
Por Naveen Athrappully
Durante una cumbre en Dubái, Klaus Schwab, presidente del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), instó a los gobiernos mundiales a trabajar juntos y controlar las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial (IA) para decidir el destino de la humanidad, contradiciendo la reciente advertencia de Musk en la misma reunión.
Dentro de apenas 10 años
En el 2015, Schwab escribió un libro llamado La Cuarta Revolución Industrial, en el que mencionó más de 20 tecnologías que cambiarán el mundo. “Todas esas tecnologías se han hecho realidad”, dijo en la Cumbre Mundial de Gobiernos en Dubái, celebrado del 13 al 15 de febrero, y agregó que la humanidad está entrando en la “fase exponencial” de la transformación tecnológica.
Schwab citó tecnologías como la IA, el metaverso, las criptomonedas, la tecnología espacial y la biología sintética que cambiarán el mundo. “Nuestra vida dentro de 10 años será completamente diferente, muy afectada. Y quien domine esas tecnologías de alguna manera será el dueño del mundo”, afirmó Schwab.
Hay que ser un pionero
La ingeniería de organismos para desarrollar propósitos y habilidades únicos, que no están inherentemente disponibles, se conoce como la biología sintética. Se trata de cambiar el código genético del organismo al infundirle el ADN de otra criatura, un avance radical de la edición del genoma. El WEF es un proponente de la metodología.
“No puedes ponerte al día con las nuevas tecnologías. Tienes que ser un pionero porque de lo contrario, estarás fuera de carrera”, dijo Schwab. Una de las principales preocupaciones es cómo dar forma a las “políticas necesarias” para garantizar que las tecnologías “sirvan” a la humanidad.
Entendiendo los cambios
“El cambio va tan rápido en nuestro mundo, y nosotros vamos aún más rápido. ¿Cómo podemos asegurarnos de que el individuo, cada ciudadano, no se sienta abrumado por el cambio, porque no puede entender realmente lo que está pasando?”, dijo Schwab, y agregó que si las personas no entienden el cambio, pueden volverse temerosas y reaccionar negativamente.
El jefe del WEF pidió a los gobiernos “que tengan la ambición y la visión para demostrar que esas tecnologías pueden servir para el bien”.
Schwab también planteó los temores de que las nuevas tecnologías se salgan de control. “Si no caminamos juntos a escala global, si no formulamos, damos forma juntos a las políticas necesarias, ellas (las tecnologías) escaparán de nuestro poder”.
Un “gobierno mundial único”
El llamado del jefe del WEF a una estrecha cooperación entre los gobiernos a nivel mundial para dar forma al futuro de la raza humana, contrasta con el del industrial Elon Musk, quien en la Cumbre del Gobierno Mundial advirtió contra un “gobierno mundial único”.
“Deberíamos estar un poco preocupados por convertirnos en realidad en un solo gobierno mundial… Si se me permite decir, debemos evitar crear un riesgo para la civilización al tener — francamente, esto puede sonar un poco extraño— demasiada cooperación entre gobiernos”, dijo Musk.
Múltiples civilizaciones
Musk señaló que a lo largo de la historia, múltiples civilizaciones han surgido y caído. Sin embargo, estos eventos no dieron como resultado la perdición de la humanidad en su conjunto, ya que se trataba de civilizaciones que estaban separadas por grandes distancias.
“Suena un poco extraño, pero debemos tener una cierta diversidad de civilizaciones, de modo que si algo sale mal en alguna de ellas, todo no se derrumbe y la humanidad siga avanzando”, advirtió el empresario.
“Modelo a seguir” China
En su discurso en la Cumbre del Gobierno Mundial, Schwab no detalló qué sistema cree que el mundo debería adoptar en el futuro.
Pero en noviembre del 2022, durante una entrevista con la cadena de televisión estatal china CGTN, Schwab llamó a China un “modelo a seguir” para otras naciones, a pesar de que se sabe que el régimen comunista en Beijing reprime la libertad de expresión, practica flagrantes y generalizados abusos de los derechos humanos y reprime las libertades fundamentales. El “modelo chino es ciertamente un modelo muy atractivo para un buen número de países”, dijo en ese momento.
Modelo de “partes interesadas”
En Dubái, Schwab también impulsó su ideología de “partes interesadas” según la cual los gobiernos aportan “poder directivo”, las empresas aportan “poder innovador”, la sociedad civil aporta el “poder de las preocupaciones”, la academia aporta “el poder de la verdad” y los medios aportan una “dimensión crítica en este diálogo”, con todos ellos trabajando para “juntos dar forma al futuro”.
En un comentario de septiembre de 2021 en The Epoch Times, John Mac Ghlionn, investigador y ensayista, señaló que el impulso de ideologías como el “capitalismo de partes interesadas” suena similar a la idea del líder chino Xi Jinping de “prosperidad común” que, según afirmó, estar dirigida a abordar la brecha de la riqueza.
“Ambos pretenden beneficiar a la sociedad en general, especialmente a los más vulnerables, y ambos pretenden ser vehículos para un cambio positivo. En realidad, no benefician a nadie más que a aquellos que ya tienen demasiado poder. Aunque suene obvio, el poder es un recurso finito”, escribió Ghlionn.
“Cuanto más tienen sus gobiernos, menos tienen sus ciudadanos. Lo mismo ocurre con el control. El capitalismo de partes interesadas, similar a la ‘prosperidad común’, implica dar más control a quienes ya controlan la sociedad”.
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