La Paradoja del Dragón y la Torpeza de Trump de no comprender la sabiduría milenaria de China

“En el hexagrama Pi (否) del I Ching, cuando el Cielo se separa de la Tierra, lo que parece fortaleza se convierte en estancamiento, y lo que aparenta ser victoria se transforma en derrota.”

Por Qianxu Tzu*
La historia económica contemporánea nos presenta una paradoja que habría fascinado tanto a los estrategas de los Reinos Combatientes como a los sabios de la antigua China. El régimen arancelario implementado por el régimen de Trump, concebido como un instrumento de restauración hegemónica estadounidense, ha desencadenado una serie de dinámicas que, lejos de debilitar la posición china en el orden global, parecen estar fortaleciendo precisamente aquello que pretendían contener.
Esta paradoja no es meramente económica, sino que representa una manifestación contemporánea de principios estratégicos milenarios que los pensadores orientales han codificado durante siglos. Como observa Lao Tzu en el capítulo 36 del Tao Te Ching: “Lo que va a ser contraído, primero debe ser expandido; lo que va a ser debilitado, primero debe ser fortalecido; lo que va a ser derribado, primero debe ser elevado; lo que va a ser despojado, primero debe ser dotado.” Esta sabiduría ancestral encuentra su expresión más clara en la actual confrontación entre el Hegemón imperial occidental y el emergente Imperio del Centro.
El conflicto híbrido entre Estados Unidos y China trasciende las categorías tradicionales de competencia entre grandes potencias. No es simplemente una rivalidad económica, ni una confrontación militar convencional, sino una forma nueva de guerra que combina elementos económicos, tecnológicos, informativos y diplomáticos en una sinfonía estratégica compleja. Los aranceles de Trump representan apenas un movimiento en esta partida multidimensional, pero su impacto revela las profundas transformaciones que están redefiniendo el equilibrio global de poder.

La Arquitectura de la Coerción Económica: Cuando el Agua Se Convierte en Hielo
La elevación de la tasa arancelaria promedio estadounidense al 18% —la más alta desde la década de 1930— constituye un intento de reimposición de la voluntad hegemónica a través de instrumentos económicos. Sin embargo, esta estrategia refleja una comprensión fundamentalmente errónea de la naturaleza del poder en el siglo XXI. Como enseña el Zizhi Tongjian en sus crónicas de los Estados Combatientes: “El reino que busca dominar a través de la fuerza bruta inevitablemente despierta la resistencia de aquellos que poseen la paciencia del bambú —flexible en la superficie, pero inquebrantable en sus raíces.”
Las estimaciones del Yale Budget Lab proyectan que estas políticas impondrán un gravamen adicional de $2,400 dólares anuales sobre los hogares estadounidenses durante 2025, un costo que se distribuye de manera regresiva, afectando desproporcionadamente a las clases medias y trabajadoras. Esta dinámica ilustra la aplicación inadvertida de la Estratagema 7 de las Treinta y Seis: “Crear algo de la nada” (無中生有), donde la acción aparentemente dirigida hacia un objetivo externo genera consecuencias internas no anticipadas.
El incremento de los ingresos arancelarios mensuales a $29 mil millones para julio de 2025 —triplicando los niveles de 2024— podría interpretarse como una victoria táctica inmediata. No obstante, la Oficina de Presupuesto del Congreso de los EE.UU. advierte que los efectos secundarios de precios elevados y disrupciones en las cadenas de suministro ejercerán una presión deflacionaria sobre el crecimiento económico estadounidense. Esta situación ejemplifica la enseñanza de Sun Tzu: “Todo arte de guerra se basa en el engaño, pero el primer engañado suele ser uno mismo cuando confunde la fuerza con la estrategia.”

La Manifestación del Estancamiento: El Hexagrama Pi en la Economía Real
La desaceleración del crecimiento del PIB estadounidense al 1.2% anualizado durante la primera mitad de 2025 —una caída dramática desde el 2.8% registrado en 2024— representa la materialización física de principios metafísicos contenidos en el I Ching. El hexagrama Pi (否), conocido como “El Estancamiento”, describe precisamente esta condición: cuando las fuerzas yang (expansivas) y yin (contractivas) se separan en lugar de complementarse, el resultado es la parálisis sistémica.
La crisis del empleo manufacturero, particularmente visible en los sectores relacionados con el comercio internacional, refleja una comprensión deficiente de la interdependencia económica global. California, el corazón tecnológico y logístico de la economía estadounidense, enfrenta proyecciones de 64,000 pérdidas de empleo en comercio y logística, mientras que el Puerto de Los Ángeles —antaño símbolo del dinamismo económico estadounidense— opera ahora al 70% de su capacidad.
Esta contracción no es meramente coyuntural, sino que representa un cambio estructural en los flujos comerciales globales. Como observa Chuang Tzu: “Cuando el río cambia su curso, los pueblos sabios trasladan sus ciudades; solo los necios construyen diques más altos.” China, siguiendo esta sabiduría, ha comenzado a reorientar sus cadenas de suministro y mercados de exportación, reduciendo gradualmente su dependencia del mercado estadounidense.

El Arte de la Guerra Económica Contemporánea: Lecciones del Período de los Reinos Combatientes
La respuesta china a los aranceles estadounidenses ejemplifica una comprensión sofisticada de los principios estratégicos desarrollados durante el período de los Reinos Combatientes. En lugar de responder simétricamente con aranceles equivalentes —una reacción que habría fortalecido la narrativa estadounidense de una “guerra comercial”— Beijing ha implementado una estrategia multifacética que combina varias de las Treinta y Seis Estratagemas.
La Estratagema 4, “Esperar tranquilamente mientras el enemigo se agota” (以逸待勞), se manifiesta en la paciencia estratégica china frente a las presiones arancelarias. Mientras Estados Unidos moviliza recursos significativos para mantener su régimen punitivo —generando costos administrativos, tensiones diplomáticas y resistencia interna— China ha adoptado una postura de resistencia pasiva que permite a su adversario agotarse gradualmente.
Simultáneamente, la implementación de la Estratagema 15, “Atraer al tigre fuera de la montaña” (調虎離山), es visible en la expansión acelerada de las inversiones chinas en energía renovable precisamente cuando Estados Unidos reduce su compromiso con la transición energética. China agregó 429 GW de nueva capacidad de generación eléctrica en 2024, con un 86% proveniente de fuentes renovables, alcanzando un total de 1.9 TW de capacidad renovable.
Esta expansión, combinada con inversiones superiores a $85 mil millones en infraestructura de redes eléctricas, posiciona a China para liderar la próxima fase de la transición energética global mientras Estados Unidos se enfoca en sectores tradicionales de combustibles fósiles. Como enseña el Qunshu Zhiyao: “El estratega superior no compite en el mismo terreno que su oponente, sino que crea nuevos terrenos donde sus fortalezas brillen sin oposición.”

La Fractura de las Alianzas: Cuando la Coerción Debilita la Confianza
La aplicación de aranceles a aliados tradicionales como Japón y Corea del Sur ha generado dinámicas que trascienden la mera economía para adentrarse en el terreno de la confianza estratégica. La imposición inicial de aranceles del 25% sobre estos socios, posteriormente reducidos al 15% tras “tensas negociaciones”, ha creado lo que los analistas regionales describen como “actos de control de daños” en lugar de expresiones de confianza en el liderazgo estadounidense.
Esta aproximación viola principios fundamentales de la diplomacia confuciana, particularmente la enseñanza de que “El gobernante virtuoso atrae a través del ejemplo, no de la coerción; gobierna a través de la moral, no del miedo.” Al tratar a sus aliados más cercanos como adversarios potenciales, Estados Unidos ha erosionado el fundamento ético de su liderazgo regional.
La situación es particularmente ilustrativa en el caso de India, que continúa enfrentando el arancel completo del 25%, generando fuertes protestas diplomáticas de Nueva Delhi. Esta diferenciación arbitraria en el trato a diferentes socios refleja lo que Chuang Tzu describe como “la enfermedad del conocimiento parcial”: la incapacidad de percibir las conexiones sistémicas que unen aparentes elementos separados.
El resultado ha sido la creación inadvertida de oportunidades para la influencia china en la región Asia-Pacífico. Aunque Tokio y Seúl no han abandonado formalmente sus alianzas con Estados Unidos, Beijing puede ahora ofrecer incentivos económicos más atractivos para la cooperación regional sin exigir alineación ideológica total. Esta aproximación pragmática contrasta favorablemente con el enfoque cada vez más transaccional de Washington.

El Ejemplo de las Guerras Híbridas Contemporáneas: Ucrania como Laboratorio Estratégico
El conflicto en Ucrania ha proporcionado un laboratorio en tiempo real para observar cómo las dinámicas sino-estadounidenses se manifiestan en contextos de guerra híbrida. Mientras Estados Unidos y sus aliados europeos han comprometido recursos significativos en apoyo militar y económico a Kiev —superando los $200 mil millones en compromisos combinados— China ha navegado hábilmente las complejidades del conflicto para fortalecer su posición global.
La estrategia china en relación con Ucrania ejemplifica la Estratagema 6: “Hacer ruido en el este, atacar en el oeste” (聲東擊西). Mientras mantiene una postura públicamente neutral respecto al conflicto, Beijing ha intensificado sus lazos económicos con Rusia, convirtiéndose en su principal socio comercial y proporcionando un salvavidas económico que ha limitado la efectividad de las sanciones occidentales.
Simultáneamente, China ha aprovechado la distracción occidental en Europa para acelerar sus iniciativas en otras regiones. La expansión de la Iniciativa de la Franja y la Ruta en América Latina y África, la profundización de lazos con países del Golfo Pérsico, y el fortalecimiento de instituciones multilaterales como BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghai han procedido con mayor velocidad precisamente mientras Occidente concentra su atención en el teatro europeo.

La Diplomacia del Sur Global: Lecciones del Período Qin
La expansión del compromiso chino con el Sur Global durante 2025 ha seguido patrones estratégicos que recuerdan las políticas de unificación implementadas durante el período Qin. En mayo del 2025, el presidente Xi Jinping ofreció a los líderes de América Latina y el Caribe una línea de crédito de inversión de $9 mil millones, construyendo sobre la posición de China como el mayor socio comercial de Sudamérica.
Esta iniciativa trasciende la mera inversión económica para convertirse en lo que el Zizhi Tongjian describe como “la construcción de virtud a través de la benevolencia práctica.” A diferencia del enfoque estadounidense, que frecuentemente condiciona la ayuda económica a reformas políticas o alineamientos ideológicos específicos, la propuesta china se centra en el desarrollo de infraestructura y capacidades productivas sin exigir transformaciones sistémicas inmediatas.
Veintidós países latinoamericanos se han unido a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, mientras que el compromiso sistemático de China en África continúa profundizándose a través de inversiones en infraestructura y asociaciones de suministro mineral. Esta expansión ilustra la aplicación contemporánea de la enseñanza confuciana: “Si quieres gobernar por diez años, planta árboles; si quieres gobernar por cien años, educa al pueblo; si quieres gobernar por mil años, cultiva la virtud.”
El contraste con el enfoque estadounidense es particularmente notable en el contexto africano. Mientras Washington mantiene una presencia militar significativa a través de AFRICOM y condiciona frecuentemente la ayuda a la adopción de estándares democráticos occidentales, China ha construido ferrocarriles, puertos, plantas de energía y universidades sin exigir transformaciones políticas inmediatas. Esta aproximación refleja una comprensión más profunda de lo que Lao Tzu describe como “el poder del agua: beneficia a todas las cosas sin competir con ninguna.”

La Dependencia Estratégica: Cuando las Cadenas se Convierten en Grilletes
Una de las ironías más profundas de la confrontación arancelaria estadounidense reside en la dependencia continua de la industria estadounidense en las cadenas de suministro chinas, particularmente en tierras raras y minerales críticos. China controla aproximadamente el 80% de la producción global de tierras raras y mantiene posiciones dominantes en la refinación de litio, cobalto y otros minerales esenciales para las tecnologías del siglo XXI.
Esta dependencia otorga a Beijing lo que Sun Tzu describe como “la posición de la inexorabilidad”: la capacidad de influir en el comportamiento del adversario sin recurrir a la confrontación directa. Incluso mientras Washington escala la presión comercial, las realidades industriales limitan qué tan lejos puede impulsar Estados Unidos la confrontación sin dañar sus propias capacidades tecnológicas y militares.
La situación se agrava por la falta de alternativas inmediatas. El desarrollo de cadenas de suministro alternativas para minerales críticos requiere inversiones que se miden en décadas, no en años. Mientras tanto, China ha utilizado inteligentemente esta ventaja para asegurar concesiones estratégicas y moderar la intensidad de las presiones estadounidenses.
El caso del conflicto en el Mar de China Meridional proporciona un ejemplo ilustrativo de cómo estas dependencias económicas influyen en las dinámicas geopolíticas. A pesar de la retórica confrontacional y la presencia naval estadounidense en la región, las empresas estadounidenses continúan dependiendo de las cadenas de suministro que transitan por estas aguas disputadas. Esta dependencia limita las opciones estadounidenses y proporciona a China un margen de maniobra estratégico que trasciende las capacidades militares convencionales.

La Guerra de los Semiconductores: El Ejemplo de Taiwán
La industria de semiconductores representa quizás el campo de batalla más crítico en el conflicto híbrido sino-estadounidense. Taiwán, que produce aproximadamente el 90% de los chips más avanzados del mundo, se ha convertido en el epicentro de una competencia tecnológica que combina elementos económicos, militares y diplomáticos.
La estrategia estadounidense de restricciones a las exportaciones de tecnología de semiconductores a China —implementada a través de controles sobre equipos de fabricación, software de diseño y acceso a chips avanzados— representa un intento de mantener la supremacía tecnológica a través de la negación de capacidades al adversario. Sin embargo, esta aproximación ha generado incentivos poderosos para que China desarrolle capacidades autóctonas y busque alternativas tecnológicas.
La respuesta china ha seguido la lógica de la Estratagema 34: “Estratagema del sufrimiento fingido” (苦肉計), utilizando las restricciones estadounidenses como justificación para masivas inversiones domésticas en investigación y desarrollo de semiconductores. El plan “Made in China 2025” ha canalizado recursos superiores a $150 mil millones hacia el desarrollo de capacidades tecnológicas independientes, particularmente en sectores considerados críticos para la seguridad nacional.
Esta dinámica ilustra lo que Chuang Tzu observa sobre la naturaleza derrotista de la coerción excesiva: “Quien aprieta demasiado fuerte la arena entre sus dedos, termina perdiendo incluso los granos que podría haber conservado.” Al intentar negar completamente el acceso chino a tecnologías avanzadas, Estados Unidos ha acelerado paradójicamente el desarrollo de capacidades chinas independientes que, a largo plazo, podrían resultar más amenazantes para la supremacía tecnológica estadounidense.

Las Implicaciones Sistémicas: El Hexagrama de la Transformación
La evidencia acumulada sugiere que la estrategia arancelaria de Trump, aunque genera ingresos fiscales y cumplimiento diplomático a corto plazo, puede estar produciendo resultados sistémicos contrarios a sus objetivos declarados. Esta paradoja refleja la sabiduría contenida en el hexagrama 24 del I Ching, “Fu” (復) o “El Retorno”, que describe cómo las fuerzas aparentemente derrotadas pueden regenerarse y transformarse a través de la adversidad.
Los consumidores y empresas estadounidenses absorben costos más altos mientras los aliados tradicionales gestionan la volatilidad estadounidense en lugar de abrazar entusiásticamente el liderazgo de Washington. Simultáneamente, China avanza en tecnologías estratégicas, profundiza asociaciones en el mundo en desarrollo y se posiciona como un socio más predecible en un entorno global caracterizado por la incertidumbre.
La transformación más significativa puede estar ocurriendo en el nivel de las percepciones globales sobre la confiabilidad y estabilidad de los dos sistemas. Mientras Estados Unidos proyecta una imagen de poder errático e impredecible —capaz de cambios dramáticos de política con cada administración— China cultiva una imagen de consistencia estratégica y compromiso a largo plazo.
Esta diferencia en la proyección de estabilidad tiene implicaciones profundas para la competencia por la influencia global. Como enseña Confucio: “El poder moral es como la estrella polar: permanece fijo mientras todas las demás estrellas giran a su alrededor.” En un mundo donde los actores buscan certidumbre para planificar inversiones y asociaciones a largo plazo, la consistencia puede resultar más valiosa que la supremacía militar o económica inmediata.

Reflexiones sobre la Naturaleza del Poder en el Siglo XXI
El conflicto híbrido contemporáneo entre Estados Unidos y China revela transformaciones fundamentales en la naturaleza del poder internacional. Los instrumentos tradicionales de coerción —aranceles, sanciones, presión diplomática— operan en un entorno global donde la interdependencia económica, las tecnologías de información y la multipolaridad política han alterado dramáticamente la efectividad de las estrategias hegemónicas clásicas.
La paradoja central que emerge de este análisis es que los intentos de restaurar la dominación a través de la coerción pueden acelerar precisamente las transformaciones que buscan prevenir. Como advierte Lao Tzu: “El sabio no lucha, por eso nadie en el mundo puede luchar contra él; no compite, por eso nadie puede competir con él.”
La pregunta fundamental que enfrentan los formuladores de políticas no es si Estados Unidos puede mantener su hegemonía a través de la fuerza, sino si puede adaptarse a un orden global multipolar donde la influencia se deriva más de la atracción que de la coerción, más de la consistencia que del poder bruto.
Las Treinta y Seis Estratagemas nos recuerdan que “cuando no puedas avanzar ni retroceder, la mejor estrategia es apartarse del camino” (走為上策). En el contexto contemporáneo, esto podría traducirse en la necesidad de desarrollar nuevas formas de liderazgo global que reconozcan la realidad de un mundo donde múltiples centros de poder coexisten y compiten, pero donde la cooperación en desafíos globales comunes —cambio climático, pandemias, desarrollo sostenible— requiere formas más sofisticadas de diplomacia que la coerción unilateral.
La lección más profunda que emerge del análisis de la paradoja arancelaria es que, en un mundo interconectado, la verdadera fortaleza puede residir no en la capacidad de imponer la voluntad propia, sino en la sabiduría de construir sistemas que beneficien a múltiples actores mientras se avanza hacia objetivos estratégicos propios. Como enseña el I Ching en el hexagrama 11, “Tai” (泰) o “La Paz”: “El cielo y la tierra se unen, y todas las cosas prosperan; el gobernante y el ministro se unen, y el reino encuentra la armonía.”
En este contexto, la verdadera victoria no consistirá en la derrota del adversario, sino en la construcción de un orden que permita la coexistencia productiva de diferentes modelos de desarrollo y gobernanza. La sabiduría oriental sugiere que quien comprenda esta transformación primero tendrá la ventaja estratégica en lo que está por venir en el Siglo XXI.

* Este artículo está basado en un análisis del artículo “La paradoja arancelaria de Trump está haciendo grande a China otra vez”, escrito pot Y Tony Yang y publicado en Asia Times, utilizando los textos de la milenaria sabiduría de China. Como dijo Chuang Tzu: “Un pequeño saber no se puede comparar con uno grande, ni una corta vida con una larga existencia”.

 

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