El Mensaje del “Buen Pastor” a Elon, la última advertencia para el “visitante”

Recordando la advertencia de Ike Eisenhower a JFK, en su discurso de despedida de 1961, Joe Biden, 64 años después, ofreció una admonición similar. Pero, en este caso, apuntó directo al magnate aeroespacial y propietario de X (ex Twitter). La guerra está declarada y no hay retroceso. El FBI anticipó eventos que tratarán de imitar al de Nueva Orleans, sin olvidar que el mismo día de ese atentado, un Cybertruck —de la fábrica de Elon y convertido en un cochebomba con un soldado de Operaciones Especiales del Ejército de EE.UU. dentro— explotó frente a un hotel del presidente electo.

“Hoy está tomando forma en Estados Unidos una oligarquía (del complejo industrial tecnológico) de extrema riqueza, poder e influencia que realmente amenaza toda nuestra democracia, nuestros derechos básicos y nuestra libertad”. Joe Biden

Por Wilder Buleje y Alexandr Mondragón

Joseph Palmi (Joe Pesci) —Déjame preguntarte algo. Los italianos tenemos nuestras familias y tenemos la Iglesia. Los irlandeses tienen su patria. Los judíos su tradición. Incluso los negros tienen su música. ¿Y ustedes, Sr. Carlson (la falsa identidad de su interlocutor), qué tienen?

Edward Wilson (Matt Damon) —Los Estados Unidos de América. El resto de ustedes sólo están de visita…

A unos días de la juramentación de Donald Trump como nuevo inquilino de la Casa Blanca, el diálogo entre Joe Pesci y Matt Damon en el film The Good Sheperd (El Buen Pastor), resume dos de las aristas de la confrontación actual en Estados Unidos —el nivel geopolítico y el ámbito del dominio sicosocial de las masas electorales (el Matrixmo)—, entre la Gran Cábala (GC) o los dueños de los Estados Unidos —el Borgiano “La mano detrás de la mano de Dios” — y los visitantes —Musk, un “visitante” que nació en Sudáfrica, y el resto de los oligarcas de la Liga B, que aspiran a la Liga Premier, de la mano de Trump.

El mensajero de la GC
En este contexto, el mandatario saliente, Joe Biden —convertido en mensajero de la GC—, en su última alocución como jefe de la oficina oval, enunció una advertencia sobre una grave amenaza contra Estados Unidos: “Una oligarquía (del complejo industrial tecnológico) de extrema riqueza, poder e influencia que realmente amenaza toda nuestra democracia…”.
Pero su advertencia tuvo un mensaje dual. Una advertencia literal y, a la misma vez, otra oculta entre líneas para descifrar.
Biden, hombre designado por el establishment para una vida política por más de cincuenta años, apuntó contra Elon Musk, el brazo derecho de Donald Trump y pieza fundamental en la reelección del magnate de bienes raíces. Musk —más allá de principal contribuyente monetario a la campaña de Trump, con cerca de 300 millones de dólares— es uno de los mayores artífices y representantes del nuevo complejo industrial tecnológico, que dirigió la mayor campaña mediática y algorítmica —el motor virtual del Matrixmo— en la red social X (antes Twitter) a favor del hoy presidente electo —muy por encima de los medios de comunicación tradicionales, manejados por la GC. También fue quien diseñó el monitoreo de las elecciones virtuales que neutralizaron cualquier intento de fraude, para darle una contundente victoria a su favorecido.

Advertencia al “visitante”
Es decir, el octogenario Biden, con 82 años a cuestas, hablando en nombre de la Gran Cábala —ese clan bicentenario y exclusivo que maneja el poder en Estados Unidos y en el Sistema Mundo Occidental— fue específico al decir que la añeja oligarquía no acepta la intromisión de los neo oligarcas del complejo industrial tecnológico, en los asuntos serios de la nación, y mucho menos aún de un “visitante” —como lo es Musk, que, además, se está entrometiendo en los asuntos de los países dominados por la vieja élite anglosajona.
En una nota anterior señalamos que Musk está muy activo en Europa y su influencia puede cambiar el signo del poder político en Alemania y Francia hacia los partidos de ultraderecha —nacionalistas, antiguerreristas y favorables al comercio energético con Rusia— circunstancia que atenta contra las tenazas de la Gran Cábala sobre sus estados vasallos de la OTAN.

Los Masters of Universe
Ya hemos reiterado que la Gran Cábala —integrada por las dinastías más ricas de Europa, Estados Unidos y Canadá— no solo es propietaria del complejo industrial militar del Imperio Occidental, sino también de la Reserva Federal, del Banco de Pagos Internacionales, el banco de los bancos, y de las mayores fortunas e industrias del planeta —mucho más allá de la lista Forbes—. Por lo tanto, el terreno del conflicto está perfectamente demarcado: La Liga Premier, la añeja oligarquía de los verdaderos Masters of Universe, vs. La Liga B, de la nueva oligarquía del complejo industrial tecnológico.
En El Buen Pastor, la antigua oligarquía o la casta de los Padres Fundadores está simbolizada por Carlson (la falsa identidad de Wilson), en tanto que Joseph Palmi refleja a los “otros” —los inmigrantes que recién llegaron a EE.UU., desde la esclavitud y desde finales del Siglo XIX— que no son aceptados cabalmente como pares: “ustedes solo están de visita”. Una alusión a su condición de ciudadanos de segunda clase o inmigrantes como Musk, por muy multimillonario que sea (lo que incluye a Trump, nieto de una inmigrante escocesa), o hijos de inmigrantes recientes —como algunos multimillonarios nominados al gabinete de Trump, como Vivek Ramaswamy, de padres inmigrantes de la India, por ejemplo.

La última advertencia
En este escenario, no es coincidencia que en el último mensaje público de Biden, como presidente, se haya lanzado esta nueva advertencia. En realidad se trata de un ultimátum. No habrá un recado más, ni otro mensajero para quien no entendió el significado del Tesla Bomba del 1° de enero explotando frente a un hotel de Trump en Las Vegas, con un militar en actividad como conductor suicida. Un atentado terrorista, como sería calificado en cualquier parte del mundo, pero que ha quedado en la amnesia virtual de los medios, aunque es un silencio sonoro como las trompetas del Apocalipsis.
Y a todo esto, también otro mensajito que el mismo Biden dejó plantado unos días antes, con ocasión de la muerte del ex presidente Jimmy Carter: Ordenó que todas las banderas en Washington, D.C, sean dejadas a media asta, en símbolo de duelo, hasta el 30 de enero. Es decir que, cuando Trump —a pesar de la pataleta que se mandó por X reclamando por esa decisión—, juramente el 20 de enero, las banderas de EE.UU. en el corazón del Imperio estarán de duelo. Biden mató dos pájaros de un tiro. Y la fresa del pastel, debido al intenso frío invernal en EE.UU., es posible que la ceremonia de inauguración sea bajo techo.

El apagón de TikTok
Y poco antes del discurso de Biden, hasta la plataforma TikTok, del chino Zhang Yiming, le hizo el juego a Joe, anunciando un apagón de TikTok en los Estados Unidos, el domingo 19 de enero, tras lo cual ningún usuario en ese país podrá usar la red social, un día antes de la asunción de Trump. Y el apagón irá (hasta el momento) debido a que la Corte Suprema de EE.UU. ha decidido la orden de prohibición del gobierno de Biden, si la red no se vende a un propietario de EE.UU.
Ahora bien, se cree que Trump, ya como presidente, podría revertir la orden, a la espera que TikTok sea vendida a Elon Musk, con lo cual lo convertirían en el Rey Midas de las redes sociales y en el principal actor en el mundo del Matrixmo —la colonización mental a través de las redes sociales— en Occidente. Pero un portavoz de TikTok aseguró que los rumores sobre una posible venta de la plataforma a Musk son “pura ficción”. Y de hecho, los chinos conocen muy bien el poder de las redes sociales y es posible que no le den semejante regalo al “visitante”. Y es así como los chinos también demuestran que están en la jugada.

La colisión contra Eurasia
Pero volviendo al mensaje de El Buen Pastor, las alarmas de la Gran Cábala están encendidas y parpadeando nerviosamente contra la oligarquía de la Liga B, que debe saber muy bien que a la tercera va la vencida. Sin embargo, para la GC, el verdadero y más serio problema son otros, donde se juega su destino como los Masters of Universe.
El otro asunto, de carácter global, es la pelea de fondo entre la GC y el dúo China-Rusia, por la hegemonía del manejo del Nuevo Sistema Mundo del Siglo XXI en pleno nacimiento, un tema que se ha desarrollado en este portal desde su creación en 2019, y con un adelanto previo en 2017. Para la GC, ese será el enfrentamiento que decidirá su destino en los siglos por venir. Y ese enfrentamiento es otro capítulo aparte: la lucha por el Cubo del Poder.
En este punto, no obstante, es preciso señalar que Trump ha entendido el mensaje y, por esta razón, ha intentado nuevos aires imperiales anunciando posible anexión de Canadá y Groenlandia, para enfrentar a Rusia y China en el “Heartland Ártico”, para lo cual “no descarta el uso de la fuerza militar” (el gran negocio de la GC), y que eventualmente abriría nuevas oportunidades de grandes inversiones. Pero como dice un dicho: “Chucho no come chucho”.

El recordatorio de Eisenhower
Asimismo, se ha pretendido equiparar el mensaje de Biden con el de Ike Eisenhower, quien señaló en su última alocución presidencial (el 17 de enero de 1961): “Esta conjunción de un inmenso sistema militar y una gran industria armamentística es algo nuevo para la experiencia norteamericana. Su influencia total —económica, política, incluso espiritual— es palpable en cada ciudad, cada parlamento estatal, cada departamento del gobierno federal. Reconocemos la necesidad imperativa de esta nueva evolución de las cosas. Pero debemos estar bien seguros de que comprendemos sus graves consecuencias… debemos estar alertas contra el desarrollo de influencias indebidas, sean buscadas o no”.
Aunque la advertencia resuene en la conciencia, no hay ningún punto de comparación en cuanto al objetivo, los escribas de Biden solo lo han usado como una alegoría para apuntar a un nuevo poder emergente. Eisenhower denunciaba el riesgo inminente del emergente complejo militar industrial, que se erigió desde las dos guerras mundiales del Siglo XX; en cambio Biden alude a otra oligarquía, la del complejo industrial tecnológico, omitiendo a la que él pertenece, como súbdito obediente.

El que tenga oídos…
El último presidente estadounidense que mencionó a ese poder en las sombras —el complejo industrial-militar— y además trató de combatirlo fue John F. Kennedy. Sin embargo, en 1963 pagó con su vida esa osadía alucinante. Después de él ningún presidente de EEE.UU. se ha salido del guion que debe firmar cada mañana en la Oficina Oval, tras ser entregado por un emisario del Equipo Secreto de la GC.
Finalmente, también se dijo que el ataque de Biden a los nuevos oligarcas fue un acto de hipocresía, puesto que días antes había condecorado con la Medalla de la Libertad, al multimillonario George Soros. Los críticos, sin embargo, omiten que Soros es un representante de la GC, no de la Liga B. Por lo tanto, es una prueba adicional de que Joe hablaba por los Masters of Universe. “El que tenga oídos, que sepa escuchar”.

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