La actual guerra civil en EE.UU.

EE.UU. está controlado solo por sus habitantes más ricos, los cuales tienen un sólido control de ambos partidos políticos. Sin embargo, ahora que tienen el control, están luchando ferozmente entre sí. Están en los dos lados.
Eric Zuesse / The Saker
En lo que respecta a la política exterior y la política doméstica, los multibillonarios del Partido Republicano odian especialmente a Irán, y especialmente a todo el progresismo. Por el contrario, en relación con las políticas exteriores e internas, los multibillonarios del Partido Demócrata odian especialmente a Rusia y aceptan algo de progresismo. (Necesitan hacer lo último para que puedan ser considerados como liberales y, por lo tanto, tolerados o incluso admirados por los votantes del Partido Demócrata. Eso es necesario para ellos porque, por ejemplo, los votantes del Partido Demócrata rechazarían a un político que sea financiado por conservadores como los hermanos Koch, así como los votantes del Partido Republicano rechazarían a cualquier político que sea financiado por liberales como George Soros —aunque todo el mundo sabe que los multibillonarios financian a los principales políticos. Soros y otros multibillonarios liberales pueden afirmar que son de “espíritu público”, lo que es necesario para poder apelar a los liberales, pero los hermanos Koch y otros multibillonarios conservadores no tienen necesidad de hacer esa pretensión para apelar a los conservadores.)

Los multibillonarios dictadores
En realidad, todos los multibillonarios son conservadores porque tienen que ser eso, para poder llamar a un país como EE.UU. “democrático” en lugar de “dictatorial”, y necesitan ese mito de la “democracia” estadounidense para evitar una revolución, que los desojaría de su poder. Ningún multibillonario estadounidense llama a EE.UU. una “dictadura”, aunque lo sea y cada uno de ellos lo sabe, ya que colectivamente ellos son los dictadores y no se involucran en la política, en lo absoluto, a menos que quieran permanecer en el control de la misma.
Cuanto más rica es una persona, más conservadora tiende a ser, y los multibillonarios son las personas más ricas de todos, por lo que todos son realmente conservadores. Incluso los liberales multibillonarios son conservadores, porque de lo contrario el individuo estaría fomentando la revolución, y ninguno de ellos está haciendo algo semejante —¿contra qué se rebelarían si no fuera contra ellos mismos? Pueden pretender ser progresistas, pero solo fingen. Además, cada estudio muestra que cuanto más rica es una persona, más involucrada está en la política de lo que tiende a ser. La gente pobre es la que menos se involucra en la política, y esta es una de las razones del porqué EE.UU. es una dictadura. Es una dictadura de los más ricos, y a lo largo de miles de años esta ha sido calificada como una “aristocracia”, en oposición a una “democracia”.

Un estudio que lo comprueba
El primer estudio científico sobre si EE.UU. es una dictadura o una democracia se publicó en el 2014. El mismo encontró que EE.UU. es una dictadura y que los más ricos tienen el control sobre ella. Los investigadores encontraron que solo la riqueza y la participación política, determinaban si las políticas gubernamentales deseadas de una persona se convierten en ley y se implementan mediante políticas gubernamentales. Además, “las preferencias del estadounidense promedio parecen tener solo un impacto estadístico minúsculo, casi cero, no significativo en la política pública”.
En consecuencia, los deseos del público en realidad son ignorados por el gobierno estadounidense. No responde a lo que quiere el público; responde solo a lo que quieren los súper ricos políticamente involucrados —financiando la campañas políticas y a los cabilderos que le dictan a los políticos las leyes a probar. Y esos multimillonarios también controlan, o incluso son dueños, de todos los principales medios de comunicación, de modo que su propaganda filtra realidades simuladas, haciendo que el país se vea como una democracia y no una dictadura, como realmente lo es.

Las diferencias son los objetivos
Desde el primer momento en que se convirtió en presidente, Barack Obama tuvo como objetivo derrocar y reemplazar al Gobierno de Siria, y la razón de esto nunca se aclaró, pero algunas personas pensaron que era porque Siria está aliada con Irán, y algunos pensaron que fue porque Siria está aliada con Rusia. Cuando el demócrata Obama negoció y firmó el pacto multinacional, en el que Irán garantizó que no produciría bombas nucleares y que EE.UU. y sus aliados pondrían fin a sus sanciones contra Irán, la realidad quedó en claro que Obama, en realidad no odiaba a Irán (algo que el republicano Trump claramente lo hace).
Obama estaba invadiendo Siria porque está aliado con Rusia, no porque está aliado con Irán. Su sucesor, el republicano Donald Trump, es tan anti-Irán como Obama fue anti-Rusia. Así, mientras que el Partido Republicano odia especialmente a Irán, el Partido Demócrata odia especialmente a Rusia. Y eso es porque sus multimillonarios lo hacen: los demócratas son los que más odian a Rusia y los republicanos más que odian a Irán. Esa es la mayor diferencia entre las dos partidos.

Obama un hábil mentiroso
La principal diferencia personal entre Obama y Trump (aparte de que Obama era inteligente y Trump no lo es) es que Obama era un mentiroso mucho más hábil que Trump. Por ejemplo, fue capaz de engañar a Vladimir Putin hasta el 2012, con la esperanza de que el “reinicio con Rusia” de Obama no fuera solo una estratagema. El 26 de marzo del 2012, Obama le informó a Dmitry Medvedev que le dijera a Putin que “En todos estos temas, pero particularmente en la defensa con misiles, esto puede solucionarse, pero es importante que él [el Presidente entrante Putin] me dé espacio. Esta es mi última elección. Después de mi elección, tengo más flexibilidad”.
Sin embargo, todo era mentira. El hecho es que Obama hizo lo ya había planeado, incluso a principios del 2011, derrocar al gobierno de Ucrania, que era neutral y limita con Rusia, para reemplazarlo con un régimen rabiosamente anti-ruso y hacerlo ingresar a la OTAN, aunque solo alrededor del 30% de los ucranianos querían que Ucrania se una a la OTAN. Pero Putin no tenía forma de saber que Obama estaba planeando esto. E inmediatamente después del golpe de Estado de Obama en Ucrania, en febrero del 2014, alrededor del 60% de los ucranianos, de repente, querían que Ucrania se uniera a la OTAN. (Esto se debe a que el régimen de Obama recién instalado propagó el odio contra Rusia).

Cuando un país es “enemigo” de EE.UU.
Obama ganó en Ucrania por ser un enemigo de Rusia; Es como si Putin hubiera realizado un golpe de estado en México y de repente los mexicanos se volvieran rabiosamente hostiles hacia los EE.UU. Pero fue un demócrata quien hizo esto, no un republicano. Y el Republicano Trump es tan hostil contra Irán como Obama lo era a Rusia. Estos no son gobiernos extranjeros que están interfiriendo en las políticas exteriores de EE.UU.; quizás Israel está haciendo eso, y quizás Arabia Saudita lo esté, y tal vez lo estén los Emiratos Árabes Unidos, pero ciertamente los 585 billonarios de los EE.UU. sí lo están. Y están aliados con esos tres países del Medio Oriente.
Cuando EE.UU. impone sanciones contra un país para destruir la economía de la nación objetivo, esa nación es oficialmente un “enemigo”, y eso se debe a que está aliado, o al menos es amigable, con Rusia, Irán o ambos. Los 585 multibillonarios de EE.UU. controlan las políticas exteriores de EE.UU., pero no están de acuerdo sobre si el principal enemigo de los EE.UU. es Irán (si el multibillonario es un republicano) o Rusia (si el multibillonario es un demócrata).
Por ejemplo: Si el próximo presidente es Biden, o cualquier otro demócrata, conquistar a Rusia será el principal objetivo de la política exterior, pero si el próximo presidente es Trump, entonces el enemigo seguirá siendo Irán.

Eric Zuesse es un historiador investigativo y autor, su más recientemente libro es “They’t Not Even Close: The Democratic vs. Republican Economic Records, 1910-2010”.

Fuente: https://thesaker.is/the-civil-war-now-in-america/
Traducción: A. Mondragón

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