dólar, y han sugerido que este sistema sea controlado por el FMI:
La crisis económica mundial muestra las “vulnerabilidades inherentes y los riesgos sistémicos del sistema monetario internacional existente”, dijo el gobernador Zhou Xiaochuan en un ensayo publicado el lunes por el banco. Recomendó la creación de una moneda compuesta por una cesta de monedas globales y controlada por el Fondo Monetario Internacional y dijo que ayudaría “a lograr el objetivo de salvaguardar la estabilidad económica y financiera mundial”.

¿El gran juego de China y Rusia?
China NO es anti-establishment ni anti-nuevo orden mundial, como tampoco lo es Rusia. La oposición oriental a un NOM (Nuevo Orden Mundial) es una mentira. Punto. De hecho, los BRICS sólo han defendido una mayor inclusión en el sistema del FMI y no tienen intención de desarrollar una alternativa legítima a la globalización “occidental”. Si no entiendes que los BRICS son parte de la NOM, no te opones a ella, entonces no entiendes nada.
Con el BRICS a bordo con el plan para la moneda mundial, ¿qué es probable que suceda en el transcurso de los próximos años si el calendario para un reajuste económico va por buen camino para 2018?
Como señalé en mi último artículo, Estados Unidos en particular ha sido preparado como un cordero de sacrificio, con la población en su mayor parte ajena a la magnitud de la amenaza. La riqueza de la clase media se está convirtiendo en bonos y se verá impulsada en mayor medida por las caídas del mercado, que progresarán en los próximos meses. Esta “manada” de capital en bonos es sólo una preparación para la muerte del estatus de reserva mundial del dólar, borrando así los pocos ahorros que quedaban entre la ciudadanía común.

La necesidad de una grave crisis
La ceremonia de iniciación de la destrucción fiscal de nuestra nación (EE.UU.) probablemente tendrá lugar en el corto plazo. Para lograr la centralización mundial para 2018, las élites necesitarían una grave crisis en breve, a fin de proporcionar el pánico colectivo adecuado que se requiere para generar el consentimiento público para la gobernanza económica mundial en un plazo de cuatro años.
El primero y más importante factor a considerar es el falso conflicto entre el FMI y el Congreso de Estados Unidos sobre la aprobación de los cambios de política del FMI acordados en 2010. Estados Unidos aún no ha firmado oficialmente las medidas políticas del FMI que traerían más “inclusión” para países en desarrollo como Rusia y China, y esto ha llevado al FMI a afirmar que es necesario avanzar sin Estados Unidos. La directora del FMI, Christine Lagarde, exige ahora que el Congreso apruebe las reformas del 2010; pero con la elección de un gobierno predominantemente republicano, esas reformas tienen pocas o ninguna posibilidad de ser aprobadas.
Lagarde recientemente bromeó diciendo que estaría dispuesta a “bailar la danza del vientre” para que se aprobaran las reformas del FMI (yo las aprobaría sólo para no ver su vientre en esa danza), pero en última instancia la broma será para los EE.UU., ya que los dirigentes del FMI sugieren que si el actual Congreso no aprueba las reformas para finales de este año, se verán obligados a aplicar un “Plan B”. Los detalles de este Plan B no son públicos.

El FMI preparando el terreno
Ahora es muy probable que el FMI establezca una política SIN la contribución de los EE.UU., como lo han advertido, paralizando las suposiciones de muchos de que el FMI es de alguna manera una “institución propiedad de los EE.UU.”. En realidad es al revés; el FMI está preparando el terreno para la propiedad de la estructura monetaria de Estados Unidos, junto con el Banco de Pagos Internacionales, que parece ser la piedra angular del NOM.
La próxima reunión del FMI sobre la inclusión de los DEG no está fijada, pero probablemente tendrá lugar a principios de 2015. Se espera que China y el yuan se añadan oficialmente a la cesta de los DEG. El oro también debe ser observado cuidadosamente. Hay una razón por la cual los BRICS han estado acumulando miles de toneladas de este metal precioso. La introducción del oro del FMI en la cesta de los DEG es inevitable, y una serie de élites ya han pedido un nuevo acuerdo al estilo de Bretton Woods.
El FMI ha estado discutiendo abiertamente el ascenso del DEG para reemplazar al dólar como moneda de reserva mundial desde al menos el 2011.
Dado que los países en desarrollo ya están pidiendo ayuda al FMI debido a la volatilidad causada por la disminución de la Reserva Federal y el BRICS en sus propios programas para eliminar el dólar como reserva mundial, la única pregunta que queda es: ¿Cómo podrán los bancos lograr el cambio de moneda sin ser culpados por la catástrofe resultante que sin duda enterrará a la mayoría de la clase media y los pobres?

No hay manera de evitarlo
Las élites necesitan un desastre geopolítico tan abrumador que todos los cambios económicos que tienen lugar en el fondo pasan completamente desapercibidos. También necesitan erigirse como pronosticadores y rescatar héroes en medio del caos que se avecina, como se describe en mi último artículo.
No sé qué aspecto tendrá esa catástrofe en concreto, porque hay demasiadas posibilidades que considerar. Piense en esto honestamente, hace 10 años, ¿usted o sus amigos y familiares habrían pensado alguna vez que Estados Unidos estaría en guerra en Siria con una organización terrorista que nosotros mismos creamos de la nada? ¿Que estaríamos inmersos en nuevas tensiones y en la posibilidad de una guerra económica con Rusia? ¿Qué nuestra presidencia habría intentado y fallado la iniciación de la salud socializada? ¿Qué nuestro ejército sería utilizado como una posible fuerza de respuesta para los disturbios domésticos? ¿Que un brote de Ébola sería sugerido como un detonante para la ley marcial médica?
¿Cuántas conspiraciones han sido expuestas en los últimos años? ¿Cuántos crímenes del gobierno han aparecido en los titulares y luego han desaparecido? Bengasi, Fast and Furious, el IRS atacando a activistas, la inmigración ilegal ayudada por el gobierno, etc. —un desfile incesante de corrupción que pocos hubieran creído posible hace una década. Estamos siendo hervidos lentamente, tanto económica como políticamente. Estamos condicionados a aceptar la crisis inminente como una forma de vida cotidiana, a acostumbrarnos a ella y a culpar a cientos de chivos expiatorios, pero nunca a los bancos internacionales.

Cuál es el objetivo final
Y mientras el Titanic se hunde, la banda sigue tocando, mientras que los expertos y tontos acusan a los analistas independientes de ser el “lobo llorón”. El objetivo económico no es sólo el colapso. El colapso no es más que un proceso que termina abruptamente sólo cuando la fe pública se pierde finalmente. El objetivo final es la aceptación —la aceptación por parte de las masas de una “nueva normalidad” en la que el terror financiero y político se convierte en la base de la vida cotidiana. El fin del juego es, ante todo, sobre la psique de la humanidad y su mutación en algo irreconocible [y una de las herramientas para esa aceptación es la biopolítica]. Este tipo de condicionamiento dominante requiere un miedo inconmensurable. Nuestra filosofía económica de comercio soberano e identidad no puede borrarse sin ella. Las élites ya nos han dado su línea de tiempo. El crack del 2008 fue sólo el comienzo del programa, y el 2014-2015 parece ser la siguiente etapa. He escrito cientos de artículos sobre cómo preparar y desactivar los peligros del inminente restablecimiento, pero lo más importante de todo es que la gente entienda que la amenaza está en su puerta. No está a unos pocos años o a una década de distancia; está aquí y ahora. Estamos justo en medio del colapso, aunque muchos no puedan verlo. Observe atentamente la evolución mundial, a medida que aumenta la volatilidad de los mercados y se intensifican los conflictos internacionales. El tiempo se acaba.

Brandon Smith es el fundador de Alternative Market Project (www.alt-market.com), así como el escritor principal y cofundador de Neithercorp Press. Se especializa en análisis macroeconómicos así como en estudios de desinformación de los principales medios de comunicación.

Texto original: https://www.alt-market.com/articles/2403-the-economic-end-game-explained
Traducción: A. Mondragón

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