La Gran Guerra por el Cubo del Poder Global

¿Es el Conflicto EE.UU.-Israel vs Irán, Rusia y China, una Estrategia del ala extremista del Viejo Sistema Mundo Occidental para Frenar el Ascenso del Nuevo Sistema Mundo Euroasiático?

“Cuando el sabio señala la luna, el necio mira el dedo”.
Confucio

Por Alexandr Mondragón
En el primer cuarto del siglo XXI, el mundo tiembla al borde del abismo. El rugido de los misiles sobre los cielos de Tehrán y Tel Aviv, ahora al borde de un caos total tras el ataque directo de EE.UU. a Irán, y el fulgor de las explosiones en el Golfo Pérsico con un inminente cierre del Estrecho de Ormuz, anuncian el estertor de un orden global que se desmorona.
Como está escrito en el milenario texto del Qunshu Zhiyao, “Cuando el mundo está en caos, los sabios observan los signos y actúan con previsión”. Hoy, esos signos arden en el horizonte: No se trata de un conflicto regional (mirar el dedo), sino de una lucha titánica entre el decadente Sistema Mundo Occidental, liderado por un Estados Unidos agobiado por deudas y divisiones, y el ascendente Nuevo Sistema Mundo Euroasiático (la luna señalada por el sabio), tejido por China y Rusia.
Es “el momento en que el cielo y la tierra cambian, y los fuertes caen si no se adaptan”. ¿Cómo entenderlo? El Cubo del Poder (CP), con sus seis caras —Poder Geopolítico y Militar, Geoeconomía, Geofinanzas y Monetarismo Digital, Cuarta Revolución Industrial (IV RI), el Matrixmo (el control narrativo, como parte de la manipulación mental de las grandes masas) y la Fábrica Mundial—, es un oráculo creado desde los laberintos de la historia revela la verdad: el conflicto en Irán es la jugada desesperada de Occidente para desencadenar un caos que frene el amanecer de Eurasia. El destino pende de un hilo.

No es una pelea regional
El Medio Oriente es un polvorín, y las chispas entre Estados Unidos e Israel contra Irán amenazan con desatar un incendio que podría tragarse al mundo. Los misiles hipersónicos llueven como meteoros infernales sobre Teal Aviv y Teherán, como el aguacero que presagia una tormenta apocalíptica.
Los portaaviones estadounidenses acechan un Golfo Pérsico a punto de cerrarse y crear un crisis mundial en los precios del petróleo. Los titulares gritan sobre una tercera guerra mundial, pero dejemos de lado el ruido del Ministerio de la Propaganda, del Matrixmo refinado con la Inteligencia Artificial (IA): esto no es solo una pelea regional. No nos quedemos mirando el dedo, hay que mirar la luna.
Es un movimiento clave en un ajedrez global en múltiples niveles —seis partidas de ajedrez en simultáneo, sobre un Cubo de Rubick que las interconecta cada jugada, en cada giro, en un hipercomplejo juego que solo puede calcularse con una supercomputadora cuántica— donde el imperio occidental, liderado por Estados Unidos y su coalición Europea, se enfrenta a una emergente y colosal coalición de Eurasia, impulsado por China y Rusia, junto con los BRICS y el Sur Global a la expectativa.
La filósofa Hannah Arendt escribió que “La más instantánea y perfecta obediencia puede surgir del cañón de un arma, pero nunca podrá brotar de ahí el poder. Los dos términos, poder y violencia, son en realidad opuestos: donde uno gobierna absolutamente, el otro está ausente”. En las sombras de un conflicto global inminente, no solamente en la guerra sino también por el dominio del CP, irónicamente, poder y violencia bailan un tango peligroso en el umbral del Siglo XXI.

La Transformación hacia un NSM
Esta investigación, basada en la novísima teoría de El Cubo del Poder y la Transformación hacia un Nuevo Sistema Mundial, elaborada por el autor, desvela una hipótesis audaz: el choque Israel-Irán es una estrategia deliberada de Occidente para usar su última fortaleza —el poder geopolítico y militar— y frenar el ascenso de un nuevo orden mundial liderado por Eurasia— para demostrar que las previsiones del sociólogo estadounidense Immanuel Wallerstein, sobre la decadencia del SMO y la aparición de un NSM estaban en lo cierto —y de hecho, esto también es una nueva respuesta del SMO al primer golpe que dio Eurasia en el 2022, con la invasión de Rusia a Ucrania — “El Nuevo Sistema Mundo comenzó a girar”—, que posteriormente demostró la existencia de un NSM Económico Euroasiático o NSMEE, luego de que Rusia sobrevivió a las sanciones económicas de Occidente.
Con el marco del CP, exploraremos como el viejo SMO está sumiendo al mundo en lo que Wallerstein llamó un “período caótico” de transición. Abróchese el cinturón, porque el riesgo no podría ser mayor.

El Cubo del Poder: Una Brújula para el Siglo XXI
Imagine el poder como un cubo de Rubik, cada cara un campo de batalla distinto. El Cubo del Poder es nuestro mapa para descifrar este caos. No es jerga académica: es una forma de ver cómo las naciones se enfrentan por territorio, comercio, dinero, tecnología, historias y fábricas, en suma el control del Sistema Mundial, donde el poder ubicado en el core es quien guía las riendas del sistema en equilibrio y orden.
El 2025, el SMO liderado por EE.UU., desde 1945, está tambaleándose: Ya no es la superpotencia industrial que solía ser hasta fines del siglo pasado, su economía doméstica es muy similar a una del Tercer Mundo, con un sector de servicios que representa más del 70% de su Producto Interno Bruto (PIB); desde hace así dos décadas su economía ha dejado de crear puestos de trabajo en las industrias de exportación y en industrias que compiten con las importaciones para su abastecimiento, depende del comercio global (como lo dejó en evidencia la pandemia del Covid); tiene una deuda de 35 billones de dólares, un crecimiento de apenas el 1.5%, su posición global ha sido degradada en los últimos 20 años, y una sociedad tan dividida (como lo demostraron las manifestaciones del 14 de junio) que parece desgarrarse con un presidente que algunos lo comparan con Nerón. Mientras tanto, el Nuevo Sistema Mundo (NSM), impulsado por China, Rusia y un Sur Global, están en plena expansión —incluida América Latina— y reescribiendo las reglas.

El esqueleto de este cambio
La Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China es el esqueleto de este cambio, con 15,000 rutas comerciales anuales uniendo 140 países. China —la Fábrica-Mundo— produce el 40% de los bienes mundiales —una gran parte de ellos de alta tecnología, y usted solo tiene que ver a su alrededor todos los productos digitales y electrodoméstico que usa para comprobarlo. Lidera la IV RI gracias a su enfoque estratégico en áreas clave como la inteligencia artificial, la biotecnología y la tecnología genética, así como su inversión en infraestructura digital y la expansión de la manufactura avanzada, 1.5 millones de graduados STEM al año y la mayor cantidad de patentes a escala mundial (el 2023, China registró 1.64 millones de solicitudes de patentes, lo que representa casi tres veces más que Estados Unidos, que registró 518,364 solicitudes. El yuan digital y la perspectiva de una moneda común de los BRICS y el Sur Global, erosiona el reinado del dólar, mientras las narrativas pro-euroasiáticas en TikTok suman miles de millones de visitas diarias, aunque la predominancia del Matrixmo es aún poderosa en Occidente. En resumen, el NSM a través de China está dominando, al menos tres planos del CP: la Geoeconomía, la Cuarta Revolución Industrial, y la Fábrica Mundial y las cadenas de producción, y retando las Geofinanzas y Monetarismo Digital.

El poder de la fuerza bruta
Pero hay un terreno donde Occidente aún manda: la Geopolítica Militar. Con 800 bases globales y alianzas como la OTAN y AUKUS, EE.UU. flexiona músculos que los 350 buques chinos y los misiles hipersónicos rusos aún no igualan —por ahora, aunque como se está viendo ahora, sus nuevas capacidades tecnológicas militares están demostrando ser igualmente poderosas (ver aquí  y aquí).
Y ahora ¿porqué el conflicto en Irán? Irán es un pilar para Eurasia y no solo por su posición geográfica —conecta el lejano oriente con el Asia occidental camino a Europa. Como miembro de la Organización de Cooperación de Shanghái y nodo clave de la BRI, controla el 10% del petróleo mundial y el 15% del gas, está sentado en el Estrecho de Ormuz, por donde pasa el 40% del crudo chino. “La geografía es el destino”, dijo el historiador Halford Mackinder, y la posición de Irán lo convierte en un trofeo por el que vale la pena pelear —o sabotear.

El Polvorín del Medio Oriente: Un Proxy para la Dominación Global
Los ataques “preventivos” de Israel y EE.UU., contra instalaciones iraníes han desatado lluvias de misiles desde Teherán, respaldada por Rusia y China, con misiles hipersónicos que han traspasado la “Cupula de Hierro” israelí. EE.UU., mostrando su músculo militar, dice que ha destruido los sitios donde Irán enriquece uranio, despliega portaaviones, defensas antimisiles y cazas en Qatar y Baréin. Los medios occidentales pintan a Irán como un monstruo nuclear, mientras China y Rusia denuncian una provocación imperialista. Esto no es solo Israel contra Irán: es una guerra por encargo en una batalla mayor por el control global.
¿La hipótesis? Occidente, viendo su poder desvanecerse en diversos planos del Cubo del Poder, usa su ventaja militar para desestabilizar a Irán, un aliado crucial de Eurasia, y frenar el ascenso del NSM. El “período caótico” de Wallerstein —una fase turbulenta cuando los viejos sistemas colapsan y los nuevos luchan por nacer— se cierne. Como él mismo dijo, “En el caos sistémico, el resultado es inherentemente impredecible”. Desglosémoslo a través de las seis caras del Cubo.

Geopolítica y Militar: La Última Fortaleza de Occidente
EE.UU. tiene 800 bases globales, de las cuales decenas rodean a Rusia (la causa principal de la guerra en Ucrania) y China —la gran hipocresía que en Occidente ni se discute o cuestiona; China, apenas tiene una base extranjera en Yibuti, en el Cuerno de África; y Rusia con alrededor de una docena. Los ejercicios de la OTAN en el Báltico en 2025 y el pacto AUKUS en el Indo-Pacífico mantienen la maquinaria militar occidental en marcha. Israel, armado hasta los dientes con tecnología e inteligencia estadounidense, es el proxy perfecto contra Irán. En este escenario, al atacar Teherán (como lo hizo EE.UU. a siete países del medio oriente entre 2001 y 2021), Occidente busca:

· Frenar a Irán: Al neutralizar un nodo de la BRI, debilita el alcance geopolítico y geoeconómico de Eurasia, no solo en la región sino en la ruta hacia Europa y África, lo que implica literalmente un forado a las Nuevas Rutas de la Seda, el esqueleto económico del NSME.
· Desgastar al NSME: Obligar a China y Rusia a sostener a Irán, drena sus recursos. Esto es cierto si se piensa en la metodología usada hace más de 4 décadas (la invasión de Afganistán significó en parte la debacle económica de la Unión Soviética y su posterior desaparición), pero hoy en día es obsoleta si se considera la enorme capacidad devastadora de los misiles hipersónicos; mientras que la guerra en Ucrania no ha desgastado económicamente a Rusia porque, precisamente ya existe un NSMEE.
· Mostrar Dientes: Los ataques israelíes, respaldados y/o realizados por EE.UU., intentan recordar al mundo quién sigue mandando, según la propaganda Occidental. Pero en la realidad es difícil saberlo —porque la verdad es la primera víctima en una guerra y porque la imagen Imperial y Militarista pueden causar la huida de más países del Sur Global al BRI, después de todo las bombas no alimentan ni mejoran la calidad de vida, en tanto el NSMEE, que empezó a desarrollarse intensamente desde la década pasada, ofrece a los países menos desarrollados oportunidades de vivir gracias al comercio mundial.

Esta estrategia, sin embargo es una apuesta arriesgada. Irán, con tecnología hipersónica y de guerra avanzada de rusa y china, no es presa fácil. Los ejercicios navales China-Rusia-India de marzo de 2025 sugieren una contraofensiva euroasiática, aunque tensiones como los roces China-India en el Himalaya podrían fracturar su unidad. Una guerra prolongada le costaría a EE.UU. entre 1 y 2 billones de dólares, sumándose a su deuda asfixiante. Como advirtió Sun Tzu, “No hay ejemplo de una nación que se beneficie de una guerra prolongada”.
Otra cosa, si la guerra en Irán se intensifica, Rusia puede tomar la oportunidad para liquidar la guerra en Ucrania (que verá reducida la ayuda militar) y llegar a un Acuerdo de Paz totalmente ventajoso.

Geoeconomía: Asfixiando la Vía de Eurasia
La BRI de China es el motor económico del NSM, conectando Asia, Europa, África y Latinoamérica. Irán es su puerta de entrada hacia Europa y África, canalizando comercio por el Golfo Pérsico. Una guerra aquí podría:
· Cerrar el Estrecho de Ormuz: Un bloqueo dispararía el crudo a 150-200 dólares por barril, golpeando a China, que depende del 40% de su petróleo de la región, aunque Rusia podría cubrir buena parte de esa fracción.
· Paralizar la BRI: Corredores como China-Pakistán-Irán podrían detenerse, encareciendo el comercio.
· Explotar Debilidades: La crisis marítima de 2025 ya congestiona el transporte global; una guerra lo empeoraría.

Occidente impulsa el “friendshoring” con aliados como India y Taiwán, pero depende del 80% de la tecnología asiática. China no se queda quieta: aumenta el comercio con África (+25%) y América Latina (ejemplo: el puerto de Chancay en Perú, 3.4 mil millones de dólares). Aun así, un Medio Oriente en llamas podría frenar el avance de Eurasia, dando respiro a Occidente. Pero ese respiro puede como un boomerang: Como decía Pieter Geyl: “Las guerras suelen tener el efecto de acelerar el proceso de la historia”. El NSME llegará, tarde o temprano.

Geofinanzas: El Último Hurra del Dólar
El dólar reina en el 50% de las reservas globales y el 80% de las transacciones, pero el yuan digital y las charlas sobre una moneda BRICS en 2025 lo desafían. Es más, gran parte de la región euroasiática ha dejado el dólar para el comercio y lo hacen con sus propias monedas. Una guerra en Medio Oriente podría, en teoría:
· Fortalecer el Dólar: Las crisis empujan a los inversores a los bonos estadounidenses, como se vio cuando el S&P y Nasdaq cayeron 1.5% tras los primeros ataques.
· Armar el SWIFT: Nuevas sanciones a Irán y Rusia podrían frenar la desdolarización, aunque los sistemas chino (CIPS) y ruso (SPFS) ganan terreno.
· Agitar la Volatilidad: El shekel israelí cayó 2% y el crudo Brent subió 10% (y aumentaría más con el cierre del Estrecho de Ormuz), señalando un caos financiero que beneficia al dólar a corto plazo.

Pero el NSM no se rinde. El comercio China-UE en yuan creció 15%, y Brasil usa el yuan en el 20% de sus tratos con China. Las sanciones occidentales podrían volverse un boomerang, acelerando sistemas financieros euroasiáticos (el NSMEE), lo que implica una mayor desdolarización.

Cuarta Revolución Industrial: La Tecnología en la Mira
Capital humano: China se destaca por la gran cantidad de científicos e ingenieros que gradúa anualmente, superando a países como Estados Unidos y Europa juntos, según La Vanguardia. Este abundante talento tecnológico es crucial para el desarrollo y la implementación de nuevas tecnologías.

Innovación: China ha invertido fuertemente en investigación y desarrollo, lo que se refleja en su liderazgo en áreas como la tecnología 5G, la inteligencia artificial y la computación cuántica. La creciente cantidad de patentes en áreas clave demuestra esta capacidad de innovación.

Infraestructura y manufactura: China ha construido una sólida infraestructura tecnológica y se ha posicionado como un líder mundial en manufactura avanzada, con fábricas inteligentes y sistemas de producción eficientes.

Adopción de tecnologías: China ha demostrado una gran capacidad para adoptar y escalar nuevas tecnologías a nivel nacional, como se ve en la rápida implementación de la tecnología 5G y en la transformación de sus fábricas en entornos inteligentes, según Telefonica.

Energías renovables: China ha reconocido la importancia del desarrollo de energías limpias y se ha posicionado como un líder en la producción y uso de energías renovables, incluyendo el hidrógeno.

Influencia geopolítica: El dominio tecnológico y económico que China está alcanzando gracias a la Cuarta Revolución Industrial le otorga una mayor influencia geopolítica y le permite posicionarse como un actor clave en el escenario mundial, de acuerdo con el Diario Digital de la UJA.

Cadenas de suministro ágiles: Las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial permiten a las empresas crear cadenas de suministro más ágiles y eficientes, lo que es una ventaja para la industria china.

Los efectos de la guerra
Estas ventajas sitúan a China en una posición prominente en la Cuarta Revolución Industrial, con el potencial de continuar liderando la innovación y transformando su economía y sociedad.
Las redes 6G de China (20 países) y su producción impulsada por IA (40% de su industria) le dan ventaja en la IV RI, pero las sanciones a Huawei y los chips TSMC son un dolor de cabeza. Una guerra podría:
· Cambiar Prioridades: China podría desviar fondos de la tecnología civil a drones y ciberarmas militares.
· Impulsar a Occidente: Empresas estadounidenses como xAI aceleran en IA, y las acciones de defensa suben.
· Fragmentar Estándares: Una guerra tecnológica podría dividir los estándares globales de 6G y chips, frenando el progreso.

China aún tiene ases: 1.5 millones de graduados STEM al año (frente a los 170,000 de Occidente) y el 70% de las tierras raras. Su 6G en renovables africanas muestra resiliencia, pero la guerra podría inclinar la balanza hacia el complejo militar-tecnológico occidental, pero eso, en el caso de EE.UU., no mitigaría los problemas socio-económicos que vive la población estadounidenses y, por el contrario, podría causar un malestar social mayor si, por ejemplo, China decida reducir el comercio con EE.UU. La Guerra de Aranceles, por ejemplo, ya se demostró por si sola, como un Talón de Aquiles para Trump.

Matrixmo: La Guerra por las Mentes
En la batalla por las narrativas, Hollywood y CNN se enfrentan a TikTok y RT. El conflicto EE.UU.-Israel vs Irán (Rusia-China) es un filón para la propaganda:
· Narrativa Occidental: EE.UU. e Israel venden a Irán como “amenaza nuclear”, amplificado por los medios. Campañas anti-BRI en las redes se multiplicarían.
· Contraataque Euroasiático: Los videos “victoriosos” de Irán y la retórica “antiimperialista” de China resuenan en el Sur Global, donde el 55% ve a China con buenos ojos.
· Duda Global: Con el 60% desconfiando de las noticias, según Pew, ambos lados luchan por dominar la Fábrica del Consentimiento (Chomsky) de la población mundial.

América Latina está dividida: Venezuela ataca a Israel, Brasil se mantiene neutral. La “Ruta de la Seda Digital” china avanza, pero el peso cultural de Occidente aún golpea duro; sin embargo los latinoamericanos no pueden ser ciegos ante el hecho de que, sin querer queriendo, consumen cientos de millones de productos Made in China, los humanos no pueden dejar de consumir y China es virtualmente el mayor proveedor. China domina el mapa de las inversiones y el comercio de América Latina.

Fábrica Mundial: Las Cadenas en Peligro
China es la Fábrica del Mundo, elaborando el 40% de los bienes, incluso el 60% de las baterías. Pero depende del petróleo de Medio Oriente (40%) y el cobalto congoleño. Una guerra podría:
· Disparar Costos: Un cierre de Ormuz encarecería el transporte y la manufactura china.
· Atascar Cadenas: La crisis marítima de 2025 ya es un problema; la guerra sería una pesadilla.
· Favorecer a Occidente: La CHIPS Act de EE.UU. cubre solo el 5% de los chips, pero el nearshoring en México gana terreno.

China contraataca con fábricas en México (10% de la demanda regional) y litio boliviano. Pero un colapso en Medio Oriente podría herir su ventaja industrial. Los chinos sin embargo, son buenos anticipándose a los eventos y esto ya lo deben haber calculado a priori y tener las opciones de respuestas, como lo señala el Foro Económico Mundial.

El Período Caótico: Un Mundo en el Limbo
El “período caótico” de Wallerstein es cuando los sistemas viejos mueren y los nuevos pelean por nacer. El conflicto EE.UU.-Israel-Irán podría ser la chispa que incendie la pradera:
· Caos Económico: El petróleo a 150-200 dólares y la inflación global golpearían el modelo comercial del NSM.
· Fracturas Políticas: El Sur Global se divide —unos apoyan a Irán, otros dudan—, reflejando el caos previsto por Wallerstein.
· Sombra Larga: Él auguró 30-50 años de turbulencia. Este conflicto podría alargar ese limbo sin un ganador claro.

Occidente apuesta por el caos para frenar a Eurasia, pero es un juego peligroso. Como dijo el historiador Niall Ferguson, “Los imperios no caen con gracia; se retuercen”. La deuda de 35 billones y la discordia interna de EE.UU. podrían convertir esta jugada en un autogol.

América Latina: En la Encrucijada
Con 22 países en la BRI, América Latina es un nuevo campo de batalla. Las inversiones chinas, como el puerto de Chancay, están redibujando la región, pero la sombra de Occidente persiste. Los impactos de la guerra incluyen:
· Interrupciones Comerciales: El alza del petróleo podría ahogar exportaciones a la región, aunque las rutas transoceánicas, gracias al Puerto de Chancay, pueden contener el alza de costos.
· Narrativas Divididas: Venezuela condena a Israel, Brasil se mantiene neutral, sembrando división.
· Oportunidades: La BRI y BRICS podrían impulsar la autonomía, pero solo con una estrategia inteligente.
Como soñó Simón Bolívar, América Latina necesita unidad para capear la tormenta, usando la CELAC y sus recursos para forjar su propio camino.

¿Y Ahora Qué? Tres Futuros en el Horizonte
El Cubo del Poder dibuja tres senderos posibles, calculados por la IA:
1. Triunfo Euroasiático (35% de probabilidad): China y Rusia contienen el conflicto, redirigen la BRI y dominan con 6G y producción (50% global en 2050). Requiere unidad BRICS y colapso occidental.
2. Caos Interminable (45% de probabilidad): Hostilidades menores persisten, fracturando el comercio y las economías. Nadie gana, y el mundo cojea.
3. Choque Global (20% de probabilidad): La escalada arrastra a superpotencias, con ciberataques o peor. El resultado es impredecible.

La Última Palabra: Un Mundo en la Cuerda Floja
El conflicto EE.UU.-Israel vs. Irán (China y Rusia) no es solo un roce regional: es una jugada calculada de un Occidente en declive para frenar el ascenso de Eurasia. El Cubo del Poder muestra cómo el poder militar, las rutas comerciales, las finanzas, la tecnología, las narrativas y las fábricas están en juego. Pero es una apuesta arriesgada. Occidente podría estirarse demasiado, mientras las fisuras internas y las amenazas climáticas de Eurasia amenazan su ascenso. Como dijo el filósofo Michel Foucault, “El poder no es una institución ni una estructura; es el nombre que damos a una situación estratégica compleja”. Hoy, esa situación es un paseo por la cuerda floja sobre un abismo global.
Para América Latina y el Sur Global, la lección es clara: no elijas bando. Construye resiliencia, diversifica alianzas y usa la tecnología y los recursos para moldear tu futuro. El choque EE.UU.-Israel vs Irán (China y Rusia) es una prueba, no solo de poder, sino de quién puede burlar al caos mismo.

Epílogo
Por último, recordemos unas palabras de Osho:

“Muchas civilizaciones antes que la nuestra alcanzaron altas cumbres, pero se destruyeron a sí mismas porque medraron en un profundo desequilibrio. Desarrollaron una formidable tecnología, pero olvidaron que incluso el progreso tecnológico más avanzado, no hará a la gente más dichosa, pacífica, amorosa, compasiva.
“Nuestro estado consciente no ha crecido al mismo ritmo que nuestro progreso científico; ello ocasionó que muchas civilizaciones se destruyeran. Creamos monstruos en el ámbito mecánico, y al mismo tiempo seguimos retrasados, inconscientes, casi dormidos.
“Es muy peligroso dar tanto poder a gente inconsciente.

“Es lo que ocurre en la actualidad. Los políticos son del tipo más bajo en lo que al estado consciente se refiere. Son inteligentes, astutos y mezquinos también; todos sus esfuerzos lo destinan a ser más poderosos. Su único deseo es tener más poder, no más paz, no desean ser verdad o amor.
“¿Para qué necesitas más poder? Para dominar a otros o destruirlos. Todo el poder se acumula en manos de personas inconscientes. Así que, por un lado, los políticos en todas las civilizaciones desarrolladas y desaparecidas —sería más apropiado decir suicidas— tuvieron todo el poder. Por otro lado, el genio de la inteligencia humana estuvo buscando más y más tecnología, mejoras científicas, y todos descubrieron que finalmente cayeron en manos de políticos.

“La destrucción de nuestra Tierra no vendrá de otro planeta; nosotros estamos cavando nuestras tumbas. Podemos estar conscientes de ello o no, pero todos somos sepultureros y cavamos nuestras propias tumbas. En este momentos muchos países tienen armas nucleares. Se está perdiendo el control y una sola de ellas podría destruir el planeta entero. Un loco o un político, cuyos nombres usted ya los conoce, pueden destruir todas las civilizaciones, para demostrar su poder. Todo lo que está vivo, podría desaparecer”.

De “El Gran Libro de las Revelaciones”, páginas 113 y 114.

 

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