Strategic Culture
El presidente ruso, Vladimir Putin, dio la bienvenida en Moscú a su homólogo de China, Xi Jinping, para una visita de estado de tres días, del 5 al 7 de junio, que también incluyó San Petersburgo. No fue solo la amistad personal entre los dos líderes lo que se mostró. Se han reunido en casi 30 ocasiones en los últimos seis años. El presidente Xi se refirió a Putin como su aliado y amigo internacional más cercano.
Más importante aún, las dos naciones están consolidando una alianza estratégica que podría definir la geopolítica para el resto del Siglo XXI.
Putin y Xi, que también asistieron al Foro Económico Internacional anual de San Petersburgo la misma semana, firmaron una serie de acuerdos comerciales bilaterales que impulsarán el desarrollo euroasiático y, de hecho, el desarrollo mundial.
Un comercio internacional sin dólares
De particular importancia es el continuo impulso de Moscú y Beijing para llevar a cabo el comercio internacional en monedas nacionales, obviando el dólar estadounidense como medio de pago. Este es un paso crucial para contrarrestar el deseado “control hegemónico” del sistema financiero global por parte de Washington. Una y otra vez, Washington ha abusado de su posición privilegiada de imprimir o retener dólares para promover su propia agenda de dominar a otras naciones. Ese abuso debe detenerse, y se detendrá cuando Rusia y China allanen el camino hacia un nuevo mecanismo más justo para las finanzas y el comercio internacional.
La visión de cooperación y asociación descrita por Putin y Xi se basa en el respeto mutuo y la prosperidad pacífica. No solo para esas dos naciones, sino para todas las demás que participan en la visión multilateral que promulgan. De esa manera, la alianza que se está consolidando entre Rusia y China es una esperanza renovada en un futuro progresista y pacífico para el planeta.
Frente a la ambición hegemónica de EE.UU.
Esta visión positiva es especialmente bienvenida en un momento en que Estados Unidos, bajo el presidente Donald Trump, está desatando un aluvión de tensiones y posibles conflictos a partir de su intento de afirmar el dominio mundial de su país. Estados Unidos está ejerciendo sanciones y amenazas en numerosas naciones, incluidas Rusia y China, e incluso hacia sus supuestos aliados en Europa, todo en un intento desesperado por afirmar una ambición unipolar hegemónica.
Tal esquema es una negación de la visión de solidaridad y asociación delineada por el liderazgo ruso y chino. El “estilo americano” no solo es inútil. En última instancia, es una mentalidad de suma cero, que conduce a la destrucción y la guerra. Un camino a donde, en definitiva, nadie gana.
No es como si la historia no nos haya mostrado eso ya. Dos horrendas guerras mundiales se libraron en el siglo XX, con un total de 100 millones de muertos, en gran parte debido a la egoísta rivalidad imperialista y la mentalidad de suma cero.
Forjando un nuevo paradigma
Rusia y China fueron las dos naciones que más sufrieron en esas conflagraciones. Ambos conocen el horrible costo del conflicto, pero también lo precioso de la paz. Por eso es alentador ver a esos dos países forjando un nuevo paradigma de cooperación internacional basado en el mutualismo y el compromiso con el desarrollo para el bien común de todas las personas.
El multilateralismo tan aclamado durante las llamadas décadas de la Pax Americana después de la Segunda Guerra Mundial siempre fue sobrevalorado. Siempre fue una tapadera para la presunta hegemonía global de Washington. El desenlace actual del orden occidental liderado por Estados Unidos es, realmente, la cara más horrenda del poder estadounidense que sale a la superficie.
Una mirada obsoleta de la historia
Mientras Putin y Xi estaban representando una visión para el futuro esta semana, parecía irónico ver como Estados Unidos y algunos otros líderes occidentales se dejaban llevar por una mirada obsoleta de la historia. La falsa camaradería de los líderes occidentales también fue evidente, desmentida por las continuas disputas y rivalidades entre Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Alemania.
El presidente Trump y otros celebraron el 75 aniversario del Desembarco del Día D en Normandía en junio de 1944. Ese evento marcó la apertura del Frente Occidental contra la Europa ocupada por los nazis y contribuyó a la derrota final del Tercer Reich en mayo de 1945. Lamentablemente, sin embargo, los líderes occidentales persisten en una idea engañosa y falsa de que el Día D fue el momento clave en la victoria definitiva de la Segunda Guerra Mundial.
Las falsedades históricas de Occidente
Es francamente indiscutible que fue el Ejército Rojo soviético y los colosales sacrificios de ciudadanos soviéticos los que constituyeron la fuerza fundamental para derrotar a la Alemania nazi y lograr la liberación de Europa del fascismo. La trascendental Batalla de Stalingrado, que destruyó la máquina de guerra nazi, terminó en febrero de 1943, unos 16 meses antes de que los aliados occidentales lanzaran su Día-D.
[Nota del Traductor: El costo para los soviéticos fue de entre 9 millones y 11 millones de muertes militares y millones de civiles para una suma total de entre 22 y 27 millones de vidas soviéticas. En contraste, a EE.UU. le costó la muerte de 405,000 soldados durante la II Guerra Mundial, de los cuales 111,600 murieron luchando contra los japoneses en el Pacífico. Sobre el Día-D una fuerza estadounidense, británica, canadiense y francesa, de aproximadamente 150,000 soldados, de los cuales aproximadamente 73,000 eran estadounidenses, enfrentó algunas divisiones alemanas de fuerza media, sin combustible, ni municiones.]
Los líderes occidentales pueden disfrutar de vanidades egoístas sobre presuntas glorias pasadas todo lo que quieran. Pero eso no cambia el registro histórico ni la verdad objetiva. Y además, quienes no aprenden de la historia están obligados a quedar atrapados, al repetir sus errores y callejones sin salida. Son literalmente personas del ayer.
Apropiadamente, Putin y Xi no estuvieron en el evento de nostalgia del Día-D y su escapismo a la gloria delirante del Siglo XX. Estaban ocupados forjando una alianza digna del Siglo XXI.
Texto original: https://www.strategic-culture.org/news/2019/06/07/russia-china-a-strategic-alliance-for-the-21st-century/
Traducción: A. Mondragón
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