Sin hipocresías, el candidato de los Jefes del Valle de La Tía Blankita asegurará la transformación de Quechueslokoka, de narco-país a narco-estado. La plata de la merca ya contribuye con el 14% del PBI. Cuando el megapuerto de Chang Kay empiece a operar ese porcentaje subirá al 18 o 20%.
Por Wilder Buleje y Alexandr Mondragón
Las celebraciones en el valle sagrado, no de los Incas sino de la Tía Blankita, fueron apoteósicas. El contrato de Big Koka con el Universal Barza les abrió las puertas para una sucursal más de la White Laudromat 2.0 en el Viejo Continente. Los dirigentes de fútbol, que le hacen la competencia a los Lobos de Wall Street —cajeros del gran negocio desde hace cincuenta años— bendijeron los billetes de los grandes productores y distribuidores de las mil toneladas anuales del alucinógeno Made in Quechueslokoka.
En virtud de ese contrato de patrocinio, las principales casas de balompié de Spaniard están ahora disponibles para llevar un parche con el logo de Big Koka y recibir una propinita del nuevo Everest con sus montañas de cristales blancos. Ese ciclo puede reproducirse en varios países de Europa, para impulsar los nuevos emprendimientos de la White Laudromat 2.0 que, como los grandes maestros de la transmutación alquímica, convierten el clorhidrato en oro, a través de una actividad deportiva-circense que tiene el mismo efecto que el polvito de marras: adormecer al populacho que, sin querer queriendo con su efervescencia fanática, son los que impulsan estos negocios de marras.
El candidato de la Tía Blankita
La jugada maestra de Charlie Amaños fue tan certera que las Firmas del Valle de Tía Blankita lo promovieron como candidato a la presidencia de Quechueslokoka. Lo envolvieron en el papel celofán de empresario exitoso —en un país donde la palabra “emprendedores” es una pérfida manipulación para que el rebaño se la crea—; le anudaron un lazo como emblema de honestidad —que es como otorgarle una medalla de héroe de la patria al que aprieta un botón para disparar un misil y matar a unos niños que juegan a la pelota a miles de kilómetros de distancia—; y le añadieron una tarjetita con la siguiente dedicatoria: El estadista que salvará al país. ¿Estadista o Mercadista? Lo último sería lo real y apropiado a lo que realmente representa.
¿Qué patria salvará Charlie?
Y claro está, la comarca que habitamos no se salvará ni cambiará un milímetro, así aterricen un millón de Jesucristos o contratemos a 10,000 premios Nobel para gobernar. Porque aquí la corrupción los infecta ipsofacto y se transforman en réplicas de Choledo, Fumala, Ratalán, Trukimori, y demás figuritas de nuestro álbum de la cloaca folclórica. Así que eso de Salvador de la Patria, no lo creerá ni un tipo con un IQ 40, aunque también cabría preguntar ¿Qué patria? La que habitan 33 millones de supaipaguagas o la clica nativa del 1%.
Los creativos de la campaña política quisieron exaltar con esa frase las virtudes de Charlie para el buen manejo estatal, pero fueron mezquinos. El hombre fuerte de la Big Koka, o más bien los True Masters, ya ha contribuido de manera decisiva al “progreso de la patria” con el fortalecimiento de la estructura económica de Quechueslokoka, como ya lo había intentado el Primer Precursor de la Patria Blanca, el recordado “Mosca Loca” —que le ofreció a Ferdinand Blandengue pagar la deuda externa de la patria, a cambio de dejarlo en paz con su negocio.
El Banco de la Cocaína Reciclada, alias “BCR”
Han pasado cien años desde que el prócer lambayecano Lalo Balarezo —como el primer hombre que trajo piedritas de la Luna— trasladó el primer cargamento de clorhidrato a Gringolandia y obtuvo ganancias interesantes para la época. Hoy su legado tiene una magnitud que jamás imaginó ni en sus más afiebrados sueños. La comercialización de las mil toneladas anuales del polvo mágico —Made in Quechueslokoka— contribuye con el 14% del Producto Bruto Interno de la narco-nación. Atención, son cifras oficiales del BCR (el Banco de la Cocaína Reciclada) que comanda el mofletudo Julius Burncandle.
Como si eso fuera poco, el fluido acopio de divisas gracias al movimiento incesante de la merca elevó a Quechueslokoka, para envidia del resto de las demás chacras del Patio Trasero del Tío Samuel, al primer lugar de los países de América Ladina en cuanto a reservas internacionales de lechugas guachintonianas.
El Inti es el “Dólar Latinoamericano”
Proporcionalmente, los 75 mil millones de dólares que atesora el BCR (en sus bóvedas, al contado rabioso como diría mi tío Don Sofo) representan una cifra insuperable, proporcional a su densidad poblacional, para vecinos de la talla de Brazucolandia o Cocalombia, y ha hecho el milagro de convertir al Inti en el “Dólar Latinoamericano”. La contribución personal del propio Camarada Joseph, quien lleva como treinta años en el negocio, se estima en siete mil millones de dólares que atesoró en la selva durante ese periodo y, quien sabe, lo convierta en uno de los principales aportantes del BCR.
Pero la fortuna del camarada Joseph es un pelo suelto sí se compara lo que el polvo mágico crea, multiplicándose como los panes de Jesús, cuando es manejado por los dueños del Cártel Más Grande del Mundo, como decía el gringo Barry Seal, que lo sabía porque conocía cada detalle del negocio desde el vientre del Imperio. Cuando el dinero negro ingresa a las venas del sistema financiero, vía la Calle del Muro, entonces las utilidades suben como la espuma y además el billete puede usarse para satisfacer los deseos del Complejo de la Industria Militar del Imperio del Mal, además de los placeres suntuosos y mundanos. Es decir, beneficio absoluto.
El ADN de la Tía Blankita
Las cifras macro de Quechueslokoka son formidables, solo que cuando le pasas el microscopio siempre encuentras alcaloides de ecgonina, el ADN de la Tía Blankita, en el torrente monetario de los bancos, las financieras, los grandes complejos de edificios, las casas de cambio, las casas de apuesta, hasta en las cadenas de bodegas y los servicios médicos con máquinas importadas que, ni en sueños, lo puede ver un paciente en los hospitales públicos, esas atestadas antesalas de la morgue.
Cuando se inaugure el puerto de Chang Kay, la contribución del polvo mágico de Quechuoslokoka a la economía mundial subirá a los 250 mil millones de dólares anuales. Si a esa cifra le agregamos 400 mil millones de la producción de Cocalombia y unos 200 mil millones de Cocalivia, entonces alcanzamos la estratosférica cantidad de 850 mil millones de dólares anuales –el equivalente al presupuesto anual del Pentágono, la oficina del Complejo de la Industria Militar del Imperio del Mal.
Es decir, una masa monetaria alucinante que ya no ingresará a las venas de los Lobos de Wall Street, como sucedía hasta antes del proyecto portuario más grande de Américoca del Sur. A partir del 2025, ese bolsón de dinero negro se blanqueará en la diversificada banca de Hong Kong para después inundar los canales financieros de los Nuevos Mandarines.
El KO al dólar desde el Patio Trasero
Cuando el Cartel Más Grande del Mundo, hasta ahora, se quede sin esos 850 mil millones de dólares –que hace que el dólar tenga alas para volar y colabora enormemente para que sea la Moneda-Mundo– los papelitos con la cara de Guachintón perderán uno de los soportes menos fiscalizados, que ayuda a pagar sus guerras incesantes y las operaciones encubiertas en el mundo entero. Hasta para corromper al mismísimo PapaNatas ha sido útil.
No es poco lo que ocurre con el dólar. Solo hay que recordar que la divisa verde ya perdió la exclusividad de negociar el petróleo de Arabia Saudita y cedió la distribución y comercialización del polvo de Opionistán. Además, los países más grandes de Eurasia ya negocian en sus propias monedas. Es decir, ese billete se va desvaneciendo como el Sueño Americano, que ya es una pesadilla, mientras un nuevo artilugio digital –vía el BRICS +, con el respaldo del oro– y bajo un nuevo sistema monetario, manejado desde el Lejano Oriente, será la nueva Moneda-Mundo.
El significado del Chang Kay
¿Qué tiene que ver ese fenómeno con Quechueslokoka? Simple. Es la constatación del declive del Tío Samuel. En este contexto, la clave para entender el puerto de Chang Kay es saber que los mandarines, con más planificación y previsión, busca aprovechar los recursos del Sur Global mediante la construcción de infraestructura y la exportación de su tecnología. Mientras que el Tío Samuel sigue perdido en su laberinto otoñal, donde dos ancianos se pelean por la presidencia, y lo único que puede ofrecer es su centenaria oferta del Garrote y la Zanahoria.
A nivel local, los Popeyes, que estaban encargados de asegurar la cadena de distribución al exterior para su patrón del Norte, quedaron fuera de juego con el cambio de puerto. Los del uniforme blanco se las verán negras porque perdieron jurisdicción en el Megapuerto, no podrán anclar ni una lanchita de pescador.
Duplicando las ganancias
¿Y los jefes del Valle de la Tía Blankita cómo reaccionaron? Con felicidad. Las cifras de intercambio subirán con fuerza. Ahora reciben 5.000 verdes por cada ladrillo de kilo. A partir del 2025 ese número se duplicará. Por cada kilo recibirán 10,000. Negocio redondo para seguir extendiendo la gran cadena de sucursales de la White Laundromat 2.0.
Y los jefes de las firmas del Valle de la Tía Blankita no necesitan recurrir a las grandes calificadoras de riesgo —un invento de los Lobos de Wall Street para colocarles una estrellita en la frente a sus vasallos obedientes— para saber que su producción tendrá mejor destino en la Tierra Central que en Cocamérica del Norte.
El espectáculo de dos candidatos pasados de años, con manifestaciones de amnesia, senilidad y egocentrismo extremo —como estamos viendo después del presunto intento de asesinato, que tiene un aroma más falso que colonia de Polvos Azules—, no les garantiza una mejora en las condiciones del trasiego del polvo mágico, tampoco una subida en los precios de la merca. So, It’s no longer good to do business with Uncle Sammy.
Negocios con una civilización
A contramano, en noviembre próximo llegará el Gran Mandarín para inaugurar el Megapuerto de Chang Kay y los Jefes del Valle de La Tía Blankita tendrán la oportunidad de que uno de sus emisarios sea recibido por el gran jerarca de Eurasia. Además, la garantía de la perduración de los acuerdos reposa en la maciza estructura una civilización milenaria que está construyendo el Nuevo Sistema Mundo, con la Ruta Cuántica, alias Las Nuevas Rutas de la Seda, como la arquitectura Bajo un Solo Cielo.
El mundo ya cambió y, como siempre sucede, los nuevos amos son capaces de olfatear las actividades más lucrativas en los nuevos aires de la realidad. Son unos adelantados a su época —no por nada tienen 4,000 años de aprendizaje del ser humano, sobre todo de sus pinches debilidades, sino pregúntenles a los gringos que fueron embaucados por Mao hace medio siglo, haciéndoles creer que los chinos iban a ceder a las tentaciones y seducciones del Imperio del Mal— y ahora mismo han vuelto a demostrar que están a la vanguardia de cualquier otra actividad productiva de Quechueslokoka, para sacarle provecho hasta el último gramo.
La Tía Blankita al Poder
Si Quechueslokoka ya tuvo el dudoso honor de tener a su primera presidenta, en la persona de Dinamerca Boludarte, su sucesora, así tome asiento Charlie en la Choza de Pizarro, será otra dama: La Tía Blankita. La razón es simple, porque como dicen los gringos: The money talk, the bulshit walk.
Una de las razones por las cuales Charlie Amaños se presentará a la próxima contienda electoral, es el nuevo escenario creado a partir del Megapuerto de Chang Kay. Los ingresos locales se multiplicarán por dos, pero los beneficios se pueden maximizar si es que uno de los jefes de las Firmas del Valle de la Tía Blankita lidera el Poder Ejecutivo.
Control desde la cima del poder
Además, la mayor seguridad legal desde la cima del poder ejecutivo garantiza la reinversión, para incrementar la frontera de tierras dedicadas al cultivo de la Hoja Sagrada. Las 130 mil hectáreas pueden llegar en un quinquenio a las 250 mil hectáreas, y si a eso le agregamos las plantas manipuladas genéticamente para que dupliquen la producción, el resultado será alucinante.
Además, los cultivadores de la Hoja Sagrada y los productores del Polvo Mágico, no tendrán que esconderse de la policía, no habrá que pagar a las fuerzas de seguridad del Estado y los Popeyes tampoco recibirán las propinas para asegurar la salida marítima de la merca.
Bajo esas nuevas condiciones el porcentaje del aporte del 14% sobre el PBI se elevaría hasta el 18 o 20%% al final de un primer quinquenio. Si tenemos que cada punto porcentual equivale a 2,500 millones de verdes, estamos hablando de una cifra enorme para nuestra economía, cuyo beneficio directo estaría dirigido hacia un grupo específico. Ni en sus sueños más desbocados, los Doce Apóstoles hubieran imaginado tantas ganancias. Ahora serán como el bodeguero que mirará con envidia como el “provinciano emprendedor” abre un supermercado enfrente de su pinche negocito.
Con el poder absoluto
La época de la intermediación política, de las dádivas para las campañas electorales y la presencia decisiva de las fuerzas armadas, que también son parte del negocio, ya puede mencionarse en tiempo pasado. Una vez que los Jefes de las Firmas del Valle de la Tía Blankita controlen el poder político, no tendrán ningún contrapeso institucional. Esos sí serán los Trukeles peruchos.
Los grandes negocios y negociados tendrán su epicentro en el Valle de la Tía Blanquita. En un santiamén pasaremos de narco-país a narco-estado. Los grandes grupos económicos lamentarán el día que decidieron ganarse un “spread” sustancioso, al cambiarle los dólares por intis a los narcos. También les pesará en el alma el haberles facilitado la “lavandería financiera y bancaria” para la alquimia de transformar el billete negro en blanco, mientras que en su mente vibrará la pesadilla de que los nuevos amos les hagan la competencia con un nuevo banco, el Sniff Fidelity Bank Ltd., que se los planchará como pañuelos bañados en lágrimas de cocodrilo.
El destino de los Quechueslokovacos
En diez años de manejo gubernamental de los Jefes de las Firmas del Valle de la Blanca, solo florecerán las actividades que ellos determinen. Los demás no existirán o serán sometidos a labores de apoyo, sin capacidad de colocar tecnócratas en el aparato del estado o “expertos” en las carteras ministeriales. ¿Y qué le sucederá al resto de los súbditos de Quechueslokoka?
La violencia se disparará a límites que hasta los propios aztecocas tendrán miedo de venir a nuestros principales destinos turísticos. La policía y las fuerzas armadas quedarán sometidas a la voluntad de los que tendrán la sartén por el mango, porque los tienen agarrados con sus expedientes donde sobresalen: extorsiones, asesinatos, chantajes, secuestros, venta de gasolina, tráfico de armas cortas, sicariato. Es decir todas las figuritas del álbum del Infierno de la Divina Comedia.
La expulsión voluntaria
Los habitantes de esta comarca emigrarán hacia otros destinos con mejor atmósfera, tal como ocurrió con los venecos entre 2015 y 2024. La exitosa receta de los chavistas para gobernar con menos población y sin oposición será mejorada por las Firmas del Valle de la Tía Blankita. Dejarán que se vayan los más talentosos para que con sus remesas ellos lleven la carga de sus parientes y no distraigan las arcas del estado coquero en temas de apoyo social, como sucedido en El Salvador desde hace cuatro décadas —después de que el Tío Ronnie Reagan les zampó una guerra y 1.5 millones de ellos se fueron para el norte. Ahí la comarca de Langley vio que no era negocio avivar el avispero en el patio trasero si a cambio tenían que recibir a millones de los “otros”, entonces se fueron a realizar desmadres al otro lado del mundo y consiguieron que Europa reciba a los millones de inmigrantes de sus guerras. Pero hay más, los 1.5 millones de salvadoreños que se fueron por la guerra, crearon comunidades y, aunque han pasado más de 30 años del fin de la guerra civil, la migración continúa, al margen de los hijos y nietos nacidos allí, que, con los otros inmigrantes, están cambiando la demografía de Amexicalatina. Y eso les aterra a los Trumpianos porque su “Teoría del Reemplazo” ya es una realidad. Ese es el Karma que los gringos detestan y que ahora ha sido revivido por los venecos, que están invadiendo las tierras del Tío Samuel.
Un vampiro insaciable
El mundo ya cambió. Eurasia será el continente de mayor importancia en los siglos por venir. En Quechueslokoka ese mensaje fue conocido y catalizado por el sector más dinámico y ambicioso: los gamonales del Valle de la Tía Blankita. De ahora en adelante ellos mismos tomarán las riendas de su destino y no dejarán que ningún político advenedizo, por muy figureti que se crea, adopte las costumbres de un vampiro insaciable.
Los jefes de las Firmas del Valle de La Tía Blankita tienen su propia estructura tecnocrática. Las formaron en sus propias universidades de la Raza Diferente, les dieron experiencia en el manejo de algunas regiones y gobiernos locales. Ahora van por el gobierno nacional. No hay forma de detenerlos. Ya están en todas partes.
Charlie Amaños consiguió el espaldarazo que necesitaba con su Big Koka. Quizá su creatividad crezca en los próximos años, quien sabe si en un quinquenio o un decenio desplace a la Coca Cola y le muestre al mundo que la bebida de Quechueslokoka, es la verdadera expresión de un país que vive y muere por la hoja sagrada y sus derivados más estimulantes. Quechueslokoka está por nacer como nueva república. Al declarar su Independencia absorberá al alicaído Peruanistán que solo será recordado cada 1 de noviembre. Sobre su lápida se leerá un escueto QUEPD. Amén.
P.D. Un consejo para Charlie, recuerde lo que le acaba de pasar a un expresidente de Hondukoka: morirá en una prisión del Imperio del Mal, tras ser condenado a 45 años de prisión. Los gringos pueden traicionar, pero no perdonan que los traicionen. ¿Capiscie?
Otra cosa más, recuerden que a los chinos no les importa cómo se gobiernan los bárbaros, ellos hacen negocios con cualquiera. Entonces, si en la nueva élite del Valle hay alguien inteligente, no solo debe aprender cómo piensan los orientales sino también navegar en las profundidades de su milenaria historia para saber entenderlos y, quien sabe, manejar mejor el contrato de compra-venta que ya firmó la Boludarte. Sino lo saben, les podemos dar algunas pistas.
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