
Gracias a las medidas de vigilancia de alta tecnología, los países asiáticos podrían estar mejor equipados para hacer frente a una pandemia.
Por David P. Goldman
Justo después de que los comentaristas financieros llegaran a la conclusión de que el yen japonés había perdido su papel de refugio seguro, la moneda japonesa se disparó en medio de las ventas del mercado mundial. El oro, que parecía el último y único refugio contra los temores del mercado por una pandemia, cayó bruscamente durante la sesión del lunes (24 de febrero) en Nueva York. Los mercados de valores de Japón y China sólo registraron pérdidas menores durante la noche, con el índice Topix amplio de Japón cerrando sin cambios y el compuesto de Shangai con menos de 0.3%.
Los mercados europeos, en cambio, se desplomaron en un 4% y el mercado estadounidense cayó casi un 3%.
Una resistencia notable
El epicentro de la epidemia del coronavirus está en Asia, por lo que, después de todo, la resistencia de los mercados asiáticos es notable. El ETF estadounidense ASHR, que sigue el rendimiento del índice CSI 300, abrió con una pérdida del 3.4%, pero recuperó casi la mitad a mediados de la sesión estadounidense.
Evidentemente, los inversores tienen un alto grado de confianza en que los países asiáticos están mejor equipados para gestionar las epidemias que Occidente. El caso atípico es Corea del Sur, cuyo índice KOSPI cayó casi un 4% de la noche a la mañana. El ETF de la EWY americana, que sigue el índice MSCI de Corea del Sur en dólares americanos, abrió un 6% desde el cierre del viernes, y apenas cambió durante el día.
Las ventajas autoritarias
El estado de vigilancia de China, que rastrea toda la población a través del reconocimiento facial y el monitoreo de teléfonos celulares, ofende los valores occidentales, pero tiene ventajas en una epidemia. El gobierno chino puede rastrear a los individuos que podrían estar infectados con el nuevo coronavirus, pero que evaden la cuarentena mediante la vigilancia de las compras de medicamentos, entre otras cosas. Medidas autoritarias de este tipo son más difíciles de aplicar en las democracias occidentales.
La Organización Mundial de la Salud declaró el 24 de febrero que la epidemia había llegado a su punto máximo en China, y que su principal preocupación era la propagación del virus en otros lugares del mundo.
La confianza de inversores
La recuperación del yen es un importante marcador de estabilidad en los mercados financieros. Si el oro se convierte en la única cobertura que funciona, significa que los inversores han perdido la confianza en todos los gobiernos, y vuelven a la “reliquia bárbara” (John M. Keynes) como el último refugio. El retorno del yen a la condición de refugio implica que los inversores esperan que los gobiernos obtengan el control de la epidemia, y recompensarán a las clases de activos que reflejen dicho control.
Para los inversores que se preocupan de que la caída en picada de las valoraciones de las acciones hoy en día, presagie una crisis financiera importante o una corrección del mercado mundial, la subida del yen y la consiguiente caída del precio del oro deberían ser una fuente de tranquilidad.
Todos los estrategas de mercado están pluriempleados como epidemiólogos este mes, y la propagación del nuevo coronavirus no ha seguido el patrón de las epidemias anteriores. Eso hace que el panorama sea inherentemente incierto. Pero es muy significativo que los mercados estén dispuestos a recompensar las respuestas efectivas a la epidemia, en lugar de responder con un pánico ciego.
David Paul Goldman (nacido el 27 de septiembre de 1951) es un economista, crítico musical y autor estadounidense, mejor conocido por su serie de ensayos en línea en el Asia Times bajo el seudónimo de Spengler. Goldman forma parte de la junta directiva de Asia Times Holdings.
Texto original: https://asiatimes.com/2020/02/asias-surprising-resilience-in-a-world-market-crash/
Traducción: A. Mondragón
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