“El final del dominio económico mundial incuestionable de Estados Unidos llegó antes de lo esperado”, escribió el economista político estadounidense Michael Hudson, en un reciente y convincente ensayo donde señala, con abundante ironía, cómo el “fin del imperialismo monetario estadounidense”, ha sido acelerado por un ex magnate inmobiliario de derecha, el presidente Donald Trump, rodeado por una camarilla de Neoconservadores en su gobierno de la Casa Blanca.
Por Finian Cunningham*
El autor, cuyo libro “Súper imperialismo” previó gran parte de la configuración geopolítica de hoy, sostiene que: “Las finanzas internacionales y la inversión extranjera se han convertido en el punto clave en la política del poder global de hoy en día”.
Un elemento central en la pérdida histórica del dominio económico global de EE.UU. es la inminente desaparición del dólar como la principal moneda internacional y, por lo tanto, su uso como arma monetaria para Washington.
El último estallido en las relaciones internacionales que involucra a Washington en los planes para cambiar de régimen en Venezuela, es la más reciente acción en toda una gama de tensiones y confrontaciones internacionales que, en última instancia, provienen del intento desesperado de Estados Unidos por mantener su hegemonía global.
Descarte del dólar a gran escala
En los últimos 12 meses, una gran cantidad de países comenzaron a descartar sus tenencias de dólares y bonos del Tesoro de Estados Unidos. Rusia, China, Japón, Turquía y otros se han estado deshaciendo de la moneda estadounidense en camionadas. Mientras tanto, Rusia y otros han estado ocupados almacenando reservas de oro, como un activo estratégico más seguro —e históricamente el respaldo original de la moneda cuando ésta se inventó.
Este es, sin duda, un signo de una “desdolarización” sistemática, debido a una disminución general de la confianza en la moneda estadounidense, así como a una decisión política tácita para desarmar discretamente el “imperialismo monetario” de Washington —y los abusos que ha cometido al ser el único país en el mundo en imprimir dinero de la nada, sin tener que rendirle cuentas a nadie.
La emergencia del Petroyuán
Otros indicadores significativos incluyen la denominación de China de su enorme comercio de petróleo con Arabia Saudita y otras fuentes de los petrodólares, en Yuanes chinos o el Petroyuán.
Rusia y China ya han innovado el comercio bilateral utilizando las monedas de cada uno. Este es otro ejemplo de cómo el uso abusivo de las sanciones y el control del sistema de pago internacional, por parte de Washington, conduce inevitablemente al establecimiento de mecanismos alternativos de comercio sin usar el dólar como moneda de cambio.
Y el reciente lanzamiento, por parte de la Unión Europea, de un sistema de pago no monetario para el comercio con Irán, con el fin de evitar las sanciones de EE.UU., es la evidencia de otro gran movimiento internacional para dejar de depender del dólar estadounidense, como la antigua moneda de reserva internacional. Una vez más, Washington también ha estado abusando de su poder aquí.
Protegiendo sus propios intereses
Amenazar con sancionar a las naciones europeas por hacer negocios con Irán bajo los términos del acuerdo nuclear internacional del 2015, que Trump abandonó unilateralmente el año pasado, ha obligado a los europeos a proteger sus propios intereses vitales, lo que implica necesariamente eludir el sistema del dólar estadounidense.
En resumen, los gobernantes estadounidenses, sin saberlo, están cavando su propia tumba.
Como señala Michael Hudson, la antigua hegemonía de Estados Unidos está entrando en un declive acelerado, provocado en gran parte por su propia arrogancia y agresión unilateral, incluso contra sus supuestos aliados.
Jugadas desesperadas del Imperio
Parece que, para evitar este colapso del poder, Estados Unidos está incrementando la agresión y el militarismo en un desesperado intento de afirmarse.
Por lo tanto, vemos que EE.UU. ha tomado el paso imprudente de alejarse del tratado de fuerzas nucleares de alcance intermedio (INF) con Rusia. Muchos expertos informados en control de armas en todo el mundo, incluso en EE.UU., están profundamente preocupados de que el gobierno de Trump esté dañando gravemente la seguridad mundial y “lleve al mundo más cerca de una guerra nuclear”.
Detrás de la decisión de Washington de romper el tratado INF, está el cálculo de tratar de intimidar militarmente a Rusia y China, a quienes varios documentos recientes de planificación estadounidenses consideran como “grandes rivales” en la lucha por el poder hegemónico.
Una grosera violación al derecho
La agresión y las amenazas de Washington hacia Irán también encajan en este militarismo acelerado, como una forma de juego de poder político.
Y la dramática escalada de tensiones en Estados Unidos con Venezuela, en las últimas dos semanas, es otra página del mismo libro de jugadas. Es casi asombrosa la audacia de las amenazas de un ataque militar de Washington contra el país sudamericano.
El descarado ultimátum del gobierno de Trump para el cambio de régimen y la confiscación de la riqueza petrolera de Venezuela, es una grosera violación del derecho internacional, según el ex relator de la ONU, Alfred de Zayas.
Patéticamente, muchos estados europeos se están inclinando por la agresión de Washington hacia el gobierno del presidente Nicolás Maduro, a pesar de que estos mismos estados han sido humillados en los últimos tiempos por el acoso estadounidense.
El peligro de la arrogancia exagerada
Por lo tanto, se puede entender mejor a Venezuela como otra fase de la desaparición histórica del dólar estadounidense y la mayor desaparición concomitante del poder global estadounidense.
Se cree que el país sudamericano posee las reservas de petróleo más grandes del planeta, superando las de Arabia Saudita. Gran parte de su comercio está dedicado al mercado estadounidense. Desafortunadamente, eso le ha dado a Washington una gran influencia para la guerra económica contra Caracas.
Una vez más, sin embargo, los estadounidenses arrogantes están en peligro de exagerar su presunción. Las amenazas de agresión militar, aunque penalmente reprensibles, son más fáciles de decir que de hacer. Si Venezuela puede sobrellevar esta actual tormenta geopolítica, el país sin duda volverá su prodigioso negocio petrolero hacia Rusia, China, Turquía y otros en el Este, que no se han unido a la mafia de linchamientos del Tío Sam en el Caribe.
Un nuevo mundo multipolar
Al igual que con la agresión de Washington en muchos otros frentes, hacia Rusia, China, Irán y Europa, la falta grave de conducta estadounidense contra Venezuela está aumentando la dirección que más teme: un mundo multipolar en el que ya no prevalece la hegemonía estadounidense.
La configuración del caos y el conflicto es muy peligrosa. La mezcla volátil podría estallar en una confrontación militar global. La desesperación de Washington por evitar su fatal destino podría resultar en una agresión descabellada. Una invasión imprudente de Venezuela podría ser un detonador.
Un problema estructural amplio
Sin embargo, es crucial entender que la precariedad internacional actual se deriva de los problemas económicos estadounidenses inherentes. Ese es el factor clave que une todas las demás tensiones y conflictos aparentemente dispares. Venezuela no es más que otra demostración de un problema estructural más amplio, centrado en el colapso del capitalismo estadounidense.
Los planificadores rusos, chinos y otros, son presumiblemente bien conscientes de la tensa transición en la política global, lejos del dominio imperial estadounidense. Moscú y Pekín casi no quieren un colapso repentino del poder estadounidense, porque eso podría precipitar una reacción militar desastrosa. Una disminución y debilitamiento del dólar en una retirada gradual es, probablemente, la forma más segura de desactivar la bomba de tiempo estadounidense. Pero con los neoconservadores controlando a Trump todo es incierto.
* Finian Cunningham es ex editor y escritor de las principales organizaciones de medios de comunicación. Ha escrito extensamente sobre asuntos internacionales, con artículos publicados en varios idiomas.
Texto original: https://www.strategic-culture.org/news/2019/02/06/venezuela-phase-of-us-global-demise.html
Traducción: A. Mondragón
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