El Emperador Desnudo: De Oligarca Rebelde a Marioneta de Los Profetas de la Guerra

El rebelde se convirtió en lacayo. Quien prometió drenar el pantano terminó ahogándose en él. Trump, otrora magnate desafiante, yace domesticado ante los señores de la guerra. Su metamorfosis de oligarca tecnológico a títere bélico revela la brutal realidad: en Washington, los verdaderos amos permanecen en las sombras mientras los presidentes bailan al compás de tambores militares que anuncian el apocalipsis.

Por Wilder Buleje

La Gran Cábala (GC) vs Eurasia (China, Rusia y el Sur Global) entran al ring. Donald Trump y la Oligarquía Industrial Tecnológica (con Elon Musk a la cabeza) fueron pulverizados en medio año. Provocar a Irán militarmente y abrir las puertas del infierno en el Medio Oriente, son las tareas del inquilino de la Casa Blanca por órdenes de GC.

Antes de llegar a la Casa Blanca, el republicano Donald Trump denostó contra su antecesor, el demócrata Joe Biden, por depender de terceros para las decisiones más trascendentales. También lo criticó duramente por apoyar decididamente a Ucrania en su confrontación contra Rusia y fomentar una conflicto estéril para la recuperación económica del gigante del norte.

Hoy Trump, luego de dar la orden de atacar con misiles anti-bunkers las plantas nucleares de Irán, terminó como un clon de Biden. Donald empezó como líder de la “Oligarquía Industrial Tecnológica” –así la definió en enero pasado el mandatario de salida en su discurso de despedida– y ahora –después de denostarla en su campaña electoral– está acorralado por la “Oligarquía del Complejo Industrial Militar”, como la definió Ike Eisenhower en 1961.

El líder de la lista Forbes de los milmillonarios, el sudafricano Elon Musk, terminó como la primera víctima de la Gran Cábala, los verdaderos dueños del poder en Occidente. Ahora Trump tuvo que meterse en un conflicto bélico para prolongar su permanencia en el Salón Oval y darle contratos multimillonarios a la élite de la muerte –los “Profetas de la Guerra”, como los llamó William Hartung en su libro del mismo nombre.

La OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) se afirma como una alianza militarista y puja con fuerza para elevar el aporte de los países miembros a través de más puntos porcentuales del Producto Bruto Interno, en la producción y/o compra de armamentos militares. Es decir, serán los propios ciudadanos de Europa y Estados Unidos quienes contribuirán con las más grandes fortunas del planeta.

No importa que sean ahora los civiles las primeras y más numerosas víctimas de las confrontaciones por el poder. Ellos mismos son los aportantes de ese suicidio colectivo que la Gran Cábala les impone a través de sus ejecutivos-marionetas más prominentes: Emmanuel Macron en Francia, Friedrich Merz en Alemania, Keir Starmer en Inglaterra, entre los más mediáticos.

OCCIDENTE vs EURASIA

Ahora que Donald Trump dejó de ser un problema y fue incorporado como jornalero de la Gran Cábala –luego de sus alardes de “Limpiar el Pantano”– llegó la hora de la verdad para la pelea de fondo: Occidente (la Gran Cábala) vs Eurasia (China, Rusia y el Sur Global). Lo que está en juego es la supervivencia del viejo Sistema Mundo Occidental (SMO) o la irrupción del Nuevo Sistema Mundo Euroasiático (NSME).

La Gran Cábala tiene una ventaja inicial. Al tratarse de un grupo elitista transnacional no asume responsabilidad por ningún país en el que opera. Es decir, no le interesa lo que acontezca contra población alguna. Por ejemplo, le da lo mismo que mueran palestinos en Gaza, israelíes en Tel Aviv o iraníes en Teherán, o soldados de EE.UU. o de cualquier otro país occidental, además puede pagar a ejércitos de mercenarios, como en Irak. Solo les interesa la venta de armas para mantener encendidas las usinas del complejo industrial militar y devorar todo el dinero que puedan obtener del negocio de la guerra, como ha sido desde la II Guerra Mundial –cuando este conflicto terminó, las confrontaciones continuaron.

Es más, la destrucción de ciudades o países –consecuencia inevitable del uso de armamento militar– les interesa como negocio, puesto que ellos mismos se encargarán de la reconstrucción –siempre y cuando China no se les adelante. Las bajas, los heridos, los mutilados, los traumatizados también forman parte del combo de la “asistencia social” y “recuperación de activos”.

Si usted está interesado en formar parte del próximo Milagro Alemán o de algún símil de Plan Marshall del Siglo XXI, solo asegúrese de sobrevivir. Los grandes beneficiarios de la guerra le otorgarán una oportunidad, para que usted vuelva a reciclarse en una nueva “democracia representativa”. Dos guerras mundiales en el siglo XX así lo confirman.

ENERGÍA: ACTIVO ESTRATÉGICO

Sin embargo, la Gran Cábala tiene una debilidad. La principal potencia sobre la cual reposa su mortífero brazo militar, atraviesa serios problemas económicos y sociales. La población está inquieta ante dos fenómenos que eran patrimonio del Tercer Mundo: inflación sostenida y devaluación constante del dólar.

El ataque militar contra Irán, además de ser una declaración de guerra, gatilla una reacción en varios frentes. El congreso iraní ya adelantó que cerrarán el Estrecho de Ormuz, paso clave para la distribución mundial del 25% de petróleo y gas. Es decir, los precios de esos productos se elevarán. No es difícil imaginar el malestar de un estadunidense con el galón de gasolina a 7 dólares, después de pagar 1 dólar por un huevo.

Es difícil medir el descontento social en cualquier país, pero si es fácil imaginar qué sucederá si la gente pierde la paciencia y sale a reclamar masivamente por una realidad de espanto en el plano económico. A Trump le confiaron su voto sectores que reclamaban recuperar su capacidad adquisitiva. Si esa promesa se torna irrealizable, entonces habrá consecuencias, las más de 2,000 manifestaciones populares del sábado 14 de junio, se multiplicarán como los panes de Jesús –aunque será el “milagro” de Trump.

CHIVO EXPIATORIO A LA MEDIDA

A partir de ahora, todo lo malo que suceda en Estados Unidos será responsabilidad de Donald Trump. La Gran Cábala manda, pero el rostro del gobierno es del presidente en ejercicio –así funciona el Sistema, que actúa en las sombras, mientras la “democracia electiva” escoge a sus mascarones de proa. Ese es el Chivo Expiatorio que los librará de cualquier responsabilidad política y social, aunque ellos sean los culpables directos de la crisis acumulada en los pasados ochenta años.

Los libros de historia jamás precisarán con nombres y apellidos a los verdaderos responsables, para eso tendrán a la mano las generales de ley de Donald Trump. El presidente sin pedigrí político, quien trató de aplicar sin éxito su fórmula comercial que lo favoreció como magnate inmobiliario, creyendo que iba a embaucar a las masas, como los ilusos que acudieron a la Universidad Trump.
¿Cómo llegó a esa situación? Por propia mano. Al oponerse inicialmente al apoyo de Ucrania en su confrontación contra Rusia. El conflicto decayó en intensidad y no logró provocar a Putin con una reacción desproporcionada para motivar la participación de la OTAN.

Entonces le demostraron a Trump que así como pulverizaron a Elon Musk (quien tiene una fortuna varias veces mayor que Donald) también lo pondrían contra las cuerdas. Lo único que les interesa del sudafricano es la red de satélites de comunicación Starlink. La salida para el inquilino de la Casa Blanca: atacar Irán y abrir las puertas del infierno en el Medio Oriente –y aquí cabe subrayar, en negrita y con marcador amarillo, que unos días antes del ataque a Irán, un cohete de SpaceX de Elon, que proporciona los satélites para la guerra, explotó como un cohete de feria. ¿Alguien estuvo detrás de eso?

Irónicamente, mientras Estados Unidos y Europa serán víctimas de los precios de la energía fósil sus adversarios tienen controlada esa variable. Rusia es autosuficiente en petróleo y gas; en tanto que China cuenta con el abastecimiento de Irán por vía férrea, además de oleoductos y gasoductos directos de Rusia y otros países de Asia Central.

La pulseada que viene será cuasi definitiva para conocer el perfil del sistema que imperará en los próximos siglos: Occidente o Eurasia. Las primeras líneas de esa silueta ya emergen en el horizonte. Pronto la imagen completa será definitiva. Hasta entonces, manténgase a la expectativa del segundo episodio de la nueva serie “El Patón (sic) del Mal”, con el auspicio de Los Profetas de la Guerra.

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