
Los banqueros misántropos occidentales están detrás del New Green Deal, o el Nuevo Contrato Social Verde, para rivalizar con Las Nueva Rutas de Seda de China y Rusia, en la lucha por los grandes capitales de inversiones, aunque todo puede resultar en un nuevo truco occidental para mantener su control sobre las finanzas globales.
Por Matthew Ehret
El gran cambio radical hacia una “economía verde” está siendo impulsado por las fuerzas que pueden incomodar a un ciudadano educado que ve con mucha suspicacia los informes noticiosos que muestran diariamente el valiente movimiento de jóvenes “eco-guerreros” liderados por Greta Thunberg, una adolescente sueca de 16 años, o Jamie Margolin de 17 años, de Estados Unidos, que se han convertido en una fuerza en Europa y EE.UU. liderando movimientos tales como la Rebelión contra la Extinción, Esta es la Hora Cero, el Movimiento del Amanecer y la cruzada ecológica de los niños.
A lo anterior también podemos ver el rostro joven de la Congresista de EE.UU. Alexandria Ocasio Cortez, que vende diariamente la idea de que la única forma de reemplazar a las fuerzas capitalistas obsoletas, que han asolado al mundo durante décadas, es imponiendo un Nuevo Acuerdo Verde (el New Green Deal), que prioriza la descarbonización como un objetivo para la humanidad, en lugar de continuar permitiendo que las fuerzas sin sentido de los mercados determinen nuestro destino.
El ataque contra las Rutas de Seda
La presidenta de la Unión Europea (UE), Ursula von der Leyen, incluso ha atacado la Iniciativa de la Franja y las Carreteras de China (o Las Nuevas Rutas de la Seda que, irónicamente, representa un verdadero Nuevo Trato del siglo XXI) al decir que “algunos están comprando su influencia al invertir en la dependencia de los puertos y carreteras”… pero “nosotros vamos por el camino europeo”. ¿Cuál es el “camino europeo”? No los planes de desarrollo de Charles De Gaulle o Konrad Adenauer, quienes imaginaron el crecimiento industrial y el aumento de la población como positivos, sino más bien un Nuevo Acuerdo Verde. Von der Leyen dijo el 17 de julio que “¡Quiero que Europa se convierta en el primer continente neutral del CO2 del mundo para el 2050! Presentaré un Nuevo Acuerdo Verde para Europa en mis primeros 100 días en el cargo”.
Atacar a las “fuerzas sin sentido del mercado” y las estructuras de poder del capitalismo no son cosas malas que hacer… pero ¿por qué debemos descarbonizar? Volver a regular a los bancos demasiado grandes para caer es lo que se debió hacer hace mucho tiempo, pero ¿por qué tantos suponen que un “Nuevo Trato Verde” no solo empoderará a esas mismas fuerzas que han causado estragos en el mundo durante el último medio siglo y que solo ha causado más muerte e inanición de lo que ya se ha sufrido con la globalización?
Uno solo puede pensar en hacer tales preguntas sí, primero que todo, confronta el hecho incómodo de que detrás de los rostros jóvenes como los de Thunberg, Margolin, Ocasio Cortez o el mismo “Nuevo Trato Verde”, hay figuras a las que uno no puede asociar con el humanitarismo en ninguna medida.
Los Bonos Verdes y los Oligarcas
Cuando comenzamos a retirar el telón, nos encontramos rápidamente con figuras como el Príncipe Carlos, quien recientemente se reunió con los jefes de 18 países de la Commonwealth, para consolidar la legislación de emergencia climática que se aprobó rápidamente en los parlamentos del Reino Unido y Canadá. Al final de la reunión, Carlos dijo que “tenemos 18 meses para salvar al mundo del cambio climático” y pidió “aumentar la cantidad de financiamiento del sector privado que fluya para apoyar el desarrollo sostenible en toda el Commonwealth”.
Tras el decreto real, el Banco de Inglaterra y algunos de los bancos más sucios de la red de finanzas de los Rothschild-City of London, sea han promovido los “instrumentos financieros verdes”, liderados por los Green Bonds, para redirigir los planes de pensiones y fondos mutuos hacia los proyectos verdes en los que nadie, en su sano juicio, invertirían un centavo.
Un nuevo robo-rescate de los bancos
Para este propósito, se ha establecido el Ecological, Social, Governance Index (ESGI) en el 51% de los bancos de Alemania, incluido la bomba de los derivados que está a punto de estallar, llamado Deutschebank. Los principales banqueros que apoyan el ESGI como Mark Carney, del Banco de Inglaterra, han dicho que más de 6.5 trillones de euros podrían movilizarse bajo este nuevo índice (que actualmente representa alrededor de $160 mil millones).
La creación de estos “bonos verdes” va de la mano con los mecanismos de rescate que ahora se han implementado en todas las naciones transatlánticas para robar billones de dólares de fondos de pensiones, RRSP y fondos mutuos antes de que, como en el 2008, necesiten un nuevo rescate para apuntalar a los bancos “demasiado grandes para caer”, que actualmente se encuentra en la cima de una burbuja de derivados de $1.2 trillones esperando explotar.
El control de los mismos de siempre
Además de dirigir el Banco de Inglaterra, Carney, el ex hombre de Goldman Sachs, también respaldó el Grupo de Trabajo de la Junta de Estabilidad Financiera sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima, creado en el 2015 y utilizado como una guía para el informe del gobierno del Reino Unido “Estrategia Financiera Verde: Transformando las finanzas para un futuro más verde”, publicado en julio del 2019. El informe propuso “consolidar la posición del Reino Unido —los mismos que comparten, con Wall Street, el control del sistema financiero global occidental— como un centro global para las finanzas verdes y posicionar al Reino Unido a la cabeza de los datos y análisis de la innovación financiera verde… respaldado por instituciones que representan $118 trillones de activos a nivel mundial”. La Fuerza de Trabajo liderada por Carney también generó la Iniciativa de Finanzas Verdes en el 2016, que ahora es el principal vehículo diseñado para desviar los flujos internacionales de capital hacia la tecnología verde.
Los “rebeldes” financiados y controlados
El antiguo empleador de Carney en Goldman Sachs también ha creado un “Índice Verde para inversión virtuosa”, que incluye dos nuevos índices de sostenibilidad para promover una fuerte inversión en la infraestructura verde llamada CDP Environment EW y CDP Eurozone EW. El acrónimo CDP se origina en el Climate Disclosure Project —un grupo de expertos, con sede en Londres, que generó el programa de Goldman Sachs. Marine Abiad de Goldman Sachs promovió el índice CDP, diciendo el 10 de julio que “estamos convencidos de que las finanzas sostenibles permitirán que los mercados financieros desempeñen un papel virtuoso en la economía”.
En caso de que usted pensara que la Rebelión de la Extinción no fue tocada de ninguna manera por los ingenieros sociales, una figura destacada detrás del movimiento llamado Alex Evans, fue un ex consultor de la Unidad Internacional de Sostenibilidad del Príncipe, y coautor de las “Tendencias Globales 2025 del Consejo Nacional de Inteligencia de EE.UU.: Un Mundo Transformado”, que se convirtió en un plan de política ambiental / exterior del régimen de Obama en el 2008. Actualmente, Evans también dirige el Proyecto de Psicología Colectiva “donde la psicología se encuentra con la política”.
Otras figuras destacadas de la inteligencia británica que gestionan el movimiento de la Rebelión contra la Extinción, incluyen a Farhana Yamin y Sam Gaell de Chatham House (la institución controladora detrás del Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York).
¿Una dictadura verde “benevolente” podría ser algo bueno?
Habla el defensor del diablo: ¿No podemos suponer que estos bancos centrales, oligarcas y administradores de fondos de cobertura, están preocupados por el medio ambiente? Entonces, ¿qué pasa si están tratando de modificar el comportamiento de la humanidad para salvar el medio ambiente? Después de todo, la humanidad misma es una máquina egoísta y glotona que genera contaminación y ¿no es mejor para todos si esa élite ilustrada simplemente transforma la economía mundial, para que consumamos menos y pensemos más en el futuro?
Si esta línea de pensamiento es algo de lo que usted cree, entonces —debido a que usted en el Nuevo Sistema Mundo de Colonización Mental— le han lavado el cerebro.
Por supuesto, el mundo se ha convertido en un culto consumista en las últimas décadas, que ha sacrificado el pensamiento a largo plazo para obtener ganancias a corto plazo y, por supuesto, necesitamos una reorganización del sistema. Thunberg y los Green New Dealers no están equivocados sobre esas cosas. Eso está bien. Pero hasta aquí nomás.
En dónde está el primer engaño
Pero si usted cree que, junto con los tipos de reformas que aspiran a poner valores (financieros) en dólares para reducir las huellas de carbono o difundir molinos de viento y paneles solares de baja calidad (y muy caros) en todo el mundo, con la expectativa de que de alguna manera estas fuentes de energía no causen un gran colapso de la capacidad industrial de la civilización (y una pérdida asociada de la capacidad para sostener la vida humana), entonces te estás engañando a ti mismo.
Un kilovatio de energía de molino de viento es lo mismo que un kilovatio de energía nuclear cuando se aplica a una ecuación matemática, pero no en la vida real. Cuando se aplica a las funciones de trabajo intensivas en capital necesario para fundir acero industrial, hacer funcionar máquinas de herramientas, alimentar un vasto complejo agroindustrial, un sistema ferroviario de alta velocidad o construir cosas como la Iniciativa Belt and Road, las fuentes de energía “verde” ni siquiera se acercan para cortar una plancha de acero.
El problema siempre ha sido el control de la población
Los oligarcas que ejecutan el “gran diseño verde” —desde que Sir Alexander King, del Club de Roma, comenzó el estudio de Limits to Growth en 1970— sabían que las fuentes de energía verde con “un flujo de energía baja densidad” restringirían la población mundial y eso es exactamente lo que querían. Sir King dijo mucho en 1990 cuando escribió: “Al buscar un nuevo enemigo para unirnos, se nos ocurrió la idea de que la contaminación, la amenaza del calentamiento global, la escasez de agua, la hambruna y cosas por el estilo encajarían… Estos peligros son causados por la intervención humana, y es solo a través del cambio de actitudes y comportamiento que pueden superarse. El verdadero enemigo, entonces, es la humanidad misma”.
Después de todo, Sir King solo estaba siguiendo el ejemplo del fundador de la UNESCO (y propulsor de la Eugenesia) Sir Julian Huxley, quien en 1946 escribió: “Se requerirá la unificación política en algún tipo de gobierno mundial… aunque… cualquier política eugenésica radical será por muchos años política y psicológicamente imposible, por lo que será importante para la UNESCO ver y examinar el problema eugenésico con sumo cuidado, y que (en el futuro) la mente pública esté informada de los temas en juego, de un modo que lo que ahora es impensable puede, al menos, volverse pensable”.
La “desintegración controlada” de la economía de EE.UU.
Solo unos años después, Huxley cofundó el Fondo Mundial para la Naturaleza junto con el Príncipe Philip Mountbatten y el Príncipe Bernhardt de los Países Bajos. Los tres estuvieron presentes en la reunión de fundación del grupo Bilderberg de Bernhardt, para avanzar con esta gran conversión de la sociedad en un auto-exterminio deliberado en 1954 y mientras Huxley no estuvo presente en 1970, los otros dos oligarcas cofundaron el 1001 Nature Trust junto con 999 otros misántropos ricos, para financiar el floreciente movimiento ambiental. Estas fuerzas también estuvieron detrás del golpe de estado en Estados Unidos, que puso a la Comisión Trilateral en el poder bajo Jimmy Carter y desencadenó la “desintegración controlada de la economía de Estados Unidos” de 1978 a 1982 (este será el tema de otro estudio). Esta agrupación, dirigida por Zbigniew Brzezinski (que tuvo una enorme influencia en la geopolítica de Washington hasta su muerte, durante el gobierno de Obama), no solo jugó la carta del Islam radicalista contra la Unión Soviética (en la trampa mortal de Afganistán), sino que también estableció un programa de reducción de la población a través de la promoción de fuentes de energía verde, mucho antes de que fuera popular.
Simplemente no les importa la gente
A los oligarcas que actualmente intentan reformar a la humanidad hoy no les importa el medio ambiente. Se ha registrado que el Príncipe Felipe y Bernhardt mataron en sus safaris a más especies en peligro de extinción que la mayoría de las personas a mosquitos. Simplemente no les gusta la gente. Especialmente personas pensantes. Personas pensantes que cuestionan cómo y por qué se aplican reglas arbitrarias para justificar guerras, pobreza y oligarquismo que destruyen vidas tanto ahora como en el futuro.
La Iniciativa Belt and Road y la tendencia a aumentar la población humana, tanto cuantitativa como cualitativamente, que conllevan grandes proyectos, es el objetivo del Nuevo Trato Verde —por lo que han entrado en franca competencia por los grandes fondos de inversiones que necesita el megaproyecto de las Nuevas Rutas de Seda.
El gran miedo de la oligarquía
El legado del progreso científico y tecnológico que lanzó a la civilización occidental de una edad oscura hacia un renacimiento en el siglo XV, está siendo atacado porque es esa ética perdida la que la oligarquía SABE que aún puede despertarse y armonizar a Occidente con el programa de Rusia y China para el crecimiento y el desarrollo, bajo la filosofía (china) de la “cooperación de beneficio mutuo” tanto en la tierra como en el espacio.
Los efectos de las ideas del renacimiento coincidieron con el mayor índice de descubrimientos de los principios universales, cuando la humanidad buscó conocer la mente de Dios al estudiar el libro de la naturaleza, con un corazón de amor y una actitud de humildad ejemplificada en la figura de Leonardo Da Vinci. La explosión de nuevas tecnologías que surgió no solo revolucionó la astronomía, la medicina y la ingeniería, sino que dio origen a la economía industrial moderna, que coincidió con el mayor aumento de población en la historia. Este aumento exponencial ha sido utilizado por los maltusianos durante siglos como la prueba de que la humanidad es “simplemente otro crecimiento canceroso” en la “pureza de la madre Gaia”.
Entonces, si usted no está de acuerdo con la filosofía de los humanos=cáncer y quiere algo un poco más optimista en su vida, entonces apoye el verdadero Nuevo Trato Verde —las Nuevas Rutas de Seda.
Matthew J.L. Ehret es periodista, profesor y fundador de Canadian Patriot Review. También es cofundador de la Rising Tide Foundation.
Texto original https://www.strategic-culture.org/news/2019/08/10/misanthropic-bankers-behind-green-new-deal/
Traducción: A. Mondragón
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