Las elucubraciones de Maquiavelo son travesuras de un adolescente al lado del presente griego que la Gran Cábala (GC) —vía su mensajero Joe Biden— le acaba de detonar a Donald Trump en sus propias narices, al darle carta blanca a Vladimir Putin, el presidente ruso, para lanzar un ataque de magnitud nuclear contra Kiev y anexos —tras los primeros ataques ucranianos del 19 de noviembre, bajo la nueva orden—. De pasada, la GC incendió las relaciones con Europa y le tendió una alfombra en llamas, que llegará hasta la Casa Blanca el día que asuma el cargo de presidente a fines de enero de 2025. Nada de esto es una sorpresa. El magnate inmobiliario fue advertido, pero la efervescencia de su arrogancia lo encegueció como un topo.
Por Alexandr Mondragón y Wilder Buleje
En julio pasado, cuando analizamos el fallido atentado contra Trump en Pensilvania, señalamos que era una trampa de la Gran Cábala (GC): “A Donald lo harán responsable del descalabro que ellos generaron con sus guerras inútiles”, escribimos en aquel entonces. Y ahora eso está a punto de suceder.
En las puertas del infierno
“El balazo que le rozó la oreja a Donald Trump y que le permitió consolidar su triunfo en las elecciones de noviembre de 2024, no fue una manifestación divina, aunque un pastor cristiano esté de por medio. Solo fue una operación trabajada con anticipación para facilitarle el triunfo electoral y al mismo tiempo abrirle de par en par las puertas del infierno”, escribimos en julio pasado.
Y no era una cuestión de “predecirlo” como el pastor que, con cuatro meses de anticipación, reveló con asombrosa precisión el balazo en la oreja de Trump. No, solo hay que conocer y entender cómo actúa la GC, a través de sus operativos del Estado Profundo, para deducir los diversos escenarios que emergerían.
Biden lanza el detonante
La luz verde a Volodymyr Zelensky para lanzar misiles Made in USA contra territorio ruso ha sido el detonante. En respuesta, Vladimir Putin, el presidente ruso, tomó esa decisión como una excusa perfecta para responder con un ataque militar de consecuencias sistémicas para el orden mundial. Y esto acaba de suceder.
Al cumplirse 1,000 días de la invasión rusa y el mismo día en que Ucrania abrió fuego bajo la nueva orden de Biden, Putin firmó el martes 19 de noviembre un decreto para el uso de armas nucleares en respuesta automática. Y precisó que apuntaría a Kiev y al proveedor de las armas utilizadas contra su población o infraestructura. Lo cual significa que Washington, París, Londres, Roma, Madrid son ahora un blanco en potencia.
Lo que dice el decreto
De acuerdo con el documento divulgado por los medios https://actualidad.rt.com/actualidad/530834-putin-doctrina-nuclear-renovada, “la Federación de Rusia se reserva el derecho a utilizar armas nucleares en respuesta al uso de armas nucleares y/o de otras armas de destrucción masiva contra ella y/o sus aliados”.
Así entonces, luego de que Putin responda a los primeros ataques, el uso de ojivas nucleares tácticas acabará con las últimas defensas de las tropas de Zelensky, y Trump ya no podrá negociar la paz en los términos que él pensaba.
Presente griego a Trump
Y, lo más grave, debido a lo anterior Trump llegará a una Casa Blanca en llamas. Es el presente griego que la GC le ha reservado, no solo como retribución por los sucesos del 6 de enero de 2021, con la invasión del Capitolio por parte de sus seguidores, que él alentó con entusiasmo reprimido, sino también como el principio de un aquelarre —para que comprenda que Dios no lo salvó el 13 de julio, sino que los serafines de la GC le tendieron una trampa diabólica.
Así, la ironía de Henry Kissinger, “Es malo ser amigo de Estados Unidos, pero es peor ser su amigo”, lo dice todo —aunque aquí solo hay que cambiar EE.UU. por la GC. Zelensky, el peón que recibió la orden de hacer una guerra por encargo de la GC, lo padece en carne propia. Ahora Trump soportará en cuerpo y alma el abrazo mortal de esa élite.
El “Pato Cojo” entrante
En la narrativa política estadounidense, el presidente que está por finalizar su mandato es considerado un “Pato Cojo”, debido a que su cargo electivo está por concluir, especialmente cuando el sucesor ya ha sido elegido. Ese es un término para Biden, pero por una ironía del destino —ya manifiesto— también le corresponderá a su reemplazante.
A solo dos meses para que Biden se jubilara, la GC desempolvó los barriles nucleares para desatar un incendio de proporciones apocalípticas, acaba de crear al “Pato Cojo” más precoz de la historia presidencial de Estados Unidos, sin haber juramentado como corresponde. Una bofetada al mismísimo Donald, pero no el de la caricatura de Disney. ¿Por qué?
Trump es una circunstancia
Si entendemos quién está “detrás de la mano de Dios”, como reza un poema de Jorge Luis Borges, la GC no quiere ser complaciente y menos aún negociar con Trump. Detestan su presunta actitud antibélica —muy selectiva por cierto, quiere la paz en Ucrania, pero no le importa el infierno genocida de Israel—. Los dueños de Occidente prefieren patear el tablero antes que darle una oportunidad de diálogo.
La GC quiere escarmentar a Trump. Evidenciarlo como un contratiempo en la pelea de fondo, la confrontación contra el binomio China-Rusia por el dominio del Sistema Mundo. Trump prometió un armisticio en 24 horas en Ucrania. Pero eso será imposible cuando camine entre escombros, cenizas y cuerpos inertes. Esa será la nueva realidad al momento que Rusia exhiba letalidad ante los nuevos ataques.
Son demasiados obstáculos para Trump en su tránsito hacia la paz anhelada. Cuando ingrese a la Casa Blanca lo hará en condición de ocupante precario, porque la guerra solo será uno de los grandes problemas que deberá enfrentar en un laberinto endemoniado.
Cuáles son los objetivos de la GC
Ahora corresponde analizar las causas y las consecuencias del presente griego de la GC a Trump, como para recordarle que la Crisis de los Misiles Cubanos, en 1962, es apenas una calistenia ante el gran enfrentamiento entre los jerarcas del decadente Viejo Sistema Mundo Occidental, la GC, y el binomio China-Rusia al mando del Nuevo Sistema Mundo Euroasiático. Trump es un peón que soñó con ser rey, pero será sacrificado a dos casillas de la coronación.
Los objetivos de la GC son multipropósito. Hemos identificado los siguientes:
Primero. Envenenar las futuras relaciones entre Putin y Trump. Si el “Pato Cojo” soñaba con ofrecer la “paz”, ahora deberá aceptar la baraja que le den. Él ya no repartirá naipes. La razón es que —como quedó evidente con el asesinato de JFK, a quien la GC y el establishment militar lo catalogaron como un enemigo, por no invadir Cuba y enfrentarse con la Unión Soviética— los presidentes son todopoderosos, pero solo en apariencia.
Trump había dicho que él “Drenará el Pantano” —como lo prometió en su primer gobierno— y ha dado la apariencia de que así lo hará, nombrando a sus fieles acólitos a los cargos más importantes de su gabinete de gobierno —pero son gente con casi cero experiencia y ajenos al servicio de la GC. Eso motivó una respuesta de la GC rápida y brutal. Apenas dos semanas después de su elección.
Segundo. Crear un polvorín en Europa y mantener activa la venta de armamento, la única industria que le interesa fortalecer a la GC, su gran negocio desde la II Guerra Mundial. Ahora que la GC ha disparado el cañonazo de partida hacia una nueva carrera armamentista ilimitada, Trump será doblegado como un vasallo. En lugar de limpiar el pantano del Estado Profundo, tendrá que navegar sobre esas aguas procelosas, como lo hizo en su primer gobierno. Cada año, el presupuesto otorgado al Pentágono, tanto el directo como el indirecto, suma alrededor de un billón de dólares. Los intereses detrás de ello ya llevan varias generaciones. Es insólito pensar que algún presidente de EE.UU. sea capaz de liquidar a semejante oligarquía militarista —como lo advirtió el presidente Ike Eisenhower, en su discurso de despedida en 1962.
Tercero. Impedir que Trump meta mano a la Reserva Federal (FED) y frene la deuda de casi 37 billones de dólares que desangra el bolsillo de los estadounidenses de a pie. Por lo pronto, no quieren que el presidente electo afecte la estabilidad de Jerome Powell en el más alto cargo del Sistema de la Reserva Federal. Después de todo, ¿con qué dinero puede contar Trump para echar andar su gobierno, sino con el dinero que la Fed (un concierto de bancos privados) le presta al gobierno de EE.UU.? Inventar una moneda digital, con la ayuda de Elon Musk, como lo han sugerido algunos, es solo un sueño de opio. Es imposible crear una nueva moneda impresa por el propio gobierno —que también era la intención de JFK— si no cuenta con un respaldo económico real. No podría inventar una moneda de la nada, como lo es actualmente el dólar, la moneda-mundial impuesta por la GC vía el imperio militar y financiero.
Cuarto. La GC quiere evitar una purga del personal del Estado Profundo enquistado en casi todas las principales agencias del gobierno, como ha prometido Elon Musk, nombrado por Trump para dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental. Son los activos que trabajan para la élite en desmedro de las mayorías. Son los que aseguran la hemorragia del presupuesto para el complejo de la industria militar-seguridad-financiero-mediática. Y Musk también debe saber que las amenazas a Trump rebotarán de taquito hacia él —que por muy multibillonario que sea, es un inmigrante nacionalizado y NO pertenece a la estirpe de los Padres Fundadores. Eso es sagrado para la GC.
Quinto. Aquí está el verdadero meollo del asunto, retrasar el máximo tiempo posible el ascenso del dúo China-Rusia como los comandantes en jefe del Nuevo Sistema Mundo Euroasiático, en reemplazo del famélico y decadente Sistema Mundo Occidental. Pero esa dilación será como la vida de una cigarra, ante el ímpetu milenario de una civilización que no se ha detenido en más de 5,000 años. Esta es la verdadera razón del porqué hemos llegado a este momento.
Del Puerto de Chancay a Ucrania
Hasta finales de la década pasada, a pesar el impresionante desarrollo económico, industrial tecnológico, científico y financiero de China, se especulaba que la civilización con mayor vigencia de continuidad en la historia de la humanidad (5,000 años), aún le quedaba un largo tramo para ubicarse como el eje de un Nuevo Sistema Mundo. Sin embargo, eso ya está ocurriendo ahora mismo.
Aunque parezca irónico, la señal de partida comenzó con la puesta en marcha del megapuerto de Chancay, en la Región Lima (Perú). No fue solamente una inauguración simbólica del nuevo “puerto de conexión” de Latinoamérica con la Iniciativa de la Franja y la Ruta o las Nuevas Rutas de la Seda —bautizada por nosotros, en el 2019, como la Ruta Cuántica.
El mensaje de Made in China
El mensaje ha sido claro y contundente de China al mundo. Puedo entrar a cualquier territorio y puedo desarrollar cualquier nación al estilo de Made in China 2050. Incluso en el llamado ‘Patio Trasero’ de Estados Unidos. Puedo integrar el sur de un continente a los dominios de la Isla-Mundial. Y eso no fue todo, además lo inauguró delante de Joe Biden, el embajador de la GC. Pasaremos de “América para los Americanos” a “La Cuenca del Pacífico para los Asiáticos-Latinoamericanos”.
El Made in China se refleja no solo en su poderío económico, industrial, tecnológico y comercial, sino también —y esta es la clave que aún pocos comprenden— en su portentoso poderío Geoeconómico, que está desplazando a la Geopolítica del “garrote y la zanahoria” del escenario mundial. Ahora, los nuevos emperadores de la economía real, están hablando de una nueva concepción territorial de América Latina y, como punto de partida en este continente, del renacimiento de Perú bajo el sello Made in China. De ahora en adelante, esa será la marca distintiva. El Made in China aparecerá en las nuevas configuraciones geoeconómicas y geopolíticas, en las alianzas impensadas y en los proyectos más complejos, en todo el Sur Global.
Despierte amigo. El mundo ya cambió.
La GC acaba de patear el tablero
Aunque la GC ya había tomado nota de un NSME emergente, su estrategia —muy esperada de su libro de jugadas— fue multiplicar la intensidad de su guerra híbrida contra uno de los socios de la alianza simbiótica, Rusia, en la creencia de que al debilitarla —militar y económicamente— podían doblegarla y resquebrajar la alianza sino-rusa. En este contexto, en el 2014, durante el gobierno de Barack Obama, los operativos de la GC provocaron una “Revolución de la Dignidad”, para derrocar a un gobierno ucraniano pro-ruso y cambiarlo por uno pro-occidental y comenzar una limpieza étnica de las provincias rusófonas, limítrofes con Rusia, pero todo tiene un límite. Entonces vino el contragolpe del 2022 y ahora hemos llegado al punto crucial.
El escenario que enfrentamos
¿Qué podemos esperar a partir de ahora, en particular cuando EE.UU. ha cerrado su embajada en Kiev, la capital ucraniana, debido al potencial de un ataque nuclear? He aquí varios escenarios.
1) Una guerra militar de alta intensidad, con Rusia atacando infraestructuras claves y territorios hasta ahora no tocados, para sumir a Ucrania al borde del colapso total. Este escenario también puede incluir una guerra espacial, derribando los satélites usados por Ucrania (particularmente los de propiedad de Elon Musk) en sus ataques militares y de comunicaciones.
2) Ataques cibernéticos de alta intensidad a los países occidentales, que podrían causar no solo daños de gran magnitud a escala militar, sino también en la población civil. Así serán conscientes que también serán víctimas colaterales de las guerras provocadas por sus países, aun cuando estén a miles de kilómetros de distancia.
3) Ofensivas contra infraestructuras claves en los países occidentales que, al estar afiliados a la OTAN y sean partícipes de la guerra, sufran las consecuencias de la guerra. Un caso es lo que acaba de pasar en Alemania y Finlandia, dónde han denunciado el corte del cable submarino de fibra óptica entre los dos países. ¿Qué pensaban, que la guerra la iban a ver en sus pantallas? Este escenario comenzará a multiplicarse conforme continúe la agresión Occidental
4) Si la guerra sube de intensidad y Rusia sufre algún daño considerable, el siguiente paso, previo a un ataque nuclear devastador, puede ser la detonación de una bomba nuclear en la estratósfera, que no dañará las grandes ciudades directamente pero causaría un apagón total, al anular las líneas de transmisión eléctrica, que tardarían meses en ser reparadas.
5) El Apocalipsis Nuclear, vel fine humanitate et confessus sumat deus.
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